La velocidad en el esquí tiene su máxima expresión en el kilómetro lanzado. Y la única pista en los Pirineos para poder competir en esta especialidad se encuentra en el sector de Grau-Roig de Grandvalira. Les primeras competiciones oficiales datan de 1930 y fueron organizadas en Saint Moritz donde el austriaco Léo Gasperl estableció el primer registro homologado con una velocidad de 139 km/h. La barrera mítica de los 200 km/h la supero el norteamericano Steve McKinney en 1978. Fue en la pista de velocidad de la estación chilena de Portillo que durante algunos años acogió a los mejores de la especialidad para realizar tentativas de récord. El KL se trata de la modalidad no motorizada más rápida que existe. La aceleración de los mejores esquiadores del KL se acerca a la de un Fórmula 1. De 0 a 200 en 6 segundos, una velocidad estratosférica para un atleta con esquís. Los corredores llevan esquís de 2 metros y 38 centímetros. Son muy largos y rígidos para mantener la velocidad hasta 250 k/h. Otra cosa primordial del equipamiento son los alerones, de unos 30 centímetros, que ayudan a dirigir los esquís a partir de los 100 k/h. Otro aspecto importante es el casco aerodinámico. Está limitado a 40 centímetros de diámetro y sirve para obtener el máximo de penetración en el aire. Los bastones, que los velocistas llaman bastones-manivela, ayudan a resistir la presión del aire.
Los Origone, invencibles
Por quinta temporada consecutiva el sector de Grau Roig de Grandvalira recibe el circuito de la Copa del Mundo del Kilómetro Lanzado (KL). Los mejores esquiadores de velocidad del mundo deslizarán por la pista Riberal donde se espera llegar a los 200 km/h gracias a la torre suplementaria de 10 metros de altura y 18 de largo que se ha instalado en la salida. Actualmente, el récord de la pista está en poder del austriaco Klaus Schrottshammer, que en 2014 llegó hasta los 185,19 km/h. La prueba de Andorra es la segunda del circuito de la Copa del Mundo de KL 2016, que comenzó la semana pasada en la estación canadiense de Sun Peaks. En categoría masculina sólo se disputó una prueba en la que el más joven de los hermanos Origone, Ivan, con una velocidad de 146,43 km/h, superó a su hermano Simone por 25 centésimas. Hay que recordar que, Simone es el actual recordman mundial del KL con un registro de 252.632 km/h establecido el 3 de abril de 2015 en la pista de Chabrières, en Vars (Francia). En Sun Peaks, el podio lo completó el austríaco Klaus Schrottshammer y destacó la quinta posición del inglés residente en Madrid, Jan Farrell. En categoría femenina no hubo ninguna sorpresa y la actual campeona del mundo, la italiana Valentina Greggio, se impuso en las dos pruebas disputadas. En Grandvalira debutará equipo francés, con los hermanos Montes a la cabeza, y el conjunto español, liderado por Ricardo Adarraga, que no viajaron a Canadá.
Primer Campeonato de España
No hay tradición de velocistas, pero el interés del recordman español Ricardo Adarraga, 240.642 km/h, que es el gran favorito para adjudicarse la primera edición del Campeonato de España, fue determinante para que el año pasado la Real Federación Española de Deportes de Invierno (RFEDI) incluyera esta disciplina dentro de sus estatutos. La prueba se disputará dentro de la primera Copa del Mundo de Grandvalira los días 10 y 11 de marzo. Hace más de una década que Adarraga, residente en Alemania, se convirtió en el primer español, y hasta la fecha, el único en superar la barrera de los 200 km/h. Hoy, hay un pequeño grupo de deportistas que han seguido sus pasos: Eduard Manrique, París Arroyo y Juan Carlos Sánchez, en la categoría S1, y Pablo Abarca y el junior Álvaro García (SDH).