◄ En su tercer intento, Alex Txikon sigue apurando su oportunidad para hollar el Everest invernal.
Alex Txikon y su equipo siguen en el Everest, tras 20 dias de examinar y equipar la montaña y anuncian desde el campo base que no se marchan. Todavía aspiran a coronar el techo del mundo. La determinación de Alex Txikon está clara. “No nos rendimos. Si el tiempo nos da chance, ¡vamos a pelearlo!”. La fecha definitiva para el asalto final aún no está fijada, pero el equipo está muy motivado. No ha sido una expedición fácil. Las bajas de Jonatan García y Oscar Cardo son un claro ejemplo.
En este tiempo, el equipo tuvo que buscar y equipar itinerarios alternativos a través de la cascada del Khumbu, incluso ensamblando escaleras para cruzar las grandes grietas. Superar seracs verticales a fuerza de piolet y los rapelan en el descenso. Han montado y equipado el Campo 2, al que han transportado ya 3.000 metros de cuerda.
“A veces nos fijamos en la dificultad técnica y la exposición en cada tramo, pero olvidamos que, en el Everest, la verdadera prueba, en un entorno de frio extremo y gran altitud, es la del tesón ante una tarea inmensa. Estamos haciendo un trabajo inhumano -señala Alex- y sólo somos cuatro”.
» Yo duermo en el Campo 2 con un saco de 350 gramos, algo impensable en los intentos anteriores, y he visto agua a 6500 metros, cuando sólo le da el sol de 9am a 2.45pm.”
Nada más empezar la expedición una caída accidental a una grieta dejaba fuera de combate a Jonatan García, uno de los tres miembros no nepaleses del equipo de escalada. Más tarde, en la última ascensión parcial, hace seis días, se vieron en uno de los peores escenarios al que se puede enfrentar una expedición. Oscar Cardo fue víctima de Mal Agudo de Montaña. Alex no durmió, sino que pasó la noche velando a Oscar Cardo. Según Alex Txikon “fue una noche interminable y angustiosa en el campo 2, que por suerte acabó para bien a las 7:20am de la mañana siguiente, cuando un helicóptero conseguía elevarse hasta los 6.050 metros del campo 2 y se llevaba a Oscar, dejando a sus cuatro compañeros aliviados, pero emocionalmente exhaustos”.
A pesar del sobre esfuerzo, Txikon y los tres sherpas alpinistas -Pechumbe Sherpa, Tenjen Sherpa y Chiji Norbu- se dirigieron hacia la pared del Lhotse, en la que se instala el Campo 3 de la ruta normal del Everest por su vertiente sur.
Una vez allí nuevo problema. La caída de piedras es constante y, finalmente, tuvieron que asumir que la ruta normal ya no es una opción. El equipo retrocedió de nuevo al campo 2 y, tras un día refugiados en las tiendas soportando vientos fortísimos, el pasado lunes -17 de febrero- buscaron una solución. La encontraron unos 400 m hacia la izquierda, por donde cruzaron la rimaya al pie del Lhotse y enfilaron por un itinerario diferente. Se trata de terreno en hielo inclinado, pero a salvo de las piedras que se desprenden de la erosionada pared SO del Lhotse. Según Alex, la ruta seguida va a la derecha del Pilar sur, abierto por los polacos Jerzy Kukuczka y Andrzej Czok en 1980.
Alex Txikon y los tres sherpas no accederan al Collado Sur, a 8.000 metros, desde el campo de la ruta normal del Everest.
El equipo alcanzó su punto más alto por esta pendiente helada. “Yo me quedé a 6.900m, como marcó mi InReach, pero Nurbu, tomando la delantera, avanzó doscientos metros más por una pala de más de 55 grados de inclinación, es decir, hasta los 7.000”. Tras ese duro día, los sherpas acusaban el cansancio y los partes preveían viento muy fuerte, por lo que el grupo optó por descender de nuevo al campo base. Según Alex, con este nuevo tramo fijado se podría alcanzar el Collado Sur, ya a cota 8.000, en dos días.
“La idea es seguir esta ruta directamente hasta el Collado Sur, unos 1500 metros más arriba. El terreno está bien pero no es posible montar un Campo 3 como en la ruta normal. Si acaso, como mucho podríamos intentar encajar una tienda haciendo plataforma.”
A bote pronto Alex Txikon tiene claro en dar la culpa al cambio climático. “Por la ruta normal caen unas piedras que alucinas. Otra consecuencia del cambio climático, que este invierno se está notando mucho más que en nuestras dos expediciones al Everest invernal anteriores. El río no se congela y el agua corre todo el día por el campo base. Yo duermo en el Campo 2 con un saco de 350 gramos, algo impensable en los intentos anteriores, y he visto agua a 6500 metros, cuando sólo le da el sol de 9am a 2.45pm.”
Las intenciones de Alex Txikon sobre el papel están claras, ahora solo falta que la diosa Fortuna les acompañe en su tercer intento de coronar el Everest en invierno y en el caso de Alex sin oxígeno.
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