Aymar Navarro y su histórico descenso en el Tuc des Hemnes

Aymar Navarro firma el primer descenso extremo del Tuc des Hemnes en la Val d’Aran

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El freerider aranés, Aymar Navarro, completa en solitario la primera bajada con esquís de la canal del Tuc des Hemnes, en un desafío extremo de alta montaña.

Tuc des Hemnes Aymar Navarro
La espectacular cara del Tuc des Hemnes por donde Aymar Navarro realizó su histórico descenso con esquís. (Copyright/Jaime Varela)

El  aranés Aymar Navarro continúa explorando su tierra natal y sumando hitos en el esquí extremo de alta montaña. Su último reto lo llevó a descender y a convertirse en el primer freerider que desciende con esquís la canal del Tuc des Hemnes (2.361 m), en la Val d’Aran, tras una exigente ascensión en solitario.

Una montaña desafiante en la Val d’Aran

El Tuc des Hemnes es una cumbre poco frecuentada situada en el municipio de Vielha e Mijaran. Su orografía escarpada y las condiciones meteorológicas variables la convierten en un reto reservado para montañeros experimentados. En invierno, la acumulación de nieve y el riesgo de aludes complican aún más cualquier intento de ascensión o descenso.

Navarro llevaba años soñando con esquiar esta línea, pero las condiciones nunca habían sido las adecuadas. Finalmente, tras una larga espera, encontró el momento idóneo para afrontar este desafío extremo.

Tuc des Hennes
La espectacular cara del Tuc des Hemnes, con Aymar Navarro marcado en un círculo rojo durante su descenso extremo con esquís. (Copyright/Jaime Varela)

Aymar Navarro: «Probablemente, la bajada más tensa, expuesta y comprometida de mi vida»

La experiencia no fue solo un reto físico, sino también un intenso combate mental. Según el propio Aymar, la tensión lo acompañó durante toda la escalada y la bajada, enfrentándose a un terreno técnico y expuesto. «Ha sido una batalla con mi cabeza constante, no recuerdo nada igual… He llegado abajo con tal tensión que me temblaba todo el cuerpo e incluso alguna lágrima se me ha escapado, sin saber por qué, pero de felicidad. Posiblemente esta ha sido la bajada con más tensión, exposición y compromiso que he realizado en toda mi vida».

05/03/2025 Avance: primeras imágenes del épico descenso de Aymar Navarro en el Tuc des Hemnes
Mientras esperamos que el filmmaker Jaime Varela presente el vídeo completo del descenso, te adelantamos un primer vistazo a esta hazaña única. Aymar Navarro se enfrenta a uno de los mayores desafíos de su carrera en el Tuc des Hemnes (2.361 m), una línea extrema con pendientes vertiginosas y sin margen de error.

La experiencia no fue solo un reto físico, sino también un intenso combate mental. Según el propio Aymar, la tensión lo acompañó durante toda la escalada y la bajada, enfrentándose a un terreno técnico y expuesto.

«Para mí significa mucho poder lograr este objetivo, era el reto que tenía pendiente aquí en mi casa y llevaba muchos años detrás de él. Es una montaña muy, muy delicada para poder encontrarla en condiciones óptimas, y cuando lo está, necesitas esos mismos días estar mentalmente preparado.»

Tuc des Hemnes, Aymar Navarro
Aymar Navarro durante el ascenso por la canal del Tuc des Hemnes, en plena concentración antes del desafío final. (Copyright/Jaime Varela)

Descenso cargado de tensión y emoción

El día previo, Aymar subió a la zona de Sarrahèra para evaluar las condiciones y comprobar su estado mental. «Ese mismo día que subí a mirar cómo estaban las condiciones, aproveché y realicé otra actividad muy potente justamente al lado, para ver cómo me encontraba mentalmente y también para tener una referencia de la calidad de nieve que me podría encontrar allí arriba. También me sirvió para probar y tomar la decisión de qué esquís utilizaría para la actividad.»

En esa exploración previa, escaló el Tuc des Hemnes hasta el primer cuarto de la montaña y confirmó lo que ya sospechaba: «Me di cuenta de la pendiente tan y tan bestia que tenía… además, es una pendiente muy mantenida donde no tienes descansos.»

Mientras ascendía el día del descenso, las dudas aparecieron: «Había alguna zona muy afectada por el viento y la nieve se convertía en nieve muy, muy dura, casi hielo. Lo que me hizo tomar la decisión de subir es que ese hielo se rompía con fuerte presión, y eso te da adherencia… no la que me gustaría, pero algo es algo.»

El ascenso sin cuerda exigía máxima concentración. «Me lo tomé con mucha calma, ya que vas en libre y cualquier paso mal dado con esa pendiente sería fatal. Mientras subía, aprovechaba para analizar dónde estaba la mejor línea para bajar y dónde se encontraba la mejor nieve… toda esta información la vas almacenando en la cabeza para que, cuando estés con los esquís puestos, no existan dudas.»

