◄ Ricardo Adarraga, plusmarquista español de esquí de velocidad -240,642 km/h-, afronta la nueva temporada situado en el número 8 del ranking mundial de la FIS.
Ricardo Adarraga, de 52 años, está preparando su decimotercera temporada consecutiva en la Copa del Mundo de esquí de velocidad. Desde hace un lustro está en la élite del circuito y tiene el honor de ser el más veterano, entre los top 15.
Él contradice aquel dicho de que, a mayor edad, más acomodo y menos motivación. ¿Cuál es tu pócima mágica para seguir en activo?
-Todas las temporadas me pregunto si ya estoy demasiado viejo para esto. Pero hasta ahora cada temporada ha sido mejor que la anterior. La temporada pasada quedé undécimo de la Copa del Mundo FIS a 3 puntos del top-10 y comienzo la temporada que viene siendo el número 8 en el ránking mundial de la FIS. A todo esto, hay que añadir que con 237,6 km/h en 2017 fui el décimo esquiador más rápido del mundo. Me siento bien y fuerte y ahora disfruto sobre todo de la madurez, experiencia y fuerza mental adquiridas durante todos estos años. Es una de mis ventajas respecto de mis contrincantes más jóvenes que me superan físicamente.
¿ Muchas renuncias por el esquí de velocidad ?
-A pesar del sacrificio que requiere, amo este deporte y me siento muy a gusto en la familia del KL, donde aun siendo contrincantes somos todos amigos. Mi ventaja es que el deporte es mi pasión, no mi profesión, aunque me lo tomo tan en serio como si lo fuera. Lo dejaré cuando considere que ya no disfruto.
Si un atleta superados los 40 o los 50 años, como es su caso, sigue rindiendo en la élite es precisamente porque es flexible tanto físicamente como mentalmente. Bajar con esquís a más de 200 km/h no es una cuestión fácil. ¿Cómo adaptas la preparación y los entrenos a tu edad biológica?
-Lo que llamamos efectos de la vejez no son más que las consecuencias de una vida sedentaria y una alimentación poco saludable. Pertenezco a la generación de los “baby boomers”. Somos la primera generación para la que el deporte es una constante vital aun con avanzada edad. Gracias a nuestra generación la medicina deportiva está descubriendo que si se cuida el cuerpo y se sigue una preparación física y alimentación adecuada un deportista puede rendir como uno de 30 años durante muchos años, alguno incluso pasados los 60 años. Para mí el ejercicio físico regular y continuado es como una droga. Me vuelvo loco si estoy más de 3 días sin entrenar. La base de todo es el fondo, ya sea corriendo o en bicicleta. Lo aprendí en mi adolescencia cuando hacía atletismo. Muy importante es también la fuerza, sobre todo para conseguir rapidez, evitar la atrofia muscular y proteger las articulaciones, eso lo aprendí en mi época de jugador de rugby cuando era estudiante. El resto de entrenamiento es propiocepción y flexibilidad.
En cuanto llega la nieve hay que estar el más tiempo posible sobre los esquís. A mi edad es muy importante saber alternar las sesiones de entrenamiento con los periodos de regeneración, que son más largos que cuando se es joven. Es muy importante conocer tu cuerpo y reconocer las señales de sobreesfuerzo y parar a tiempo. Esto también es algo que se aprende con la edad. Al no ser el deporte mi profesión es muy importante tener un buen plan de trabajo. Aunque sin flexibilidad, voluntad y disciplina cualquier plan, por muy bueno que sea, es papel mojado. Lo más difícil para mí es mantener una alimentación equilibrada. Como descendiente de vascos me encanta cocinar y comer. Y aunque no pruebo prácticamente el alcohol no puedo renunciar a una copa de buen vino tinto español.
Mucho ha llovido desde que debutara en la estación finlandesa de Sella, un 29 de enero de 2005.
-Como pasa el tiempo! En realidad, mi primera competición fue el Pro Mondial de Les Arcs en 2003 en la categoría S2 que entonces se llamaba “Producción”. Mi primera competición en categoría S1, entonces llamada “KL”, fue en febrero de 2004 en la estación austríaca de Goldeck. Ese mismo año me quedé con 197,5 km/h a 2,5 km/h de los 200 km/h en la pista olímpica de Les Arcs. Los 200 los pasé por primera vez al año siguiente, también en Les Arcs con 205,2 km/h. Salla en Finlandia en enero de 2005 fue mi primera competición en la copa del Mundo FIS, pero ya llevaba dos años en el circuito.
Hasta ahora Ricardo Adarraga se ha pagado de su bolsillo y con sus pequeños patrocinadores su participación en la Copa del Mundo. Siempre ha viajado solo y ha tenido que buscarse la vida en un circuito dominado por los grandes equipos alpinos -Francia, Italia y Austria- que viajan con entrenador, skiman y en algunos casos con preparador físico.
