Ángel Vallejo Rosen, una figura central en la historia del himalayismo vasco, falleció en Vitoria-Gasteiz a los 81 años aquejado de una débil salud. Nacido el 17 de julio de 1942 en Biarritz, Rosen dejó un legado imborrable en el alpinismo. Desde joven se trasladó a Vitoria-Gasteiz, donde comenzó a forjar su carrera como montañero. Profesionalmente, trabajó como delineante industrial y fue presidente nacional del Grupo de Alta Montaña Español (GAME) e instructor en la Escuela Nacional de Alta Montaña (ENAM).
En 1974, Vallejo Rosen se convirtió en pionero al ser uno de los impulsores de la primera expedición vasca al Everest, patrocinada por el empresario Juan Celaya de la dueño de la empresa de pilas Cegasa, ubicada en Vitoria-Gasteiz. La expedición de 1974 tomo el nombre de uno de sus productos más conocidos por aquellos años, las pilas Tximist. Celaya un apasionado de la montaña,apoyó económicamente las dos primera exoediciones vasvas en los años 1974 y 1980.
Ángel Vallejo Rosen fue uno de los cinco alpinistas que participaron tanto en la expedición de 1974 como en la de 1980. En esta última, Martín Zabaleta y Pasang Temba lograron finalmente colocar la ikurriña en la cima del Everest, un logro que se debió en gran parte a la experiencia acumulada en la expedición anterior. Rosen alcanzó idéntica altitud en ambas ocasiones: 8.550 metros. En ambas, el mal tiempo, especialmente el viento, les obligó a renunciar a la cima.
Autor del libro «Así fue la expedición ‘Tximist’ al Everest 1974», Vallejo Rosen compartió sus experiencias y conocimientos, inspirando a futuras generaciones de montañeros. Su legado perdura en las cimas que conquistó y en los corazones de aquellos que, gracias a él, se atrevieron a soñar con lo imposible. Trasladó su pasión por la montaña a su hijo Juan Vallejo con nueve ochomiles y más de 30 expediciones al Himalaya, muchas de ellas en compañia de Juanito Oyarzabal.