Pala de Sarrahèra (2.499 m) y el Tuc des Hemnes (2.361 m)
Panoráamica a vistade drone de la Pala de Sarrahèra (2.499 m) y el Tuc des Hemnes (2.361 m) -derecha-, dos imponentes cumbres de la Val d’Aran. (Copyright/Jaime Varela)

«La cabeza la tenía a 10.000. Allí arriba no puedes bloquearte»

Al alcanzar la cima, comenzó la fase más crítica: «La faena fue poderme poner los esquís de una forma medianamente segura… tuve que escarbar una buena plataforma y, con mucho cuidado, ponerme los esquís. Allí ya empezó la tensión de verdad y a subir las pulsaciones.»

El primer tramo fue el más técnico: «Los primeros 20 metros tuve que ayudarme de un cordino para destrepar, ya que estaba encima de una laja de piedra y no tenía ningún tipo de adherencia con la poca nieve que había en ese tramo.»

Ya con los esquís puestos y en descenso, Aymar estructuró la bajada en sectores críticos: «Así me divido las bajadas de steep ski: sector 1, sector 2… para tener mis referencias y saber dónde puedo esquiar más fluido y dónde tengo que parar y mirar bien por dónde pasar. No puedes permitirte el lujo de entrar en estos sectores con velocidad, porque cuando te hayas dado cuenta y quieras frenar, ya será tarde.»

Cada giro era un esfuerzo titánico: «La cabeza la tenía a 10.000, y en algún momento tuve que frenar, analizar otra vez todo y tranquilizarme, porque allí arriba no te puedes permitir el lujo de bloquearte. Todo tiene que fluir. No son los giros ni la velocidad, pero las piernas las tienes al rojo vivo de la tensión, y eso hay que saberlo gestionar para rebajar mentalmente y que fluya mucho mejor.»

Aymar Navarro,
Aymar Navarro, eufórico tras su descenso extremo del Tuc des Hemnes, en un reto de máxima exposición y compromiso. (Copyright/Jaime Varela)

El tramo más delicado llegó a la mitad del descenso: «Vi que con los esquís sería suficiente bajando muy poco a poco, sin necesidad de usar la cuerda… Es cierto que hay muy, muy pocos sitios para poder asegurarte. Por si acaso, llevaba dos pitones para clavar en la piedra. Pero finalmente, todo salió como estaba planeado y los pasos más críticos los fui superando con mucho cuidado y sin necesidad de usar cuerda en toda la bajada.»

El momento de tocar fondo fue indescriptible. «Al llegar abajo fue una explosión que cuesta de describir… Reía, gritaba, lloraba, no sabía ni lo que hacía ni por qué… las piernas temblaban y solo pude tumbarme debajo de esta preciosa pirámide y quedarme allí 15 minutos, descansando y observándola.»

Durante toda la actividad, contó con el apoyo incondicional de su compañero y filmaker Jaime Varela, que, además de encargarse de la filmación, tuvo el papel crucial de vigilar que todo estuviera bajo control.

«Toda esta actividad tenía a mi compañero y amigo de batallas Jaime Varela, que además de grabar, era mi vigilante de que todo fuera bien y de tenerme controlado en todo momento. Le agradezco infinitamente que me acompañara y aceptara el marrón de estar allí debajo controlando, y seguramente también pasando unas horas de buena tensión.»

Con este nuevo reto, Aymar Navarro sigue ampliando los límites del esquí de montaña en la Val d’Aran, dejando su huella en rincones inexplorados y desafiando lo posible.

El significado del nombre y la primera ascensión

El nombre «Tuc des Hemnes» proviene del aranés y significa «Pico de las Mujeres». Esta denominación es un homenaje a las escaladoras María Antonia Simó (1915-2007) y Olga Carreras, quienes en 1960 realizaron la primera ascensión registrada a la cumbre. Su ruta, con pasos de IV y IV+, se convirtió en un referente del alpinismo en la zona y marcó un hito en la historia de la montaña.

Antes de la escalada de Simó y Carreras, el explorador Juli Soler Santaló (1865-1914),  hacia 1906, ya había identificado la llamativa aguja y la bautizó inicialmente como Tuc Colomer. Sin embargo, la hazaña de las montañeras catalanas en los años 60 consolidó el nombre actual de la cumbre.

Un reto en la Val d’Aran

El Tuc des Hemnes se encuentra al oeste del Tuc de Sarrahèra y la Pala de Sarrahèra, separado de estas por una ancha canal que desciende hacia la boca norte del Túnel de Vielha. Su ascensión tradicional sigue el itinerario del Pòrt de Vielha, partiendo del pueblo y dirigiéndose hacia la base de la aguja. La escalada comienza por la cara noroeste y culmina en la arista norte, ofreciendo un recorrido técnico con tramos de roca exigentes.

Esta cumbre sigue siendo un objetivo desafiante para los amantes de la escalada clásica y el alpinismo en los Pirineos, manteniendo viva la historia de aquellas pioneras que dejaron su huella en la montaña.

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  • Miquel Ribas

    Periodista y Editor de Turiski