La esquiadora granadina Carolina Ruiz afronta posiblemente la temporada más trascendental de su larguísima carrera deportiva iniciada, con tan sólo 17 años, en la apertura de la copa del mundo de la tempoprada 98-99. Era octubre de 1998. Han pasado 15 años y sólo el tesón y la fuerza de voluntad le han permitido resistir dentro de un deporte durísimo y ultra competitivo. A sus espaldas lleva la friolera de 232 carreras de copa del mundo, lo que la han convertido en el deportista español con más “grandes premios” de esquí. Con 18 años, y siendo la benjamina del equipo femenino, que lideraban la vasca Ainhoa Ibarra y la aragonesa Ana Galindo, sorprendió con una segunda posición en un gigante de la copa del mundo disputado en la estación italiana de Sestriere. La actuación de Carolina fue sorprendente ya que saliendo con el dorsal 46, repetimos con el dorsal 46, consiguió acabar la primera manga marcando el sexto mejor tiempo. En la segunda bajada realizó el segundo mejor crono y acabó a tan sólo 7 centésimas de la victoria, que fue para la suiza Sonja Nef. Pocos días antes de aquella segunda posición se había proclamado subcampeona mundial júnior de gigante.
CAMBIO RADICAL
Aquel éxito prematuro de la temporada 1999-2000 no tuvo continuidad. Tres temporadas después decidió dar un giro a su carrera y cortar con todo. Dejó el equipo de las especialidades técnicas donde María José Rienda se había convertido en la líder y decidió pasarse a la velocidad. El cambio no resultó fácil por cuanto en las disciplinas de velocidad no había ninguna tradición. A partir de la temporada 2002-2003 comenzó a participar de forma continuada en descenso. Ya no habría vuelta atrás a pesar que los resultados tardarían en llegar. No hubo suficiente con tener buenos entrenadores, como el italiano Valerio Ghirardi con el que estuvo cuatro temporadas, pero que dejó de entrenarla cuando la Federación le pidió que dirigiera tanto a Carolina como a María José Reinda, que salía de una grave lesión. Una incongruencia o una invitación a marchar, ya que los entrenamientos de ambas especialidades son incompatibles. Después llegó un técnico de perfil más bajo, el escoces Mark Tilston, con el que Carolina Ruiz se ha sacado presión y ha recuperado buenas sensaciones en las botas. No obstante, y a tenor de los resultados deportivos de la pasada temporada, la decisión más acertada resultó integrar al pequeño equipo de Carolina Ruiz dentro del potente equipo francés de velocidad capitaneado por Marion Rolland, que, por cierto, esta temporada será de baja por una grave lesión. Carolina se adaptó muy bien y la regularidad se convirtió en su mejor baza. La andaluza firmó tres Top 10 (4,10 y 6 puesto) e hizo historia al ganar el descenso de Meribel. Hasta ahora su única victoria en el circuito blanco.
Esta temporada sin la presión de buscar un resultado y con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Sochi 2014, el gran escaparate para los deportistas de nieve y hielo, Carolina ha de reafirmar el nivel competitivo que mantuvo el año pasado y que le permitió asentarse en la primera serie de las disciplinas de velocidad. En descenso ocupa la quinceava posición y en supergigante la undécima. Experiencia y ganas le sobran para subir al podio. El primer paso este viernes y sábado en la estación de Beaver Creek (Colorado, EEUU) donde comienzan la pruebas de velocidad de la copa del mundo, con la gran ausencia de la lesionada Lindsey Voon. La cadena televisiva Eurosport ofrece en directo la competición.
Viernes ( 29 nov.): 19:00 h Descenso (75 min).
Sábado (30 nov.): 18:45 h Supergigante (75 min).