Sylvain Saudan murió a los 87 años (14 julio) en su residencia de Les Houches (Chamonix). Con la desaparición del esquiador y guía de montaña suizo el mundo del esquí extremo pierde al padre e «inventor» de esta modalidad. Saudan conjuntamente con con los franceses Patrick Vallençant (1946-1989) y Jean Marc Boivin (1951-1990), ambos fallecidos prematuramente en sendos accidentes, están considerados los pioneros del esquí extremo o freeride. Nacido el 23 de septiembre de 1936 en Lausana, Suiza, Saudan no solo fue un esquiador extremo, sino un pionero que revolucionó la manera en que se concebía el esquí en terrenos imposibles. Su apodo, «el esquiador de lo imposible», resume perfectamente su enfoque visionario hacia el deporte de la nieve.
Primeros logros y el inicio de una leyenda
Sylvain Saudan comenzó su relación con la montaña como guía y monitor de esquí en su Suiza natal. Desde joven, mostró una inclinación por los desafíos, una característica que definiría toda su carrera. Su búsqueda de lo inexplorado y lo inalcanzable lo llevó a esquiar montañas que, hasta entonces, se consideraban inabordables para cualquier esquiador.
Innovaciones Técnicas: El Giro por Salto
Una de las contribuciones más significativas de Saudan al esquí extremo fue el desarrollo de la técnica de giro por salto, también conocida como giros de «limpiaparabrisas». Esta técnica le permitió descender con seguridad por pendientes extremadamente pronunciadas, algo que los giros de salto tradicionales no podían ofrecer. Utilizando bastones de esquí largos, Saudan plantaba uno cuesta abajo, inclinaba su peso hacia atrás y giraba sus esquís en un arco controlado. Esta técnica no solo le brindó seguridad, sino que también le permitió esquiar en terrenos hasta entonces considerados imposibles.
Primer esquiador en descender un ochomil en el Himalaya
A lo largo de su carrera, Saudan acumuló una lista impresionante de descensos pioneros. En 1968, descendió el Mont Blanc, la montaña más alta de los Alpes. En 1969 esquió el Monte Rosa. En 1970, esquiando por el flanco oeste del Eiger, demostró su destreza en una de las caras más temidas de los Alpes. Este descenso lo catapultó y lo convirtió en una «celebridad» dentro del esquí y alpinismo. Su descenso duro dos horas y treinta minutos; esquió sobre una pendiente de inclinación entre 55º y 47º y sobre un desnivel de 1.500 metros. Y, no hay que olvidar que lo hizó con esquis, fijaciones y botas de los años setenta.
Uno de sus logros más notables fue en 1972, cuando escaló y luego descendió esquiando por la cara suroeste del Denali (Monte McKinley) en Alaska, la montaña más alta de América del Norte. Este descenso fue un testimonio de su habilidad y valentía, consolidando su reputación como el mejor esquiador extremo de su tiempo. En 1976, Saudan viajó por primera vez al Himalaya, descendiendo el Pico Nun (7.077m) , y más tarde una serie de otros picos en Nepal y el Karakoram. Sus entreneos bajando con esquis couloirs y tarteras de piedras se hicieron célebres.
En 1982 descendió el Gasherbrum I de 8,070 metros
El punto culminante de su carrera llegó en 1982, cuando a los 46 años, descendió esquiando el Gasherbrum I en Pakistán, de 8,070 metros de altura. Este descenso no solo fue notable por la altitud, sino también porque se realizó en una pendiente de 50 grados, lo que lo convirtió en el descenso más largo y el más difícil jamás realizado hasta la fecha en una montaña de 8.000 metros. Tal proeza convirtio a Sylvain Saudan en el primer esquiador extremo en descender una de las 14 montañas más altas de la tierra.
Saudan también fue uno de los pioneros en el desarrollo del heliesquí en Canadá, particularmente en la Columbia Británica. Este nuevo enfoque permitió a los esquiadores acceder a zonas remotas y vírgenes, ofreciendo nuevas oportunidades para el esquí en nieve polvo profunda. El año 2007 sobrevivió a un accidente de helicóptero en Cachemira.
Sylvain Saudan deja un legado indeleble en el mundo del esquí extremo. Su enfoque innovador, su valentía y su habilidad técnica redefinieron lo que era posible en el esquí de montaña. Su vida y logros siguen inspirando a esquiadores y aventureros de todo el mundo, y su memoria perdurará como el primer esquiador que fue capaz de descender con esquis una montaña de 8.000 metros.