-Sí, desde hace años lo hago todo yo sólo: soy deportista, gestor, skiman, preparador físico, conductor, ingeniero… A pesar de eso cuento con el inestimable apoyo de Atomic, Suunto, Grandvalira, Holmenkol, el Instituto Fraunhofer, la Escuela de Esquí de Candanchú y Heierling en Davos. A este grupo se une finalmente la RFEDI.
Esta temporada, el esquí de velocidad ha entrado como disciplina en la Federación Española de Deportes de Invierno (RFEDI) y quizá pueda permitir al esquiador hacer el circuito completo. Hasta ahora Adarraga nunca viajaba a las competiciones que se hacían en las estaciones norteamericanas o canadienses por falta de presupuesto. ¿Puedes anunciar que este año vas a realizar la temporada completa?
-Ha merecido la pena tener paciencia. Hace 4 años recién elegido May Peus presidente de la RFEDI, le contacté para informarle de lo que estábamos haciendo en esquí de velocidad desde hacía años. Su reacción fue muy positiva, pero era evidente que la situación económica que se encontró en la federación no daba para invertir en disciplinas exóticas. Estaba claro y era razonable que su prioridad estaba en las disciplinas olímpicas. Aun así, me encargó crear una estructura deportiva para el esquí de velocidad dentro de la RFEDI y ofreció apoyarnos institucionalmente para organizar el campeonato de España de esquí de velocidad.
Con Robert Puente como nuestro responsable técnico en la RFEDI hemos ido construyendo poco a poco nuestra modesta presencia en la RFEDI. May demostró su apoyo incondicional proponiéndome al consejo de la FIS como miembro del comité de esquí de velocidad de la FIS, a cuyo nombramiento el consejo de la FIS accedió inmediatamente. La temporada pasada fue espectacular no sólo por mí sino también por Juanki Sánchez que consiguió con un top-10 clasificarse 16 en la copa del mundo. Además, Álvaro García se proclamó subcampeón del mundo en S2 junior. Ahora que la situación de la RFEDI ha mejorado May Peus ha respondido dedicando una pequeña partida del presupuesto para ayudar al esquí de velocidad español.
Aunque esto alivia la carga económica no será suficiente para afrontar competiciones fuera de Europa. Por ello me concentraré en unas cuantas competiciones de la copa del mundo y utilizaré el tiempo restante para prepararme bien.
Este año el joven madrileño Juan Carlos Sánchez Miqueleiz, más conocido por “Juanki”, del Club Amistad le acompañará. Es el futuro y posee la segunda mejor marca española en esquí de velocidad con 235,756 km/h conseguidos en la pista de la estación francesa de Vars, el marzo pasado. Por fin, tendrás la sensación de que tus conocimientos no van a caer en saco roto. En su momento tú no tenías ninguna referencia ni a quien seguir. Fuiste un autodidacta. ¿Qué representa para ti poder transmitir tu experiencia en un deporte tan selectivo a un esquiador joven y que por ley de vida debe ser en breve tu gran rival?
-Naturalmente es un gran orgullo para mí ver que hay más españoles accediendo a las competiciones de KL. Juanki es un excelente esquiador y aprende muy rápido. La temporada anterior se la tomó muy en serio y ahí están los resultados. Sus 235 km/h lo dicen todo. Esta temporada irá todavía mejor. No será un rival en breve, lo es ya. A mí me viene muy bien porque me he dado cuenta que cuando tengo a alguien apretando mejoro. Yo para él soy el objetivo a batir. Esto al fin y al cabo es bueno para España porque al final saldrán mejores marcas y espero que un nuevo récord de España. Con Juanki España coloca ahora a dos esquiadores en activo con más de 235 km/h en el circuito de KL poniéndose por delante de naciones como Canadá, Estados Unidos o Alemania, que no cuentan en la actualidad con ningún esquiador en activo con esta marca.
Esta temporada se ha concentrado la Copa del Mundo en tres meses, de febrero a abril. En total se harán 12 pruebas y las finales se disputaran del 5 al 7 de abril en la pista Riberal de Grau Roig, Grandvalira (Andorra). ¿Cuál es tu objetivo?
– Personalmente mi objetivo más importante es el Speed Masters en Vars a finales de marzo. En 2018 estoy automáticamente clasificado por haberme clasificado en el top-10 del Speed Masters de 2017. Intentaré incrementar el actual récord de España que poseo actualmente con 240,642 km/h. Mi asignatura pendiente es subir a un podio en la Copa del Mundo. Es muy difícil pero no imposible, ya he estado muy cerca varias veces. Consciente de que no podré participar en todas las competiciones, intentaré por lo menos entrar en el top-10 de la clasificación final de la copa del mundo FIS. Mi intención es participar en las copas del mundo de Vars en febrero, en Idrefjäll (Suecia) en marzo y en abril en Grandvalira (Andorra), donde además de subir al podio, intentaré revalidar el campeonato de España.
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