Juan Meseguer es el responsable de las velas del equipo American Magic de la Copa del América. El diseñador desvela los desafíos y expectativas para recuperar la Jarra de Plata.
Juan Meseguer (Valencia) es un diseñador de velas reconocido mundialmente, que en la actualidad es el responsable de las velas del equipo American Magic de la Copa del América. Con más de dos décadas de experiencia, ha dejado su huella en los mejores equipos de vela, participando en eventos como la Copa del América y regatas de vuelta del mundo. Ahora, en sus manos está concebir y desarrollar la mayor propulsión para que Estados Unidos recupere la Jarra de Plata que perdieron en 1983.
¿Cómo fue su llamada de American Magic?
La verdad es que me sorprendió bastante. Mi última America’s Cup fue la edición Deed of Gift 2010 con Oracle y luego vinieron varias ediciones con mástiles ala y nuestro trabajo disminuyó bastante. En la anterior edición volvieron las velas mayores textiles, pero al haber pocos equipos no me surgió la oportunidad. Me acuerdo perfectamente de su llamada. Estaba navegando en PalmaVela con el maxi Magic Carpet, era un día lluvioso y recibí un email de Scott Ferguson, con quien ya había trabajado en la Copa de 2003 con Prada y la de 2010, además de los proyectos Telefónica de la Volvo Ocean Race. En su mensaje me decía “¿Estás interesado en trabajar con American Magic? ¿Por qué no me contestas mis skypes?” Como esos días estaba regateando no me conecté a Skype. Le dije que sí estaba interesado y la siguiente semana hablamos sobre mi visión y la suya. Después hablamos conjuntamente con Scott y Terrry (Hutchinson). Negociamos el aspecto económico y llegamos a un acuerdo.
Juan Meseguer: «En esta vida a veces hay que apostar en grande y eso es lo que he hecho con mi compromiso con American Magic. Es una gran oportunidad que no podía dejar pasar»
¿No le sorprendió que un equipo tan vinculado a Quantum Sails cambiara North Sails?
Es un tema conflictivo de contestar. Ellos ya habían decidido el cambio, aunque no sé cuándo tomaron la decisión. Cuando hablaron conmigo ya habían fichado a una persona de North Sails porque les convencía la tecnología del software y el producto final, pensaban que para ganar debían dar un paso adelante en la parte aerodinámica. Yo ya sabía del cambio de marca antes de que me llamaran a mí, pero no sospechaba que me harían una propuesta. Curiosamente, unos meses antes hablando con los franceses me dijeron si yo no estaba con American Magic, y les respondí que no, y me comentaron que ellos pensaban que estaba fichado por ellos.
¿El equipo es cómo a priori pensabas que sería?
Yo he llegado de los últimos, y curiosamente mi departamento se construyó de abajo a arriba, para no retrasar ciertos trabajos iniciales con las velas. Es curioso, pero yo como jefe del departamento fui el último en incorporarme. Yo no tuve la opción de elegir mi equipo, pero estoy muy contento con ellos, y si tuviera que elegir desde cero los escogería a ellos. Habían hecho unas elecciones muy buenas, Terry ha hecho un gran trabajo buscando las mejores figuras técnicas posibles para cada departamento, personas muy válidas técnicamente y a la vez con mucha hambre de ganar. Ha sabido crear un buen ambiente entre todo el equipo y a coordinarnos muy bien a los diferentes departamentos, y Scott lo está ejecutando de maravilla.
«En Barcelona las olas son más confusas, que en Valencia, aunque son iguales para todos los equipos»
¿Ha cambiado mucho la película desde Valencia 2007?
Aquí en Barcelona las olas son más confusas, aunque son iguales para todos equipos. Es una nueva incógnita en las ecuaciones referentes al diseño, pero también hará que el espectáculo sea doblemente más picante, por el posible tamaño de las olas y por su influencia en el manejo del barco y los resultados. Técnicamente tiene influencia, creo que todos los equipos buscamos lo mismo, saber combinar el cálculo teórico de la influencia del mar con la practicidad. Encontrar ese equilibrio será clave.
Hablemos de velas. ¿Es muy complicada la mayor de dos caras?
