◄El trampolín de Bergisel conjuga deporte, escultura y se ha convertido en el nuevo símbolo de la capital del Tirol.
Innsbruck tiene diversos puntos de interés turísticos históricos, pero desde hace poco más de una década el más emblemático es la torre del trampolín de Bergisel. La construcción, que se vislumbra desde cualquier punto de la ciudad, se levanta majestuosa en la montaña que da nombre a esta instalación de primer nivel, tanto desde el punto de vista deportivo como arquitectónico. Su autora la arquitecta iraquí, Zaha Hadid (1950-2016), lo definió en su momento como un “híbrido orgánico, mezcla de puente y de torre”. Aquí se construyó el primer trampolín de saltos en el año 1925, tras el que se levantaron otros, pues no hay que olvidar que Innsbruck acogió los Juegos Olímpicos de 1964 y de 1976. El actual, inaugurado el año el año 2002, costó 15,6 millones de euros y se ha convertido en uno de los reclamos turísticos más destacados de la capital del Tirol.
Tampolín de Bergisel es el nuevo símbolo de la capital del Tirol
La construcción no pasa desapercibido y se ha convertido en el nuevo símbolo de la ciudad austriaca, que en su momento apostó por un trampolín innovador arquitectonicamente, capaz de conjugar una instalación deportiva deficitaria económicamente con una atracción turística capaz de generar los suficientes recursos económicos para hacer sostenible tan impresionante trampolín de saltos de esquí. El edificio, con líneas suaves llenas de movimiento, alberga un café, una terraza y la rampa de salida del trampolín.
Los visitantes más deportistas pueden subir los 455 peldaños hasta la torre del trampolín, los demás pueden acceder cómodamente con el ascensor para visitantes hasta la terraza panorámica, a 47 metros de altura, con vistas de 360º sobre las montañas de Tirol. La instalación tiene capacidad para unos 26.000 espectadores y cada invierno queda pequeño para albergar una de las cuatro pruebas de la competición del circuito de los “Cuatro Trampolines” -Obertsdorf, Garmisch-Partenkirchen, Innsbruck y Bischofshofen- que tienen una clasificación única, a pesar de estar integrados en la copa del mundo de esquí de saltos. Para cualquier saltador de nivel ganar los Cuatro Trampolines es ganar el Gran Slam de los saltos.
La instalación, incluido funicular, ascensor, café y terraza panorámica, está abierta al público desde las 8.30 horas hasta las 18 horas (en invierno, de las 9.30 horas hasta las 17 horas).
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