Nirmal Purja: récord de los 14 ochomiles sin oxígeno entre la indiferencia del mundo alpinista

Opinión

Nuevo récord mundial en el himalayismo

El 4 de octubre de 2024, el alpinista nepalí estableció un récord al escalar los 14 ochomiles sin oxígeno en 2 años, 4 meses y 28 días, superando la marca de 7 años y 10 meses lograda por el coreano Kim Chang-Ho en 2013

La ridiculez se instala en el mundo del alpinismo

Nima Rinji Sherpa, 18 años, el alpinista más joven en coronar los 14 ochomiles con oxigeno

Nirmal Purja
Nirmal Purja logra un récord para los libros, pero sin repercusión mediática ni reconocimiento en el mundo alpinista. (Copyrigh/@nimsdai)

El 4 de octubre de 2024, Nirmal Purja  hizo historia al convertirse en la persona más rápida en escalar los 14 ochomiles sin oxígeno suplementario, con un tiempo récord de 2 años, 4 meses y 28 días. En un mundo donde la velocidad y la eficiencia son aplaudidas, este logro debería haber sido recibido con admiración. Sin embargo, el eco mediático ha sido prácticamente inexistente. El nuevo reto de Nirmal Purja, también conocido como Nims, no ha captado la atención de una comunidad alpinística internacional que parece haberle dado la espalda, o quizá el silencio se deba a las acusaciones que pesan sobre su figura.

Récord en tiempo récord

El récord de Purja en los ochomiles es irrefutable. Hasta ahora, el mejor tiempo para completar la lista de las 14 montañas más altas del mundo sin oxígeno era el del coreano Kim Chang-Ho (1969-2018), que lo logró en 7 años, 10 meses y 6 días. Chang-Ho, un alpinista respetado por su enfoque silencioso y su estilo sin concesiones, nunca buscó la fama ni los focos. Su récord, conseguido en 2013, no generó titulares ni causó revuelo en la prensa internacional. El destino fue cruel con él, falleciendo en 2018 en una avalancha en el Gurja Himal (7.193 metros).  Hoy, su hazaña sigue siendo mencionada como una anécdota en la historia del alpinismo.

En contraste, la velocidad se ha convertido en el pilar del éxito para Purja. En un mundo de redes sociales y hazañas retransmitidas en tiempo real, la rapidez con la que ha escalado estos gigantes de piedra y nieve le ha valido portadas y el aplauso de algunos sectores. Sin embargo, el enfoque que adopta Purja parece haberse distanciado de los valores fundamentales del alpinismo clásico.

Ética y técnica, en segundo plano

La velocidad es sólo una parte del montañismo. Los grandes alpinistas no solo han sido rápidos, también han sido guardianes de una ética rigurosa, han demostrado compromiso con la montaña y han seguido un código ético que respeta tanto al entorno como al desafío que se enfrentan. Reinhold Messner, el primer hombre en escalar los 14 ochomiles sin oxígeno, lo hizo a lo largo de 16 años con una determinación feroz pero pausada, priorizando la seguridad y el respeto por la montaña sobre cualquier otro objetivo.

Con Nims, la narrativa cambia. Su enfoque, centrado en romper récords y atraer atención mediática, ha dejado en segundo plano los valores tradicionales del alpinismo. La crítica surge de muchos sectores que ven en estas ascensiones algo más cercano a una empresa comercial que a un verdadero reto de exploración y autodescubrimiento. Su estilo ha devorado la esencia de lo que el montañismo representa para muchos: paciencia, técnica, respeto y, sobre todo, un compromiso más allá de la conquista.

Acusaciones que ensombrecen el logro

A esta situación se suman las acusaciones de conducta sexual inapropiada que pesan sobre Nirmal Purja. Tanto la montañera finlandesa Lotta Hintsa como la doctora estadounidense April Leonardo han señalado al alpinista por comportamientos indeseables en el entorno de las expediciones. Las denuncias públicas han puesto una sombra de duda sobre su reputación y podrían ser uno de los factores detrás de la indiferencia mediática hacia su último logro.

El ascenso de Nirmal Purja a la cima del Shishapangma, su último ochomil, no fue acompañado del ruido mediático que caracterizó sus anteriores éxitos, como su «Project Possible» en 2019, cuando completó los 14 ochomiles en solo 6 meses y 6 días con oxígeno suplementario. Esta vez, la indiferencia parece haber hablado más alto que los elogios.

En honor a la verdad, la última gesta de Nirmal Purja fue liderar la histórica ascensión invernal al K2 en enero de 2021, de recuerdo trágico. Guió la cordada nepalí y fue el único en alcanzar la cima sin oxígeno suplementario, consolidando su posición como un referente indiscutible en el alpinismo de élite.

El himalayismo comercial se comió el alma del alpinismo

En muchos sentidos, el caso de Nims refleja el declive de un tipo de alpinismo que, en los últimos años, ha sido devorado por la comercialización. Las montañas más altas del mundo han sido reducidas a trofeos en la vitrina de logros personales de los llamados «turistas de altura», con el oxígeno suplementario y los equipos de apoyo erosionando la esencia del desafío. Este contexto explica, en parte, la indiferencia hacia la proeza de Nims. Las grandes montañas del Himalaya se han vuelto más un negocio comercial o una carrera contra el cronómetro que una prueba de compromiso y habilidad.

En este panorama, el récord de Purja representa un triunfo en términos de velocidad, pero nada más. Y mientras la figura de Purja queda atrapada en la controversia, el verdadero espíritu del alpinismo, para muchos, parece haberse perdido en el camino.

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  • Miquel Ribas

    Periodista y Editor de Turiski