Para mí es algo nuevo, era un gran reto. El resto de equipos tienen diseñadores de velas que ya hicieron la anterior Copa, mientras que nosotros no tenemos esa experiencia. Creemos que hemos aprendido mucho con los AC 40 pero los 75 son otro mundo. Hay que pensar que una cara de la vela puede succionar a la otra, saber cómo interrelacionarlas es muy importante. La rotación del mástil y el pajarín son muy importantes, pero especialmente el ángulo del carro de la vela mayor, son las tres herramientas para que tienen los trimmers para que ambas velas interactúen bien.
«La tecnología de simulación actual no está al nivel de poder darnos información en el diseño de las velas»
¿Cree que las velas mayores de doble cara llegarán a los barcos de producción?
Será complicado, y aunque los mástiles podrían ser más anchos para incluir la doble relinga pienso que no tiene sentido para barcos lentos, sí para los que foilean o navegan realmente muy rápidos.
¿Son más sencillos los foques actuales?
Tienen su misterio, porque los foques de los barcos con foils requieren que sean muy planos, y cuanto más plana sea cualquier tipo de vela, son más difíciles técnicamente. Combinar una forma muy plana sobre una membrana tiene un alto nivel de complejidad, además de las cargas y su adaptabilidad en función de si el barco está foilenado o no.
¿Los simuladores les ayudan en el diseño de las velas?
Es todo lo contrario porque nuestro trabajo se basa en VPP (Programa de Predicción de Velocidad) y somos nosotros quienes alimentamos el software del simulador con nuestros VPP. La tecnología de simulación actual no está al nivel de poder darnos información.
«La incertidumbre sobre las condiciones del viento y las olas provocará sorpresas en el campo de regatas de Barcelona»
¿Le queda vida más allá de la Copa América?
A nivel personal, claro, tengo mujer, un hijo y otro en camino, jajajaja. A diferencia de mis anteriores campañas de AC, en las que seguía ligada a mis proyectos de TP52, Maxis y otras clases, en esta ocasión mi dedicación como responsable del departamento es plena durante estos dos años de trabajo. Confío en que cuando termine mis antiguos clientes no se habrán olvidado de mí y me volverán a llamar, pero ha sido mi elección. En esta vida a veces hay que apostar en grande y eso es lo que he hecho con mi compromiso con American Magic. Es una gran oportunidad que no podía dejar pasar, estoy muy contento con la decisión. Espero que dentro de 3 o 4 años pueda seguir contándote lo mismo, jajajaja.
¿Crees que veremos sorpresas?
Definitivamente. Tecnológicamente sigue abierto a diferentes soluciones. La incertidumbre sobre las condiciones del viento y las olas provocará sorpresas.
¿Marea mucho al hombre de la meteo?
No es necesario porque él y su equipo están trabajando muy duro. Tiene mucha experiencia, tanta que puede darnos información antes de que se la pidamos. Estamos muy bien coordinados y tenemos un intercambio de información muy fluido. Lo más importante es saber dónde colocamos los cruces de velas, adaptándolos a las expectativas de las condiciones que habrá en 2024. Es muy importante definirlas porque en esta ocasión sólo podremos fabricar seis velas mayores, dos de ellas se utilizarán para las primeras pruebas del barco y por lo tanto sólo nos quedarían cuatro para desarrollar teniendo que cubrir dos rangos de viento. Hay muy pocas velas mayores. Podemos hacer 15 foques, que parece mucho, pero si tenemos en cuenta que hay cuatro rangos de viento, no son tantos de cada uno de ellos. Esta limitación de velas hace que nuestro trabajo en el departamento de navegación sea muy exigente. Recuerdo que en Valencia 2007 podíamos hacer unas 25 velas mayores, te permitía cometer un error y no era un problema. Esta vez el margen de error no existe.
¿Le resulta muy útil la experiencia en el AC40?
Aprendemos mucho del AC 40 para el AC 75, es un laboratorio excepcional. El quid de la cuestión es qué se puede aprovechar y qué desechar, cómo escalar lo aprovechable. Intentamos escalar el modelo para que sea lo más preciso posible, de modo que los cálculos de datos sean lo mejor posible. Ver cómo triman las velas, cómo manejan el barco, qué sucede, es una información muy valiosa para nosotros. Nos transmiten lo que harán diferente en el 75, su intuición de lo que cambiará en la navegación del gran barco.
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