La pista Barcelona es el nuevo trazado para los esquiadores de nivel que visitan La Molina y a la vez quiere acoger competiciones de descenso y supergigante de esquí alpino.
La estación de esquí y montaña de La Molina (Cerdanya) presentó a los medios la pista Barcelona. El trazado aspira a convertirse en una pista de velocidad homologada por la Federación Internacional de Esquí (FIS). Los técnicos de la FIS reconocerán su perfil del trazado la próxima semana, pero no será hasta testarla con nieve cuando den el visto bueno a su homologación.
En la actualidad no hay ninguna pista de velocidad, modalidad alpino, homologada en la vertiente pirenaica española. Si la hay en el Pirineo andorrano, que este año acogerá por segunda vez la finales de la Copa del Mundo de esquí alpino.
La pista Barcelona está pendiente de su homologación por parte de la FIS para poder acoger competiciones de descenso y supergigante de esquí alpino.
La pista Barcelona en su totalidad tiene 4,75 kilómetros de longitud, 859 metros de desnivel y hasta un 61 por ciento de pendiente, aunque en la homologación -ver recuadro- tiene otra longitud. El trazado originariamente fue inaugurado el año 1954, pero por falta de inversión en la zona quedó relegado con el paso de los años. Este verano se realizó una importante inversión para dotar la zona de nieve de cultivo con la instalación de 73 cañones de última generación. La pista quiere convertirse en un nuevo punto atracción para los esquiadores de nivel que visitan La Molina y a la vez poder acoger competiciones de descenso y supergigante de esquí alpino.
La pista Barcelona casi con toda seguridad será la pista de velocidad de los “futuribles” Juegos Olímpicos Pirineus-Barcelona.
Los datos de la pista Barcelona
Longitud: 3.080m
Cota de salida: 2.490m
Cota de llegada: 1.740m
Desnivel: 750m
Ancho: 70m
Pendiente máxima: 61%
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