El río Ivindo, una joya oculta en el corazón de Gabón, ha sido testigo de una de las expediciones más audaces en la historia del kayak de aguas bravas. Adrian Mattern, Dane Jackson, Kalob Grady y Bren Orton lograron el primer descenso de este enigmático rio africano, que serpentea entre la densa selva tropical del Parque Nacional Ivindo. Esta aventura, documentada en el documental ‘Gabon Uncharted: Sending Ivindo Falls’, estrenada en Red Bull TV, marca un hito en la exploración de uno de los territorios más salvajes y vírgenes de África.
El Río Ivindo y su contexto natural
El Ivindo, principal afluente del río Ogooué, fluye a lo largo de unos 500 kilómetros, atravesando paisajes dominados por vastos bosques primarios. Desde su nacimiento cerca de la frontera con la República del Congo, hasta su desembocadura en el Ogooué, este río alberga un mosaico de biodiversidad, incluyendo gorilas de llanura, elefantes y especies raras como el cocodrilo hociquifino africano. A lo largo de su curso, se encuentran maravillas naturales como las cataratas de Kongou y Mingouli, reconocidas por su impresionante belleza y fuerza.
El Parque Nacional Ivindo, donde se encuentra el tramo inferior del río, es un área protegida desde 2002 y de casi 300.000 mil hectáreas, famosa por su ecología única. Makokou. El año 2021 fue incluida en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. Las cataratas del río han sido objeto de exploraciones anteriores, incluida la expedición de Olaf ‘Big O’ Obsommer en 2007, que evitó los rápidos más peligrosos, y un primer intento documentado en 1998 por un equipo de Jackson Hole.
Preparación para la Expedición
La expedición de Adrian Mattern y su equipo, entre los que destacaba, Dane Jakson, quintuple campeón del mundo de kayak freestyle, fue el resultado de años de planificación meticulosa. Antes de lanzarse a la aventura, el equipo completó un curso intensivo de supervivencia para mitigar los riesgos inherentes a la fauna local, como elefantes, hipopótamos, cocodrilos y serpientes. Además, estudiaron detalladamente la hidrología del Ivindo y los desafíos técnicos que representaban sus rápidos y cascadas.
Cada kayakista transportó 49 kilos de equipo especializado, incluyendo cámaras de alta definición, drones y baterías solares para documentar la expedición. Estas herramientas no solo aseguraron un registro visual impresionante, sino que también permitieron explorar secciones del río inaccesibles para la observación tradicional.
Makokou: Inicio de la aventura de 145 km de descenso
Makokou situada en el corazón de la provincia de Ogooué-Ivindo, en el norte de Gabón, es una pequeña ciudad con una rica historia y una ubicación privilegiada a orillas del río Ivindo. Fundada en 1912 por colonos franceses como un punto militar estratégico, Makokou creció alrededor de la minería de hierro, convirtiéndose en un centro regional clave. Hoy, con una población de poco más de 20.000 habitantes, es conocida como la puerta de entrada al Parque Nacional Ivindo, un paraíso natural famoso por sus imponentes cascadas y biodiversidad única.
Desde aquí, los kayakistas y aventureros partieron para explorar uno de los últimos bastiones de naturaleza virgen en África, a través de 145 kilometros de descenso, que culminaron en la confluencia con el río Ogooué. Durante 10 a 12 días, el equipo enfrentó secciones que combinaban toboganes naturales, rápidos descomunales y cascadas verticales. A lo largo del trayecto, la naturaleza se mostró en su forma más pura, con el rugir de las aguas como banda sonora constante.
Los kayakistas se enfrentaron a todo tipo de cascadas, desafiando la fuerza del río Ivindo en una expedición épica por la selva de Gabón. Copyrigh/David Sodomka/Red Bull Content Pool)
Cataratas de Kongou (Kilómetro 40)
Las cataratas de Kongou, un gigantesco sistema de cascadas de 3 kilómetros de ancho, fueron el primer gran obstáculo. Este segmento transformó el río en un intrincado laberinto de canales y rápidos que requerían una precisión quirúrgica. Aquí, el equipo experimentó la magnitud y el poder del Ivindo, enfrentando retos físicos y emocionales al límite de sus capacidades.
Mingouli (Kilómetro 83)
Al llegar al kilómetro 83, encontraron las cataratas de Mingouli, apodadas una de las «Maravillas del Ivindo». Esta sección no solo puso a prueba las habilidades técnicas de los kayakistas, sino también su capacidad de resistencia ante la fuerza implacable del río. Con cascadas imponentes y aguas turbulentas, Mingouli representó uno de los tramos más desafiantes de la expedición.
Kouata Mango y Eldorado (Kilómetro 108)
En el kilómetro 108, alcanzaron Kouata Mango, una cascada de 20 metros conocida como «Toca el Cielo». Aquí también se enfrentaron al rápido Eldorado, un tramo espectacular tanto por su dificultad técnica como por su belleza visual. Esta etapa fue un testimonio del trabajo en equipo, la creatividad y la audacia de los kayakistas.
Tsengue Leledi (Kilómetro 145)
El tramo final del descenso culminó en el rápido más peligroso: Tsengue Leledi. En este segmento, las aguas rugían con una ferocidad inigualable, exigiendo decisiones rápidas y una ejecución perfecta. Este tramo resumió el espíritu de la expedición: superar lo aparentemente imposible.
El río Ivindo: Un Logro Deportivo y un Compromiso con la Preservación
Más allá del logro deportivo, esta expedición tuvo un enfoque en la conservación y la exploración responsable. Al documentar el recorrido, el equipo destacó la importancia de preservar la naturaleza virgen del Ivindo y su ecosistema único. Durante su travesía por el río Ivindo, los kayakistas tuvieron la oportunidad de avistar algunas de las especies más emblemáticas de la selva tropical. Entre los encuentros más memorables se destacaron los elefantes africanos de bosque (Loxodonta cyclotis), visibles desde las orillas, y observaron grupos de chimpancés (Pan troglodytes) y mandriles (Mandrillus sphinx), mientras los sonidos de los mangabeyes coronados (Cercocebus torquatus) y colobos (Colobus sp.) resonaban en la selva.
No vieron en cambio los majestuosos gorilas de llanura (Gorilla gorilla), cuya mayor concentración en Gabón se encuentra en el claro de Langoué ni se cruzaron con un cocodrilo de hocico delgado (Mecistops cataphractus) en peligro de extinción. La biodiversidad del Ivindo no dejó de sorprender, recordando constantemente la riqueza natural de este ecosistema único.
El documental ‘Gabon Uncharted: Sending Ivindo Falls’ presenta no solo los desafíos enfrentados, sino también la majestuosa belleza de uno de los últimos grandes ríos inexplorados del mundo. El reto deportivo de Adrian Mattern, Dane Jackson, Kalob Grady y Bren Orton no solo representa un logro monumental en el mundo del kayak de aguas bravas, sino que también inspira un renovado interés por la exploración de los rincones más remotos de nuestro planeta. El río Ivindo, con sus misterios y maravillas, ahora se erige como un símbolo de la resistencia humana frente a la naturaleza en su estado más puro.