Su última esperanza, tras doce operaciones en siete años, es realizar un costoso tratamiento de células madre para recuperar movilidad en la rodilla izquierda.
La exesquiadora Mariona Boix, 27 años, hizo pública la situación personal que arrastra desde años, pero que hasta la fecha sólo conocía su círculo cercano. Boix coetánea de Núria Pau, retirada este año tras hacer realidad su sueño de ser olímpica en Pekin, y de Julia Bargallo, que abandonó el esquí por diferencias con la RFEDI, lleva la friolera de siete años arrastrando una lesión que podría dejarla coja. Su última solución fue organizar una campaña de micro mecenazgo para sufragarse un costoso tratamiento de células madre. La buena acogida de su llamamiento “Ayúdame a recuperar mi rodilla” (8.000 euros en dos semanas de los 16.000 que necesita para su tratamiento) le permitió entrar lunes 4 de junio al quirófano y someterse a la primera parte del tratamiento para extraer sus células madre, a través de la médula ósea, en la Clínica Teknon de Barcelona.
Mariona Boix no habla de error médico inicial, si lo hubo, ni tampoco cita a la RFEDI que en esos años si debía gestionar su lesión por estar integrada en las estructuras deportivas de la temporada 2015-2016
Mariona Boix nacida en San Martí de Centelles (Osona, Barcelona) fue campeona de España de slalom y subcampeona de gigante el año 2014 en Sierra Nevada. Tenía 19 años y estaba integrada en las estructuras deportivas de la RFEDI. Una promesa en ciernes, pero un año después disputando una carrera sufrió una grave lesión de rodilla (rotura ligamento cruzado anterior, menisco interno y lateral interno) de la que no salió bien parada, aunque tampoco habla de error médico. Ni tampoco cita a la RFEDI que en esos años si debía gestionar su lesión, ya que Boix estaba integrada en las estructuras deportivas de esquí alpino femenino de la RFEDI (temporada 2015-2016).
Esta semana entró al quirófano para hacer la primera parte del tratamiento y someterse a la extracción de la médula ósea
Mariona Boix en el escrito donde explica su situación y la necesidad de organizar un micro mecenazgo para obtener 16.000 euros y pagarse su último tratamiento deja constancia de que «me operé al poco tiempo y las probabilidades de éxito eran altas, pero a veces, no todo sale como uno quiere o espera. A partir de allí, empezaron a surgir muchos problemas hasta el punto de verme obligada a dejar el deporte de alto nivel y el deporte en general. Ese momento fue muy duro de aceptar y gestionar, ya que era un deporte que practicaba desde los tres años, era mi mayor pasión y nunca más podría alcanzar mis sueños/objetivos. Pero esto solo fue el principio de un largo calvario».
Los problemas de movilidad en su pierna izquierda se convirtieron en un calvario y el problema se agravó. “Después de siete años, he sido intervenida doce veces de la rodilla -última abril 2022-. El problema que tengo desde hace unos años es que, al flexionar la rodilla, la rótula se queda bloqueada a causa de la lesión y deterioro del cartílago articular. Esto hace que a día de hoy no pueda ni siquiera andar con normalidad, al no poder flexionar, y necesito muchas veces hacerlo con la ayuda de las muletas, además del dolor y dificultad en mi día a día, y del no poder conducir un coche con embrague.”
En su larga explicación Mariona destaca que «sólo he podido trabajar un año y medio de mi vida y me he pasado dos de baja. Y a partir de ahora, tendré que buscar un nuevo trabajo que se adapte a mis necesidades, ya que de lo que estudié no puedo ejercer. Además, hace medio año también me reconocieron un grado de discapacidad del 33%».
En su escrito Mariona Boix finaliza destacando que «a lo largo de estos años, he visitado a los mejores profesionales del sector, he hecho infiltraciones, rehabilitación, pero nada de esto ha hecho que diéramos con la solución definitiva. Actualmente, estoy con uno de los mejores equipos médicos de traumatología de Barcelona, pero para seguir mejorando, descartan cualquier otra intervención. La única solución que tengo para mejorar, pasa por realizar un tratamiento de células madre cultivadas con el objetivo de regenerar el cartílago dañado y ganar elasticidad en los tejidos. Este tratamiento consiste en obtener, en primera instancia, mis células madre, a través de la médula ósea mediante punciones en la parte posterior de la pelvis y bajo anestesia. Posteriormente, estas células se trasladan al laboratorio y son seleccionadas y cultivadas durante tres semanas para multiplicarse y superar los 250 millones. Finalmente, se introducen en la rodilla. Los tejidos se regeneran desde el primer momento y continúan regenerándose en años sucesivos de manera natural. Mediante este método, se genera tejido nuevo donde antes no lo había, con lo que la lesión desaparece».
Según los médicos, las probabilidades de que el tratamiento tenga éxito y Mariona pueda recuperar la funcionalidad y movilidad de la rodilla izquierda son muy altas, aunque el resultado solo podrá ser valorado, como mínimo, pasados unos seis u ocho meses.
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