◄ Félix Criado en conversación informal con Alex Txikon ha destacado la excelente idea de hacer una muralla de nieve en el campo base del K2, “aunque que alguno se reía de los muros ”.
Los vientos huracanados han hecho aparición en el campo base del K2 a 5.000 metros de altura, tal y como habían anunciado los partes meteorológicos. Alex Txikon y el resto de componentes de la expedición ha sufrido su primera noche pendientes de Eolo -rey de los vientos en la mitología griega- y sus caprichos. El viento no ha cesado, pero no todos lo han notado con la misma intensidad. La mitad del equipo que duerme en los iglús han notado una notable diferencia en comparación con el resto del equipo que decidió desde un principio no pernoctar en los iglús. Alex ha sido muy explícito al reconocer que “yo en el iglú he dormido de categoría.” Los de las tiendas de campaña no han pegado ojo, pero gracias al muro de nieve que construyeron a principios de semana, el viento no se ha llevado nada por delante.
Alex Txikon explica que a primera hora Moseen, cocinero de la expedición, le ha dicho que “no he podido dormir nada, pero al menos estaba tranquilo ya que gracias al muro que construisteis sabía que no se iban a romper las tiendas. Las del lado del norte que no protege el muro, en cambio, se han caído., pero las hemos vuelto a reconstruir. Para nada me imaginaba que aquí se pudiesen construir iglús y un muro de 30 metros. ! ¡¡A la noche soplaba el viento como nunca antes lo he sentido y eso que he estado en 6 expediciones invernales ya!! “.
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Moseen y el resto del equipo duermen en las tiendas han aprovechado para descansar por la mañana mientras que el equipo que dormía en los iglúes ha cogido el relevo para repasar el campamento. La estación meteorológica construida en el campo base ha marcado vientos constantes de 57 km/h y rachas de 109 km/h, por encima de las previsiones y temperaturas de menos 15 bajo cero.
Alex Txikon se muestra contento y positivo. El hecho de anticiparse a cada situación, está haciendo que no tengan problemas y puedan afrontar lo mejor posible las temibles condiciones del K2 invernal. Ahora, la expedición esta pendiente del cambio meteorológico para poder aprovechar la primera ventana de buen tiempo y seguir trabajando en la montaña. El K2 invernal y sus 8.611 metros les esperan.
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