◄ Susana Herrera ganó el oro en descenso y el bronce en gigante de la categoría de deficientes visuales B1.
Susana Herrera, pionera del deporte de invierno paralímpico español, falleció a los 56 años en Andorra la Vella donde residía desde hacía casi tres décadas. La exesquiadora invidente murió víctima de un cáncer de pulmón. La deportista se quedó sin visión a los 22 años tras una parada cardiorrespiratoria y un coma de dieciseite días. La práctica deportiva resultó su válvula de escape y le permitió recuperar la ilusión. El deporte de la nieve no le era ajeno. A los siete años se inició en el esquí en las pistas de Grau Roig.
Susana Herrera ganó dos medallas en los Juegos Paralímpicos de Innsbruck (Austria) de 1988, con un oro en descenso y un bronce en gigante de la categoría B1. Eran los cuartos Juegos Paralímpicos de Invierno y los primeros en los que participó una delegación representando a España. La competición debió disputarse en Calgary, tras los Juegos de Invierno, pero los organizadores adujeron problemas técnicos.
La exesquiadora formó parte del primer equipo español que participó en unos Juegos Paralímpicos de Invierno (1988).
Susana Herrera fue la primera campeona paraolímpica de invierno que dio el primer equipo de deficientes visuales de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) creado a mediados de los años ochenta, tras los que vendrían esquiadores como el ya retirado Erik Villalon o Jon Santacana que junto a su piloto Miquel Galindo conformaron una de las parejas más longevas del esquí paralímpico mundial. La ONCE fue el organismo que dio soporte a los primeros equipos de élite para invidentes. Su liderazgo continuó hasta que se creó la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC) en el año 1993.
Susana Herrera también formó parte del equipo nacional de esquí náutico adaptado de la ONCE. El año 1988 acompañada de su inseparable entrenadora Pitusa se proclamó por primera vez Campeona de Europa de esquí náutico de invidentes.Tras el el Europeo de 1988 le siguieron, tres más los años 1990, 1991 y 1993. El año 1991 se proclamó Campeona del Mundo en categoría de ciegos totales.
Tras su prematura retirada por diferencias con la ONCE se trasladó a vivir a Andorra. Aquí su interés por ayudar a invidentes y al deporte adaptado en general fue decisiva para la creación de la Federación Andorrana de Deportes para Minusvalidos (FADEM) en 1998.
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