El Conselh Generau d’Aran defiende con rotundidad y sin tibiezas la necesidad de seguir adelante con la candidatura olímpica para los Juegos de Invierno 2030 de los Pirineos.
El Conselh Generau d’Aran y la síndica de Aran, Maria Vergés reivindicaron la candidatura de los Juegos Olímpicos de invierno 2030 en los Pirineos. El órgano de gobierno y administración de Aran lo hizo organizando la conferencia “El olimpismo como motor de desarrollo territorial”. El acto se hizo para mostrar el soporte total a la organización de los Juegos de Invierno 2030 en los Pirineos y el conferenciante invitado fue Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE) y organismo encargado de solicitar los JJ.OO. al Comité Olímpico Internacional. En su disertación el presidente del COE hizo una amplia exposición de lo que supone para el territorio acoger unos Juegos Olímpicos y de su gran repercusión mediática.
Alejandro Blanco quiso destacar que “esta es la candidatura del entendimiento, del diálogo y del respeto. Una candidatura en la que la sociedad y las personas han de ser los responsables de este proyecto. El Pirineo tiene que mostrar lo que es y lo que es capaz de conseguir. Y, sobre todo, tiene que mostrar la capacidad, conocimiento e implicación de los pirenaicos y pirenaicas y la pasión que sienten por la nieve, por la montaña y por los deportes de invierno”.
Maria Vergés, la síndica de Aran: «La candidatura olímpica para los juegos de invierno de 2030 debe ser una realidad. El Pirineo lo necesita»
El multitudinario acto se celebró en Palai d’Espòrts de Vielha tuvo el soporte de más de 100 alcaldes de las comarcas de la Alta Ribagorça, Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Alt Urgell y Cerdanya, Ribagorza, Alto Gállego, Jacetania y Sobrarbe. Entre algunos corrillos previos al inicio de la conferencia se habló del apoyo de Kilian Jornet a la plataforma Stop JJOO y se criticó su ligereza al hablar del Pirineo sin conocer el proyecto, que lamentablemente todavía no se explicó a la ciudadanía.
La síndica de Aran, Maria Vergés, anfitriona del acto, aprovechó la ocasión para dejar claro que la Val d’Aran si quiere los Juegos Olímpicos de Invierno. En su discurso no hubo tibieza y reivindicó la apuesta clara del Conselh Generau d’Aran por su organización.
Por su interés reproducimos la totalidad del discurso de la síndica de Aran, Maria Vergés:
El pasado 10 de septiembre, el Conselh Generau d’Aran se convertía en la primera institución en aprobar por unanimidad una declaración institucional en favor de la candidatura de los Pirineos a los JJ.OO. de invierno de 2030. Esta declaración, incidía en la posibilidad de promover el Pirineo como un referente en la práctica de los deportes de invierno. Unos deportes de invierno que, en esta tierra que hoy os acoge, tienen como sabéis una larga tradición desde que, tal y como explican en su libro Ricardo Atienza y Xavier Torrebadella, “Los inicios del esquí en el Valle de Aran”, en 1919 los araneses practicaron por vez primera el esquí equipado con unas rudimentarias tablas de madera atadas a sus pies. Hoy, transcurridos cien años, dicho deporte resulta indisociable del territorio aranés y de sus gentes. La nieve empezó entonces en Aran su transformación de elemento hostil y adverso, que dificultaba la ya de por sí dura vida de los araneses y aranesas, a fuente de desarrollo social y económico.
En 1923, a punto de abrirse la carretera del puerto de la Bonaigua, cabe recordar que hasta entonces la única salida por carretera era hacia Francia, los 18 alcaldes araneses hacían llegar, en una carta al ministro de fomento, su descontento por el olvido al que estaba sometido el Valle de Arán, por la pobreza, el aislamiento y la distancia, no sólo geográfica, que les separaba del resto de España.
«Hemos impulsado una declaración institucional de apoyo a esta candidatura que cuenta ya con más de 60 adhesiones de ayuntamientos y comarcas del Pirineo»
En ese momento, esta situación, junto con la política de aranceles y la moneda para la compra de productos básicos en Francia, habían contribuido al empobrecimiento y despoblación del territorio. Con la apertura de esta carretera se abrió también una primera puerta para hacer de Aran destino preferente para el esquí.
