◄ 5 sugerencias lógicas para comenzar a correr sin estresarse e iniciarse en el trailrunning.
El ser humano necesita tener en mente nuevos retos y motivaciones que satisfacer. Forma parte del ADN. El Año Nuevo suele ser el momento en que nos planteamos nuevos metas personales, laborales o deportivos. No debería ser así, ya que cualquier época del año es buena para ilusionarnos. Propuestas y retos como …este año corro una maratón, mañana mismo empiezo a correr trailrunning son habituales, entre nosotros. ¿Quién no ha sido protagonista alguna vez de una promesa de este tipo?
En este artículo vamos a intentar dar unos fáciles y lógicos consejos, para los novatos en esto de correr o para los que se proponen asumir retos en su nueva temporada.
1.- Objetivo. Entendemos como objetivo esa carrera o meta personal que nos supone un reto de no fácil consecución, pero a su vez no es imposible. Nuestro objetivo debe ser consecuente con nuestro estado físico, con el tiempo que le podamos dedicar a prepararlo, con nuestra disponibilidad familiar a lo largo de los meses previos, y con el tiempo (meses, años) que llevamos practicando el antiguo arte de correr, y, por lo tanto, con la adaptación muscular que tenemos al impacto, que nos servirá para proteger nuestras articulaciones y evitar lesiones por sobrecarga o exceso de intensidad.
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2.- Distancia. Por ello, si somos novatos en estos quehaceres, lo más recomendable es plantearnos el simple hecho de correr como un primer objetivo, a corto plazo. Con el hábito creado, llegará el momento de plantearse una carrera, corta, de no más de 10km, por supuesto, vivir el ambiente pre y post carrera, y seguir entrenando la constancia para superar el siguiente reto.
Si somos deportistas habituales, y nos planteamos agrandar nuestra aventura más allá de la distancia que tenemos asimilada, debemos ser consecuentes con nuestras posibilidades físicas -no todos podremos llegar a ser campeones del mundo, aquí no vale eso de “imposible is nothing”– y realistas con nuestro tiempo libre, ese que nos queda después de atender a los horarios laborales, las obligaciones familiares y, no nos olvidemos, de descansar.
3.- Como empezar. Si partimos de cero, lo más recomendable sería apuntarnos a un gimnasio o a un club con entrenamientos grupales programados. En los dos casos encontraremos personas que nos podrán ayudar a solucionar algunas de las dudas que irán apareciendo, porque dudas siempre tendremos, sobre todo al inicio el caos mental puede ser importante para reciclar toda la información que iremos recibiendo, a la vez que deberemos asimilar el cansancio, más pronunciado durante las primeras semanas.
Salir en grupo también nos hará más llevaderos esos primeros días, dónde todavía no tendremos el hábito creado, y en los que podemos caer en la tentación de “estoy cansado, hoy mejor me quedo en casa”. Tener un horario fijo de entrenamiento con un grupo de amigos nos creará una obligación que se tornará placentera. Poco a poco nuestro cerebro asimilará la actividad como una buena oportunidad de desconectar, de diversión. Por lo tanto, ese día que nadie del grupo puede salir, nosotros sí que lo haremos, nuestro cuerpo y nuestro cerebro, nos lo pedirán a gritos.
4.- Entrenador. Un dicho popular reza algo así como “no debemos ser más papistas que el papa”. Y es que, aunque el ser humano tengamos el poder de saberlo todo, no siempre es así, o, mejor dicho, nunca es así, aunque nos cueste reconocerlo y aceptar la ayuda de un profesional. Ponernos en las manos de un profesional, en nuestro caso un entrenador, que se ha preparado para ello, es la mejor inversión que podemos realizar. Él guiará los tempos y la progresión a seguir mejor que nadie, nos aconsejará, nos animará, nos organizará una pauta de entrenamiento lógica y coherente con nuestro objetivo y estado físico, y, en definitiva, nos mimará mejor que nosotros mismos. Definitivamente, si lo que queremos es correr durante muchos años, disfrutando y mejorando nuestros resultados, nuestro entrenador será una pieza fundamental.
5.- Obsesión. Parece una palabra muy dura o exagerada, ¿verdad? Pues realmente no lo es, caer en el error de obsesionarse con el entrenamiento, con la alimentación, o con otros muchos “extras” es mucho más fácil de lo que parece desde la distancia, y ese será el principio del fin de nuestra etapa como corredores o deportistas. En una sociedad donde abundan los vendedores de humo en las redes sociales, una sociedad donde queremos parecernos a nuestro ídolo sin pararnos a pensar en todo el trabajo previo que lleva en sus piernas, querer comerse el mundo en dos días no es aconsejable, nos va a generar un estrés físico y mental extremo, que sin poder evitarlo generará el efecto rebote y nos irá alejando de nuestro objetivo inicial. Por lo tanto, la mejor medicina es la serenidad.
Sólo me queda desearte un feliz año nuevo, suerte en tu nuevo reto, y que disfrutes tanto como puedas del camino hacia tu objetivo…hasta el fin de año que viene.
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