Los alpinistas japoneses Kazuya Hiraide, de 45 años, y Kenro Nakajima, 39, se encuentran desaparecidos en la cara oeste del K2. La posibilidad de rescatarlos con vida es remota, pero las labores de búsqueda continúan. La comunidad alpinista internacional mantiene la esperanza y la solidaridad con las familias y amigos de los escaladores desaparecidos, mientras se enfrentan a la incertidumbre y la dureza de la naturaleza de una dura montaña como el K2.
Los dos escaladores tuvieron un accidente- sábado 27 de julio- mientras intentaban abrir una nueva ruta en la cara oeste del K2, la segunda montaña más alta del mundo. Al parecer sufrieron una caida desde unos 7.500 metros. Fieles a su estilo, Hiraide y Nakajima se disponían a atacar la cara oeste. La ruta es conocida por su extrema dificultad y aislamiento, y pretendian hacerla con estilo ligero y utilizando el uso mínimo de cuerdas fijas y de apoyo. Hasta la fecha, solo una expedición rusa en 2007, liderada por Viktor Kozlov, ha logrado escalar esta vertiginosa pared, utilizando técnicas pesadas que implicaron equipar toda la ruta y establecer siete campamentos a lo largo de dos meses.
La pasión exploratoria de Kazuya Hiraide es legendaria. El escalador, ganador de tres Piolets d’Or, siempre ha buscado nuevas líneas y montañas desconocidas. Cuando se le preguntaba por su actual motivación. Hiraide respondía que «a mí me mueve la búsqueda de lo desconocido y la belleza de la montaña y de la solución para escalarla”.
Rescate urgente pero sin suerte
Kazuya Hiraide y Kenro Nakajima llegaron a Pakistán a mediados de junio para emprender uno de los proyectos más ambiciosos en el alpinismo actual: una nueva ruta en la cara oeste del K2. Tras darse la señal de alarma, un helicóptero de rescate avistó dos figuras inmóviles que se cree podrían ser Hiraide y Nakajima. Las imágenes no son concluyentes, pero las esperanzas de encontrarlos con vida son cada vez más escasas debido a las duras condiciones en la montaña y el tiempo transcurrido sin contacto.
El secretario del Club Alpino de Pakistán, Karrar Haidri, que esta colaborando en las labores de rescate manifestó que se enviaron dos helicópteros del Ejército paquistaní a la zona donde los escaladores habían desaparecido y, aunque «vieron los cuerpos de los escaladores, los rescatistas volvieron con las manos vacías». Según Haidra, los cuerpos parecían inmóviles, aunque todavía no se les ha dado oficialmente por muertos. Los intentos de rescate son extremadamente arriesgados en el K2 debido a los fuertes vientos y las duras condiciones meteorológicas impredecibles. Si el tiempo lo permite está previsto lanzar una clásica operación de rescate desde tierra.
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