Es entonces también cuando en el Valle de Arán se empieza a consolidar este deporte como un deporte habitual, hasta el punto que, a lo largo de los años, nuestro valle ha aportado a seis de los once olímpicos de la provincia de Lleida que han participado en unos juegos de invierno. Rafael Mombiedro en Oslo 1952, José Moga y Andreu Ribera en Cortina d’Ampezzo en 1956, Eva Moga en Calgary 1988, Xavi Ubeira en Albertville 1992 y Lillehammer 1994 y el más reciente, Alex Puente en Sochi 2014.
«El debate ambiental en el Pirineo ha sido, hasta día de hoy, un debate olvidado por todos aquellos que ahora defienden, que el Pirineo debe ser un jardín virgen, donde su gente viva de espaldas al futuro»
Y permitidme que me detenga aquí, porque creo que es también de justicia reconocer y agradecer el trabajo y esfuerzo que estos deportistas han llevado a cabo, no solo elevando el nivel de este deporte en Aran, en Catalunya o en toda España, si no, también, por haber representado a nuestra tierra en unos JJ.OO., algo que, hasta ahora no hemos reconocido como merecían. Así que, gracias.
Pero nuestra aportación a los deportes de invierno no queda aquí: Aymar Navarro y ahora Abel Moga en la modalidad de freeride, Marta Céster, Maria Iglesias o Marta Moreno en esquí de fondo; jóvenes promesas en patinaje sobre hielo como Tòn Cónsul y aquellos otros jóvenes que trabajan duro en esta modalidad pese a las dificultades; equipo de curling, clubs de esquí…la lista es larga y corro el riesgo de dejarme a alguno por el camino, pero lo que quiero trasladaros es que el Valle de Aran y los deportes de invierno mantienen una simbiosis que nos ha permitido alcanzar grandes metas.
El Conselh Generau d’Aran, la máxima institución aranesa, lo tiene claro. La candidatura olímpica para los juegos de invierno de 2030 debe ser una realidad. El Pirineo lo necesita. Y es por ello que desde el Conselh Generau d’Aran hemos impulsado una declaración institucional de apoyo a esta candidatura que cuenta ya con más de 60 adhesiones de ayuntamientos y comarcas del Pirineo y que, en breve, haremos llegar tanto al propio Comité Olímpico Español como a las administraciones competentes.
«Nos equivocaremos todos si reducimos el futuro del Pirineo exclusivamente a los retos medioambientales y turísticos»
El debate ambiental en el Pirineo, que parece haber entrado últimamente en efervescencia con esta candidatura olímpica, ha sido, hasta día de hoy, un debate olvidado por todos aquellos que ahora defienden, muchas veces rozando la vehemencia, que el Pirineo debe ser un jardín virgen, donde su gente viva de espaldas al futuro. El paso de centenares camiones de gran tonelaje a diario en nuestras carreteras o la falta de apoyo y políticas de impulso de la ganadería extensiva como garante de nuestro paisaje son algunos ejemplos, ¿dónde ha estado la crítica y la preocupación hasta ahora?
Debemos plantear un enfoque estratégico que contemple también los retos que nos plantean las dificultades de acceso a la conectividad digital y también la terrestre (que impactan de forma directa en el tejido empresarial y se traducen en un declive de las industrias locales, la falta de inversión en infraestructuras públicas o la mejora de la calidad de vida y el atractivo del territorio que garantice los servicios públicos de proximidad, un enfoque que aborde también los niveles desiguales en innovación en comparación con otros territorios. En definitiva, un enfoque que nos acerque a la tan nombrada “igualdad de oportunidades”. Aran ha apostado por todo ello, una apuesta en la que nos consta que trabajan también el conjunto de comarcas del Pirineo.
