La atleta Laura Orgué regresa a la gran competición, tras superar una rotura del peroné derecho que la ha tenido 3 meses y 3 días en el dique seco. La lesión se la hizo entrenando en el tramo final de la temporada de esquí de montaña. Orgué tomará parte -viernes 24 de junio- en la segunda copa del mundo de kilómetro vertical de Santa Caterina (Italia), título que defiende la atleta catalana, aunque por precaución ha desestimado participar 48 horas después en la segunda prueba, la Livigno Skymarathon, de 34 Km y 2.700 m de desnivel. No hay que olvidar que la temporada pasada Orgué se proclamó por primera vez campeona de las Skyrunner World Series en versión SkyRace (media distancia) y revalidó por cuarta vez consecutiva el título de la copa del mundo del Kilómetro Vertical.
Buenas sensaciones
La atleta del RSM Spain llega a la prueba italiana con buenas sensaciones en las piernas después de ganar tres pruebas domésticas -Casamanya Extrem Vertical Race (Andorra), Milla Vertical d’Àreu y Vertical dels Isards (Andorra)- que le permiten afrontar con optimismo sus nuevos retos deportivos. “Los Kilómetros Verticales son mi prueba, pero vengo de una lesión así que esta carrera será como una prueba de fuego. De momento las sensaciones que he tenido han sido buenas y los tiempos que he ido haciendo también, pero no es lo mismo competir en la Copa Mundo donde están las mejores. Después de esta carrera sabré donde estoy y cómo he de seguir trabajando. Al margen de los nervios añadidos por ser mi primera Copa del Mundo tras la lesión, estoy súper ilusionada por poder ponerme de nuevo un dorsal de la Copa del Mundo y regresar al circuito”.
Orgué sólo participara en el KL de viernes. La prueba sale de la base de la estación de esquí de Santa Caterina (1.739 m) y asciende hasta el collado de Costa Sobretta (2.739 m) con un total de 2,9 km de metros y 1.000 metros de desnivel. El recorrido se desarrolla entre hierba, pastos y un tramo final entre rocas que acaba con una última sección en la que hay colocada una cuerda fija para proporcionar seguridad a los atletas en los últimos metros.