El freerider Aymar Navarro vuelve a la actividad, tras superar el edema agudo de pulmón, y está acampado a 5.300 metros, a los pies de la montaña que pretende esquiar.
Aymar Navarro reemprendió la expedición en el Himalaya, después de permanecer casi tres semanas en Katmandu aquejado de un edema agudo de pulmón por el sobreesfuerzo prolongado en altura. El freerider aranés se halla en el campo base de una montaña, a 5.300 metros, que pretende descender con esquís y que hasta la fecha nadie se atrevió a bajar. En concreto está a 5 kilómetros en línea recta del campo base del Everest.
Conocemos el objetivo de Aymar Navarro, pero como él no desveló la montaña no seremos nosotros quienes rompamos el secreto. También podría darse el caso que, tras comprobar el estado de la nieve, el descenso se anulará por la peligrosidad del manto nevado.
Las comunicaciones no son buenas, pero Aymar Navarro pudo escribir en sus redes que “después de todos los contratiempos sufridos en las últimas semanas seguimos peleando. Hace una semana tenía asumido que mi única opción sería volverme a casa después de sufrir un edema agudo de pulmón y tener que ser evacuado en helicóptero al hospital de Katmandú.
«Hay que ser realista, las opciones son pequeñas y la montaña tiene la última palabra, pero las cosas se luchan hasta el final»
No obstante, desde hace unos días aquí estamos de vuelta en el campo base a 5.300m y nuevamente aclimatando. Estamos sumando metros con todo el equipo y disfrutando de estas espectaculares vistas. Hay que ser realista, las opciones son pequeñas y la montaña tiene la última palabra, pero si algo hemos aprendido en todos estos años es que las cosas se luchan hasta el final».
En este impasse de tiempo, Simone Moro, el alpinista que acompaña y lidera la cordada del proyecto de Aymar Navarro intentó hacer la cima de El Pumori de 7.161 metros en estilo alpino. Moro, muy conocido por sus invernales en el Himalaya, acompañado de los sherpas Pemba Sherpa y Datuk Sherpa no hicieron cima y se quedaron a poco más de cien metros de la cumbre (7.030 m). Los tres alpinistas dieron la vuelta debido al peligro extremo de avalancha y regresaron al campamento base, después de 17 horas de trabajo sin parar.
Simone Moro, tras su intento fallido del Pumori, realizó una reflexión que nos parece muy interesante y reproducimos en Turiski.
«El mundo moderno es muy competitivo y está obsesionado con el éxito y a menudo los que se dan por vencidos son etiquetados como perdedores»
«En 31 años de expediciones, ningún patrocinador me ha empujado a arriesgar mi vida por el éxito»
«Hoy en día, muchas personas optan voluntariamente por superar o arriesgar sus límites para alcanzar sus sueños»
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