«Mantener un Pirineo vivo es, también, mantener a su gente allí, dándoles oportunidades y ayudándoles a cumplir sus sueños»
El Conselh Generau d’Aran con la candidatura de Aran a Reserva de la Biosfera de la Unesco, con el Hub de Innovación Rural, con el Plan de Sostenibilidad Turística, que tiene como principal objetivo convertir Aran en una destinación verde y sostenible a través de diversas actuaciones centradas en materias como la movilidad, la diversificación de puntos de interés natural, la apuesta por las tecnologías y la innovación y la promoción del comercio local y la agroalimentación, o con el proyecto de gestión forestal que trabaja con el objetivo de reducir la huella de carbono y diversificar la economía del territorio. Y, por todo ello, apostamos, sin lugar a duda, también por esta candidatura olímpica.
¿Porque, alguien puede pensar que no somos sino los pirenaicos y las pirenaicas los primeros interesados en mantener vivo nuestro territorio? Mantener un Pirineo vivo es, también, mantener a su gente allí, dándoles oportunidades y ayudándoles a cumplir sus sueños.
Como servidores públicos tenemos la obligación de pensar en el futuro, un futuro que sí, está lleno de incertidumbres, pero si existe alguna certeza es que, si no actuamos ahora, el futuro que llega es oscuro. Les debemos a la ciudadanía de este Pirineo olvidado la oportunidad de tener un porvenir. Y se lo debemos también a todos y todas los que estuvieron antes, que levantaron esta tierra con sacrificio, esfuerzo y tesón, con respeto por el medio que les rodeaba, con respeto y lealtad a sus raíces, y que lo hicieron pensando en el futuro que nosotros disfrutamos hoy. Somos, todos nosotros, herederos y herederas de su legado, somos hijos e hijas de una misma madre: la montaña. La montaña que nos cuida y nos ofrece cobijo.
¿Es que no tenemos derecho a aprovechar una oportunidad como son unos JJ.OO. para proyectar el Pirineo de las próximas décadas?
¿De verdad alguien cree que somos capaces de dañarla en modo alguno? Yo os respondo: No. Nunca. Jamás. Y por esta razón no resultan aceptables los intentos de dar lecciones de moral paternalista sobre aquello que es correcto y lo que no lo es. ¿Por qué? ¿Es que acaso necesitamos tutelaje para gestionar nuestro territorio? ¿Es que alguien nos considera incapaces de hacerlo bien? ¿Es que no tenemos derecho a aprovechar una oportunidad como son unos JJ.OO. para proyectar el Pirineo de las próximas décadas? Una oportunidad que nos ha de permitir superar el desequilibrio social, económico y territorial que sufrimos, poniendo, de una vez por todas, a las personas en el centro de las decisiones y de las acciones.
Una oportunidad que ha de servir para construir en positivo, para garantizar la igualdad efectiva en derechos y oportunidades en todo el Pirineo, para lograr, de verdad, la sostenibilidad en toda su dimensión: ambiental, territorial y humana. La candidatura olímpica del Pirineo para 2030 comparte, sin lugar a duda, lo valores que definen el olimpismo: la excelencia, la amistad y el respeto. La excelencia en la búsqueda de oportunidades para este territorio y para su gente, para romper, de una vez por todas, con la sensación que los pirenaicos y pirenaicas somos ciudadanos de segunda clase.
La amistad, porque nada lograremos si no somos capaces de ir todos de la mano. El futuro será en red o no será, y sabemos qué resultado obtenemos cuando cada uno va por su lado. Y respeto, sobre todo respeto. Respeto a la tierra, a la gente, respeto al futuro y, si me permitís, respeto a la ilusión colectiva de un territorio que merece Ser y Estar.
Y antes de dar paso al presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, dejadme terminar con poesía de nuevo, porque a todo esto debemos ponerle emoción, sensibilidad y, también, algo de épica: decía el poeta León Felipe; Sino con todos y a tiempo. Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo, porque no es lo que importa llegar solo ni pronto sino juntos y a tiempo. No soltemos las riendas de nuestro futuro y seamos capaces de mirar al horizonte con esperanza, con ilusión y con la responsabilidad que nuestra tierra merece. Muchas gracias.
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