Sesenta después del éxito olímpico en bobsleigh de Alfonso Cabeza de Vaca, el marqués de Portago, y su primo, Vicente Sartorius, el marqués de Mariño, la Federación Española Deportes de Hielo, creada en 2006, ha puesto en marcha su primer programa deportivo para recuperar esta disciplina deportiva. Las pruebas de selección se llevaran a cabo el próximo 17 de setiembre en la pista de atletismo del C.A.R.D. de Madrid. La inscripción todavía está abierta y las pruebas son para atletas nacidos antes de 2002. No obstante, la federación no ha facilitado cuantos atletas se escogerán, en categoría masculina y femenina. Los seleccionados participarán en la preparación del equipo español de bobsleigh, asistiendo a campus de entrenamiento y optando, en el caso de las chicas, para la clasificación de los JJ.OO. de Pyeongchang 2018. En el caso masculino la competitividad existente a nivel internacional impide pensar que el equipo pueda participar en los JJ.00. 2018. En el caso femenino si es posible por existir un nivel infinitamente más bajo, pero la Federación deberá tomar nota del ejemplo de Brasil. En los pasados Juegos de Sochi de 2014 el bob femenino brasileño estaba clasificado, pero finalmente no fueron autorizados a participar en la cita olímpica rusa por falta de nivel. Desde el accidente mortal del georgiano Nodar Kumaritashvili en el circuito de hielo de Whistler (Canadá) mientras se entrenaba para la prueba de luge masculina de los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver 2010, la Federación Internacional se mira con lupa el historial de los participantes de bobsleigh, luge y skeletón. No es posible ver a un bob boca abajo, por falta de pericia, como cuando el equipo Jamaicano irrumpió en los juegos de invierno de Calgary 1988. De aquella cita quizá lo más recordado es la imagen del bob jamaicano al revés cubriendo los últimos metros de la pista o la figura del saltador Eddie “The Eagle” Edwards, del que ahora se ha hecho una película y que en su momento obligo a modificar la reglas de selección olímpica.
Un poco de historia
En los Juegos Olímpicos de Cortina d’Ampezzo de 1956 los aristócratas españoles Portago y Sartorius quedaron a sólo 14 centésimas de la medalla de bronce, en bob a dos. Portago, galán con posibilidades y esportman de la época -jinete y piloto de F1, entre otras especialidades- había pagado de su bolsillo los bobs y la preparación. Un año después la pareja española fue bronce en el Mundial.
El bobsleigh no regresó a la delegación española de unos juegos de invierno hasta los de Grenoble de 1968. Lo hizo liderado por Eugenio Baturone. En bob a dos Baturone, que tenía la posición de conductor, tuvo de compañero a Maximili Jones y fueron decimoséptimos. Mejor resultado obtuvo el otro bob a dos formado por José María Palomo, conductor, y J. Manuel Pérez de Vega que acabaron treceavos. En bob a cuatro Baturone tuvo de compañeros a Maximili Jones (frenador), Josep Clot y Víctor Palomo que terminaron en la posición decimoctava. El otro equipo, España I, que fue decimonoveno, estaba formado por Néstor Alonso (piloto) Guillermo Rosal (frenador), Antonio Marín de Bes y J. Manuel Pérez de Vega. De todos estos deportistas destaca el barcelonés Víctor Palomo (1948-1985) que fue un avanzado a su época.
Si la figura del Marques de Portago, también fallecido prematuramente en accidente automovilístico, se ha reivindicado no es el caso de Víctor Palomo que vivió el deporte al límite. Fue campeón del mundo de esquí náutico de eslalon en 1969 y en 1973 fue campeón del mundo de la categoría Fórmula 750cc de la Federación Internacional de Motociclismo. Esta considerado el primer gran campeón español en cilindradas superiores y fue un habitual del Mundial de motociclismo, entre los años 1972 y 1982. Su carrera deportiva fue de película, aunque su recuerdo se ha ido diluyendo con el paso de los años. En Estados Unidos su vida ya habría sido guionizada y se hubiera hecho una película de su excepcional trayectoria vital.
Tras los Juegos Olímpicos de Grenoble de 1968, el bobsleight ya no llegó a completar un nuevo ciclo olímpico. El año 1971, Luis López Solanes falleció en la pista de Cervina (Italia) tras un desgraciado accidente durante un entrenamiento previo a la copa del mundo. El deportista aragonés tenía 27 años y era el suplente del bob a dos conducido por Eugenio Baturone. Lopéz Solanes substituyó a Guillermo Rosal que causó baja por un resfriado. El bob salió del circuito en una curva cuando iba a 130 km/h y tras resbalar fuera de la pista unos 20 metros chocó contra un árbol.
En los últimos veinte años ha habido diversas iniciativas privadas para crear un equipo español e incluso una desde el ámbito federativo, a principio de los años noventa bajo el auspicio de la Federación Catalana d’Esports d’Hivern, pero nunca han llegado a cuajar. La especialidad no es especialmente barata. La última fue la que protagonizaron los asturianos Javier Pintado, en la actualidad el gran promotor del bobsleigh español, y Pedro Díaz que consiguieron sacarse el título de pilotos en Austria y un año después debutar en la Copa de Europa. No obstante, un doble accidente, a uno por jornada, durante los entrenamientos previos a su debut en la copa América, en el circuito de Lake Placid (Estados Unidos), acabó con su aventura deportiva que tenía como objetivo clasificarse para los Juegos Olímpicos de Sochi 2014. El peor parado fue Pedro Díaz que durante varios meses sufrió problemas de vértigos a raíz del segundo accidente. La Federación Española de Hielo, que por aquel entonces presidia María Teresa Samaranch, decidió cancelar el proyecto para evitar males mayores. Ambos provenían de las carrrilanas -bajadas de carretones con ruedas- y eran afiliados del Club Deportes Hielo Carrilanas Bobsleigh & Skeleton, que tiene su sede social en Siero.
El año pasado Javier Pintado fue el inductor de que en diciembre de 2015 la gallega Bárbara Iglesias y la leonesa Eva Fernández debutaran en la Copa de Europa, tras completar una semana de enseñanzas en una escuela de pilotaje austriaca. Posteriormente debieron renunciar a la Copa del Mundo júnior 2016 por la falta de presupuesto.
La última incorporación ha sido la del gallego Martín Souto, que la temporada 2014-15 empezó en la modalidad de monobob -sólo baja el piloto dentro del bob- debutando con tan sólo 15 años en su primera competición, la Copa de Europa celebrada en el circuito noruego de Lillehammer. Un año después, en febrero de 2016, Souto tomo parte los Juegos Olímpicos de la Juventud (YOG ) celebrados en la ciudad noruega Lillehammer bajo supervisión de la entrenadora rusa Oxana Tatchina.