◄Los Pou se han tomado su incursión de escalada en el Atlas marroquí como un entrenamiento antes de afrontar la tercera etapa del proyecto “4 Elementos”, que inician el próximo de julio.
Los hermanos Pous siguen haciendo de las suyas y dejando su impronta con nuevas vías de escalada en cualquier rincón del planeta. Su nuevo desafío les ha llevado a Marruecos, concretamente a la zona de Taghia, en la cordillera del Atlas. Durante tres semanas Eneko e Iker Pou se han establecido en el pueblo bereber de Taghia, que se halla a una altura de 2.000 metros, para afrontar con su habitual rigor deportivo la pared de Taradrate. Aquí los Pou han establecido su nueva vía, que comienza a unos 2.400 metros y finaliza a una altura de 2.800 m.,rodeada de preciosas montañas de hasta 3.400 m.
El objetivo, desde abajo y en escalada libre, no ha sido fácil. Al esfuerzo físico previo para acceder a la via se ha añadido las malas condiciones meteorológicas. Desde Taghia a la base de la pared hay casi tres horas caminando, que con mochilas de más de 20 kg, se ha hecho muy dura durante los cuatro días efectivos que les llevó realizar la apertura, más otro para retirar cuerdas fijas y otros materiales utilizados durante la misma. Para no tener que hacer este recorrido constantemente y paliar el desgaste físico, los Pou vivaquearon en varias ocasiones a pie de pared en una pequeña cueva, parapetados con sacos y esterillas.
La intención de los hermanos Pou era abrir una línea asequible a futuros escaladores, pero probablemente no serán muchos los pretendientes a repetir la nueva vía tiene una altura de 400 metros y una dificultad de 8º grado. ”Queríamos dejar una clásica que acabase siendo famosa por su calidad y que se repitiese mucho, pero nos encontramos paños muy verticales que nos acabaron dando secciones muy complicadas.”
(Copyright/Team Pou)
La roca caliza es excepcional, prácticamente al mismo nivel de calidad que la del Picu Urriellu (Naranjo de Bulnes) en Asturias, considerada como una de las mejores paredes de roca caliza del mundo y la montaña más apreciada por los hermanos vitorianos. La geología de la montaña jugaba a favor del estilo de los Pou. Escalada muy técnica sobre roca caliza y agarres diminutos, que dominan a la perfección y en la que se sienten cómodos.
La apertura se realizó de una manera impecable: Desde abajo, escalando en libre, utilizando friends donde se podía asegurar con material flotante, y emplazando parabolts -colgados de los ganchos- solo en los lugares imprescindibles. Un estilo que requiere de mucha fuerza, tanto física como psicológica, ya que al no utilizar ningún tipo de trampa, se lleva al cuerpo y a la mente, a su máxima exigencia. Quedaron diez largos, a cuarenta metros cada uno, con la posibilidad de escalar con una sola cuerda de ochenta. La media es de cuatro parabolts -seguros fijos- por tirada, con lo que en muchos lugares, las caídas potenciales pueden ser muy largas e incluso peligrosas.
A pesar de todo, los Pou se valieron de su experiencia en este tipo de aperturas, con vías tan famosas por todo el mundo como “Orbayu” en el Naranjo de Bulnes, “The Door” en Isla Baffin-Círculo Polar Ártico-, “Azken Padizua” en la Antártida, “Two Parrots” en Siberia, “Zerain” en los Andes, “Yakumama” en el Amazonas, o, “Aupa 40” en la Patagonia, entre otras muchas; para dejar su impronta en el Atlas Marroquí a modo de una apertura de muchísima calidad, que en homenaje a Borja Ayed -amigo madrileño fallecido este mismo invierno en los Pirineos a causa de una avalancha- llamaron en su homenaje “Agur”.
La pared de Taradrate sigue en el pensamiento de los Pou y el próximo otoño estarán de vuelta con la intención de encadenar la vía y seguir abriendo otra nueva línea espectacular que iniciaron por todo el centro de los desplomes de la pared. Tras esta incursión, la pareja de escaladores ya están ultimando los últimos detalles de la tercera etapa del proyecto “4 Elementos”, que inician el próximo de julio.
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