Maialen Chourraut, 38 años, concluye su cuarto ciclo olímpico colgándose la plata en el canal de piragüismo de aguas bravas de Kasai. Ricarda Funk obtuvo el oro y el bronce fue para Jessica Fox.
Maialen Chourraut, 38 años, cerró su cuarto ciclo olímpico consiguiendo la medalla de plata en la final de K1 de los Juegos Olímpicos de Tokio. La prueba se disputó en el canal de piragüismo de aguas bravas de Kasai. La palista vasca se quedó a un paso de revalidar el título olímpico conseguido en Rio de Janeiro 2016. Maialen no estaba entre las favoritas, pero la guipuzcoana sacó la casta que sólo da la experiencia y el oficio, tras muchas finales. Se metió en la final, a la que accedían los diez mejores cronos, con el séptimo mejor tiempo de las semifinales.
En la final Maialen Chourraut, que salió cuarta, hizo un descenso perfecto sin penalizar en ninguna puerta y con un tiempo de 106.63 segundos. Mantuvo el liderato hasta que la alemana Ricarda Funk (105.50s) realizó otro descenso limpio y la superó en el crono. El podio ya no se le podía escapar, pero aún faltaba por bajar la australiana Jessica Fox (106.73s) y actual número 1 del ranking. Fox no estuvo fina y sufrió dos toques en dos puertas que le sumaron 4 puntos de penalización y la relegaron a la tercera posición.
Maialen Chourraut: «Es la medalla que faltaba en mi colección olímpica, aunque me hubiera ido contenta sin medalla de estos juegos de Tokio»
Tras recibir la medalla de plata, Maialen Chourraut, que repitio en voz alta «no me lo creo, no me creo que tenga esta medalla de plata», tuvo palabras de elogio hacia Ricarda Funk y Jessica Fox, sus compañeras de podio. La guipuzcoana confesó que “tenía una estrategia muy marcada; mi obsesión eran Jessica y Ricarda. Xabi -refiriéndose a su entrenador Etxaniz y pareja- me decía acéptalo, pero tienes que jugar tus cartas. Yo no quería aceptarlo, quería ser tan rápida como ellas. Olé por Xabi. Las admiro mucho a las dos y disfruto viéndolas competir. A Jessica le sabrá a poco porque venía a por el oro, pero son dos chicas que se están acercando a los tiempos de los chicos. Tienen un nivel impresionante”
Sobre su tercera medalla olímpica destacó que “he soñado muchas veces con esta medalla, aunque es un poco egoísta decir eso. Es la medalla que faltaba en mi colección olímpica. He soñado con esta plata y con ser la primera chica que conseguía las tres medallas. Al final lo he logrado junto a Jessica, a quien admiro mucho. Tengo 38 años, así que qué os puedo decir más. De acabar cuarta hubiese estado contenta y orgullosa. Me iba a ir contenta sin medalla de estos juegos, pero la cosa ha ido mejorando y me llevo esta plata quedando entre Jessica y Ricarda, que son dos fueras de serie, con las que he estado compitiendo todo este ciclo olímpico”. A Jessica le sabrá a poco porque venía a por el oro, pero son dos chicas que se están acercando a los tiempos de los chicos. Tienen un nivel impresionante”
Eran sus cuartos juegos olímpicos, tras los de Pekín 2008 (16º), Londres 2012 (bronce) y Rio de Janeiro 2016 (oro). La covid-19 le impidió disfrutar de la medalla junto a su hija Anne de seis años, que se quedó en Donostia con los abuelos.
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