El esquiador extremo polaco Andrzej Bargiel, 30 años, pone fin al reto mayúsculo de descender con esquís de la cima de la segunda montaña más alta del planeta (8.611m).
Andrzej Bargiel, 30 años, se convirtió en el primer esquiador y alpinista que desciende el K2 (8.611m), la segunda montaña más alta del planeta con esquís. Hacía muchos años que los más intrépidos esquiadores de lo extremo tenían entre ceja y ceja este coloso de la cordillera del Karakortum. El K2 fue coronado por primera vez en 1954 por los Italianos Achille Compagnoni y Lino Lacedelli. A mediados de los años 80 el francés Jean Marc Boivin (1951-1990) uno de los primeros riders de lo extremo -esquí, parapente, salto base- fue el primero en reconocer viable su descenso con esquís por la vía Cesen. Lamentablemente Boivin no pudo llevar acabo su intento ya que murió prematuramente durante un salto de parapente sobrevolando el Salto del Ángel en Venezuela.
El esquiador extremo Andrzej Bargiel culmina con éxito un objetivo perseguido por Fredrik Ericsson y Michele Fait, fallecidos en el K2, y Hans Kammerlander
Antes de la éxitoso descenso de Andrzej Bargiel -22 de julio de 2018- algunos otros freeriders lo intentaron, como el sueco Fredrik Ericsson (1975-2010), que falló en dos ocasiones, murió en el tercer intento, o el italiano Michele Fait (1965-2009), que falleció en julio de 2009, mientras entrenaba por la canal de la vía Cesen para preparar la bajada junto a Ericsson.
Prácticamente un año después, en agosto de 2010, también falleció Fredrik Ericsson en el mismo K2 cuando se precipito al vacío en el llamado paso del Cuello de Botella (8.200 m). Pretendía hacer cima con la austriaca Gerlinde Kaltenbrunner y descender con los esquís que llevaba a cuestas.
El que más cerca estuvo hasta de la hazaña del polaco Andrzej Bargiel fue el italiano Hans Kammerlander, que en julio de 2001 se quedó a un paso de conseguirlo. Tras bajar con esquís hasta los 8.200 metros, cuando la pendiente alcanza la friolera de los 60º, el esquiador frustró su tentativa, tras presenciar cómo caía un alpinista coreano, a escasos metros de donde se había detenido con los esquís.
El alpinista en su momento reconoció que “cuando vi la caída automáticamente me quité los esquís. Es posible hacer el descenso completo con esquís y alguien acabará por hacerlo, aunque ese alguien no seré yo”. Hans Kammerlander (1956) ya retirado del himalayismo ha bajado con esquís el Nanga Parbat, el Broad Peak y el Everest.
Han pasado diecisiete años desde sus palabras, hasta que Andrzej Bargiel ha firmado el primer descenso de lo “imposible”. El año pasado Bargiel tuvo que abandonar debido a las altas temperaturas y las condiciones peligrosas de la nieve. El alpinista pasó algunas semanas aclimatándose y luego ascendió al segundo campamento base el jueves 19 de julio antes de que el resto del equipo se trasladara al tercer campamento base. Bargiel atacó la cumbre el domingo 22 de julio y, cuando finalmente alcanzó la cima, simplemente se ató sus esquís y comenzó a descender por la icónica montaña. Primero abordó la ruta de Cesen, luego se deslizó entre enormes seracs a través de la línea Messner Traverse y hasta la ruta Kukuczka-Piotrowski.
Antes de poder cantar victoria, Andrzej Bargiel debió sortear con los esquís diversas y peligrosas grietas antes poder entrar en los libros de historia del deporte extremo. En el campamento base le esperaban sus hermano Bartłomiej, Janusz Gołąb, Piotr Pawlus y Marek Ogień sus compañeros de aventura a los que acompañaron cuatros experimentados sherpas -Muhammad Hussain, Farhat Ali, Muhammad Taqi y Saeed Ahmed- en su odisea deportiva de coronar el K2 con esquís.
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