La cordillera pirenaica es un destino privilegiado para la práctica del senderismo y en la parte catalana cada año se celebran Festivales de Senderismo, en diez comarcas diferentes, entre los meses de mayo y octubre en diez comarcas diferentes.
El Pirineo es un entorno privilegiado para la práctica del senderismo gracias a su extensa red de senderos señalizados. Con el objetivo de poner en valor este patrimonio diez comarcas catalanas de la marca turística Pirineos organizan una docena de festivales de senderismo. La finalidad última es dinamizar estos territorios y contribuir a que este patrimonio en forma de caminos se mantenga vivo siendo transitado. Los doce eventos -ver recuadro- se enmarcan bajo el paraguas conjunto de los Festivales de Senderismo de los Pirineos (FSP), que este año alcanzan su novena edición. Los festivales de senderismo catalanes, tambien conocidos genericamente como walking festivales, se celebraron por primera vez el año 2016. Entonces sólo hubo cuatro y se hicieron en la Vall de Boí, Cerdanya, la Vall Ferrera y la Vall Fosca
Los Festivales de Senderismo son una experiencia integral en los Pirineos: Senderismo, Gastronomía y Cultura en doce eventos únicos
Se celebran entre los meses de mayo y octubre, pero descansan en agosto, ya que lo que se busca es desestacionalizar las actividades. Las rutas guiadas a pie son aptas para todo tipo de públicos y siempre se realizan acompañados de guías intérpretes del territorio. Con una duración de entre dos y cuatro días, los festivales también incluyen actividades gastronómicas, culturales y en torno a la astronomía. Son, por tanto, una oportunidad excelente para descubrir la cara más auténtica y a menudo desconocida de diversos rincones de los Pirineos.
Cada festival tiene su identidad propia, ya que esta organizado de forma independiente por distintos organismos de su territorio
El programa de actividades de cada festival está descentralizado y las salidas guiadas se distribuyen por los diversos lugares de la comarca o municipio que acoge el evento. Estos territorios incluyen seis espacios naturales protegidos de gran valor y el único parque nacional de Catalunya y zonas distinguidas por la UNESCO con el distintivo de Geoparque. Sin olvidar, tradiciones o monumentos considerados Patrimonio de la Humanidad, como es el caso de las fallas y el conjunto de iglesias románicas del Valle de Bohí. El Pirineo también disfruta de uno de los mejores cielos nocturnos para la observación de la Luna y las estrellas, con diversas zonas que cuentan con el distintivo de reserva Starlight.