Cinco alpinistas ciegos y con discapacidad visual grave han coronado la cima del Galdhøpiggen, la montaña más alta de Noruega y de los Alpes Escandinavos (2.469 m). La cima está situada en el parque nacional de Jotunheimen, en el municipio de Lom, provincia de Oppland. La expedición ha ascendido y descendido los 12 kilómetros de ganancia y pérdida de desnivel en 11 horas y 8 minutos, con una pendiente máxima del 43,1 % en ascenso.
Los cinco invidentes formaban parte de una expedición formada por veintidós alpinistas que el pasado 1 de junio coronó la montaña más alta de los Alpes escandinavos. Entre los expedicionarios han participado los ocho alumnos del curso (siete videntes y uno ciego total) procedentes del País Vasco, Extremadura, Murcia y Madrid; dos profesores; y doce voluntarios veteranos del Grupo de Montaña de la ONCE de Madrid (tres montañeras ciegas totales, uno con discapacidad visual y ocho guías) entre los cuales figuraban tres docentes de los dos niveles anteriores de estos cursos. El objetivo de esta expedición ha sido que los alumnos del curso convivan en las mismas condiciones que se dan en cualquier campo base y se formen en las técnicas de progresión por glaciar, medidas de autoprotección y rescate, pero siempre dentro de la disciplina del Montañismo para Ciegos.
La iniciativa ha estado capitaneada por Francisco Javier Bueno, coordinador técnico del Grupo de Montaña de la ONCE de Madrid y director docente de los “Cursos de Montañismo para Ciegos, Montañismo Adaptado y Trato con Personas Ciegas” de la Fundación Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Los cinco montañeros con su respectivos guías y el resto del equipo abandonaron el campo base a las 7.15 am tras la lluvia caída durante toda la noche, y comenzaron el ataque a cumbre a las 8.16 am. Durante el trayecto, la niebla, la lluvia y la nieve hicieron acto de presencia pero la expedición decidió continuar hasta la cumbre. Finalmente, a las 14.38 horas los 22 alpinistas, entre los que se encontraban las cinco personas ciegas, pudieron hacerse la foto tradicional de grupo en la cima.
Los deportistas ciegos o con discapacidad visual grave practican la montaña en equipos de tres personas, unidos a una barra direccional, de entre 2,5 y 3 metros de longitud
En la cima únicamente estuvieron diez minutos ya que la climatología se volvió más adversa aún y la ventisca hizo acto de presencia, algo que precipitó el regreso de la expedición hasta el punto de partida, al que llegaron a las 19.27 horas. Se trata de la primera expedición adaptada que se realiza a nivel mundial a los Alpes Escandinavos (Noruega), como culminación del Curso Superior de Montañismo para Ciegos y Adaptado de la Fundación UNED.
Barra direccional
Los deportistas ciegos o con discapacidad visual grave practican la montaña en equipos de tres personas, unidos a una barra direccional, de entre 2,5 y 3 metros de longitud. Un guía vidente encabeza el equipo, seguido de una persona ciega total y completando la tripleta un deportista con discapacidad visual. El guía da las instrucciones de forma verbal y moviendo la barra, que siempre se colocará en el lado donde se encuentre la caída de la montaña. Si hay una subida, elevará la barra, y viceversa, para que sus compañeros ciegos sepan a qué se enfrentan en cada momento.
Dentro del deporte en el ámbito de la montaña hay otras especialidades como la escalada y carreras por montaña. Con personas ciegas se han hecho pruebas y pequeñas experiencias en muchas de estas modalidades, pero el trabajo más desarrollado es con la “barra direccional” que sirve para actividades tanto de senderismo como para grandes expediciones.
El modelo deportivo sobre el que se está trabajando en la actualidad busca integrar los deficientes visuales con deportistas sin discapacidad, buscando un mayor grado de inclusión.