Alex Txikon regresó a Euskadi tras su fallido intento invernal en el Annapurna (8.091 metros). El montañero de Lemoa fue recibido por familiares, amigos y medios de comunicación en el aeropuerto de Loiu (Bilbao), donde compartió los detalles de su experiencia. Acompañado de Eneko Garmendia, cocinero y amigo cercano, Txikon cerró así un capítulo marcado por un inesperada apendicitis aguda que obligó a una evacuación de emergencia y a una operación quirúrgica en Katmandú.
A sus 43 años, Alex Txikon es el ochomilista español más activo y una figura destacada del montañismo internacional. Entre sus logros se encuentran ascensos invernales históricos, como el Nanga Parbat en 2016 y el Manaslu en 2023, todos realizados sin oxígeno suplementario. Además, su carácter afable y su participación en programas televisivos como La Revuelta de TVE han ampliado su popularidad más allá del ámbito montañero.
El fracaso en el Annapurna no es nuevo para Txikon, quien ya intentó esta cima invernal el año pasado, pero decidió retirarse tras semanas de esfuerzos sin éxito. En esta ocasión, la retirada fue forzada, pero el montañero prefiere centrarse en las lecciones aprendidas. “Los proyectos en la montaña no son solo sobre cumbres alcanzadas, sino también sobre el aprendizaje y las experiencias vividas”, aseguró.
Txikon, todavia en proceso de convalencia y con la herida un poco infectada, recordó que estuvo cerca que estuvo de un desenlace más grave.“Experimenté un dolor intenso como jamás había sentido, y al estar en un lugar tan aislado, la situación me asustó”.
La evacuación y la intervención quirúrgica
El pasado 27 de diciembre, a poco más de una hora de llegar al campo base del Annapurna, Txikon comenzó a sentir un dolor abdominal severo que no cedía. Consciente del riesgo que implicaba permanecer en un lugar tan remoto, tomó la decisión de descender rápidamente. Su equipo actuó con celeridad y logró trasladarlo en helicóptero a Katmandú, donde fue operado de urgencia.
“Menos mal que decidí bajar… Si se me llega a pasar, habría seguido subiendo. Como quien dice, he vuelto a nacer. Si me pilla arriba, ya no bajas andando por tu pie”, recordó con el tono cercano que lo caracteriza.
La intervención fue un éxito, pero los médicos le recomendaron un periodo de reposo de al menos tres semanas, lo que hizo inviable continuar con su proyecto invernal.
Un proyecto ambicioso truncado
El reto #OdysseyAnnapurna25 buscaba conquistar el Annapurna durante el invierno astronómico, una hazaña extremadamente compleja debido a las bajas temperaturas, que pueden llegar a -40 grados, y a las condiciones meteorológicas impredecibles. Txikon, reconocido por su enfoque ético y sostenible en el montañismo, había planteado esta expedición como una oportunidad para explorar los límites del alpinismo invernal en su forma más pura.
“Este proyecto era un reto que implicaba no solo superar los límites físicos, sino también conectar con la montaña de una forma pura y auténtica. Sin embargo, la salud está por encima de todo, y lo importante es estar bien para volver a casa”, reflexionó.
Agradecimientos y nuevos horizontes
Durante su regreso, Txikon aprovechó para expresar su gratitud. “Quiero dar las gracias al equipo médico de Katmandú, a mis compañeros de expedición y a todas las personas que, desde la distancia, me han enviado mensajes de ánimo. Estas muestras de cariño son un recordatorio de lo importante que es la comunidad en el montañismo y en la vida”, subrayó. El montañero que debe gaurdadr reposo en los proximos dias ya piensa en sus próximos desafíos.
