Ricardo Adarraga (1965) representa el mito del self made sportman o que es lo mismo el deportista hecho a sí mismo. Continuador de una saga de grandes atletas, Ricardo se ha convertido a base de esfuerzo y voluntad en el gran referente latino de la disciplina del kilómetro lanzado. De origen guipuzcoano, nacido en Barcelona y criado en Madrid, aunque desde los 18 años viviendo en Alemania, Ricardo Adarraga es el “padre” del Kl español y el referente para las nuevas generaciones. Turiski habló pausadamente con el campeón español antes de su debut en la copa del mundo de Grandvalira. El veterano esquiador está muy ilusionado con la celebración del primer Campeonato de Esapaña de KL.
Hace más de una década ,19 abril 2005, te convertiste en el primer español, y hasta la fecha único, en superar la barrera de los 200 km/h ¿En algún momento pensaste que a pesar de ser el gran dominador de la especialidad podrías retirarse sin poder ganar un Campeonato de España?
– Increíble, ya hace más de 10 años de aquello. La verdad es que, aunque al principio intenté animar a la RFEDI e incluso a la Federación Madrileña (FMDI), bien pronto me quedó claro que estaba totalmente sólo en esto y que el KL difícilmente iba a interesar a las organizaciones federativas de mi país. Por tanto, mis esfuerzos se concentraron en llevar el récord de España más allá de los 240 km/h y dejar a la representación española lo más alto posible en competiciones internacionales. Es una agradable sorpresa a estas alturas de mi carrera deportiva que por fin pueda participar en un Campeonato de España de esquí de velocidad. Ganarlo ya es otra cosa y aunque pueda partir como favorito, por suerte hay más competidores, que ya vienen pegando fuerte. No quiero vender la piel del oso antes de cazarlo.
Tú has sido el gran valedor ante la RFEDI para que se organizara el primer Campeonato de España de KL. Además has hecho el primer reglamento ¿Ha costado mucho conseguir que se organice el primer campeonato estatal?
– La verdad es que sí ha costado un poco. Teniendo en cuenta que llevo en esto desde 2003, la RFEDI, aunque actuaba de intermediaria ante la FIS, nunca mostró mucho interés por el esquí de velocidad. En la temporada 2014/2015 se dieron un par de circunstancias que han facilitado este campeonato: un nuevo presidente de la RFEDI con nuevas ideas, mayor presencia de españoles en competición, un campeonato del mundo de KL en Andorra con la consiguiente atención de los medios españoles y, también hay que decirlo, unos magníficos resultados en copa del mundo 2015 y un noveno puesto en el mundial, en el que incluso estuve liderando la competición en la semifinal. En 2015 los KListas españoles dimos un paso al frente y montamos durante la Copa del Mundo en Andorra, sin la RFEDI y con el inestimable apoyo de Grandvalira, nuestra propia competición, siendo la primera competición de KL netamente española. En mayo de 2015 tuve una primera reunión con May Peus, que me encargó montar las estructuras organizativas para el esquí de velocidad en la RFEDI. Ahora contamos con Robert Puente como delegado y el resto de competidores españoles formamos el grupo de trabajo. Finalmente, May Peus nos dio luz verde para montar el primer campeonato de España de esquí de velocidad durante la Copa del Mundo en Andorra. A la hora de crear el reglamento hemos pensado sobre todo en facilitar la participación. Incluso corredores de alpino con experiencia en descenso o supergigante pueden participar directamente en la categoría reina S1 sin pasar por SDH.
¿Qué necesita el esquí de velocidad para que deje de ser una especialidad tan minoritaria en España y Europa?.
Fundamentalmente un par de pistas de KL. A ser posible permanentes y abiertas al público a velocidades entre 100 y 120 km/h, sobre todo para fomentar el esquí de velocidad entre los juniors. También necesitamos una buena pista de KL en la que se puedan superar los 200 km/h. Estoy seguro que en el Pirineo hay posibilidad para ello. Además de eso necesitamos un mínimo soporte económico por parte de federaciones y patrocinadores. Ahora mismo recibimos cero. En cambio, en países como Suecia, Austria o incluso en Gran Bretaña hay un presupuesto dedicado a la disciplina. El KL en este momento es como podría ser el esquí hace 50 años. Los corredores corremos con todos los gastos. No recibimos ni un euro por participar y rara vez por ganar. Incluso hay competiciones en las que tenemos que pagar para poder participar. Eso complica mucho la situación. Todos tenemos un trabajo aparte y algunos, familia, y hay que compatibilizar todo. En general los que empiezan en esto tienen que tener una base económica y tiempo. El KL se hace por puro amor al deporte. En este momento gente joven tiene muy difícil empezar sin algún apoyo.
En el año 1992 fue deporte de exhibición en los Juegos Olímpicos de Albertville. ¿El KL podría volver al programa olímpico?
– Veo muy difícil que el KL vuelva a ser olímpico. La FIS tiene limitado por el COI el número de disciplinas deportivas olímpicas. Las tradicionales como el alpino y nórdico, ya tienen, lógicamente, ocupados dos tercios, el resto se va a disciplinas de moda cómo el snowboard, ski-cross o el freestyle. Además, hoy en día en los juegos olímpicos lo que prevalece es el negocio rápido. El esquí de velocidad, la Fórmula 1 del esquí, el deporte no motorizado más rápido, tiene mucho en común con los deportes de vela o el surf. Depende mucho de la meteorología. No podemos esquiar con niebla cómo en un eslalon o acortar la pista como se suele hacer en descenso si las condiciones no acompañan. Si quieres ir a 200 km/h todo tiene que estar perfecto y eso nunca está garantizado. Demasiado riesgo para los que quieren beneficio rápido y hora fija en televisión. El KL en los juegos de Albertville fue sensacional y un gran éxito. Después del descenso fue la competición más vista en TV. Por eso no pierdo la esperanza., aunque a mí desgraciadamente ya no me tocará.
¿Tenemos cantera de KL en España o cuando tú te retires el KL desaparecerá de los deportes de invierno españoles?
– En este momento contamos además de mí, con el barcelonés Eduard Manrique y los madrileños, París Arroyo y Juan Carlos Sánchez en la categoría reina S1 y con Pablo Abarca en SDH. Están empezando, son jóvenes y muy buenos esquiadores con potencial. Pero conforme acaben sus estudios, empiecen a trabajar o incluso formen una familia la situación ahora mismo es complicada. Sólo si hay verdadera pasión y se está dispuesto a asumir grandes sacrificios por este deporte hay posibilidad de mantenerse competitivo. Dependiendo de lo que ocurra en los próximos años veremos si el KL se mantiene o se convierte en la “sección de salto de esquí.