Aymar Navarro rompe su silencio tras la grave caída en Alaska

Aymar Navarro rompe su silencio tras la grave caída en Alaska

Entrevista

Exclusiva

Aymar relata cómo afronta la recuperación física y emocional desde Vielha, tras pasar veinte días hospitalizado en Barcelona por la grave lesión de rodilla sufrida esquiando en Alaska

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Aymar Navarro en la camilla de la ambulancia
Aymar Navarro durante el traslado en ambulancia desde la clínica Teknon de Barcelona hasta su casa en la Val d’Aran, donde continúa la recuperación tras la operación. (Copyrigh/Team Aymar)

Tras una grave caída esquiando en Alaska y una intervención quirúrgica de alta complejidad en la Clínica Teknon de Barcelona, Aymar Navarro (Les, Val d’Aran, 1989) atraviesa una etapa que pone a prueba no solo su cuerpo, sino también todo aquello que lo ha definido como deportista y como persona. Desde su casa en la Val d’Aran, y aún convaleciente, el referente del esquí extremo español conversa en exclusiva con Turiski sobre el dolor del postoperatorio, el trabajo diario de rehabilitación y su firme determinación por volver a la montaña y sentir la nieve bajo sus esquís.

Una entrevista íntima, directa y sin filtros, en la que el freerider aranés demuestra que su verdadera cima, ahora, está en la constancia. Lo hace con la determinación de quien sabe que esta vez no hay medalla al final, pero sí un propósito que va más allá del deporte.

Aymar, después de casi tres semanas intensas y muy duras en el hospital, ¿Cómo te encuentras física y, sobre todo, anímicamente tras la operación?

– Bueno, como dices, han sido semanas muy duras en el hospital. El postoperatorio fue bastante doloroso, con episodios realmente intensos. Como dije en el vídeo, no se lo deseo ni al peor de mis enemigos. Pero lo importante es que todo ha ido bien, sin complicaciones. La operación con el doctor Juan Sánchez Soler fue un éxito; hizo un trabajo excelente, muy atento en todo momento.

 

Aymar Navarro
Sesiones de recuperación en casa. Aymar Navarro trabaja la movilidad de su rodilla bajo la supervisión del fisioterapeuta, Jordi Esparó, en su casa de la Val d’Aran.
(Copyrigh/Team Aymar)

¿Cómo estás ahora en casa?

– Después de 20 días hospitalizado, volver a casa ha sido un chute de energía y motivación. Aunque también implica adaptarse: montar todas las máquinas, establecer una rutina… En el hospital solo tienes que centrarte en recuperarte, aquí tienes que organizarlo todo tú. Estoy motivado, con ganas de darle la vuelta a esta situación. Sé que la lesión es grave, pero también sé que con constancia y actitud se puede salir adelante. Como le decía al doctor, soy un buen soldado. Si me dice seis horas de rehabilitación al día, son seis; si son ocho, serán ocho. Ahora mismo estamos sumando unas seis horas diarias, repartidas durante el día. En cuanto al ánimo, hay altibajos, como es normal, pero me mantengo firme en las ganas de avanzar.

Sobre el regreso a casa tras la operación
«Volver a casa fue un chute de energía y motivación, pero también implica adaptarse a todo»

Has dicho que este será el reto más difícil de tu vida. ¿Qué te ha impactado más al asumir el diagnóstico y pensar en todo lo que vendrá durante la recuperación?

-La verdad, ya me esperaba algo grave desde el primer momento, por cómo me quedó la pierna tras la caída. Me temía que no sería solo un ligamento o un menisco, sino algo más complejo. Aunque siempre tienes esa pequeña esperanza de que, con suerte, solo sea una lesión menor… pero cuando me dijeron que estaba prácticamente todo roto, solo quedó asumirlo. Es un momento que todos los deportistas tememos y no queremos que llegue nunca, pero me ha tocado. Me considero luchador, nadie me ha regalado nada para llegar hasta aquí. Todo ha sido con esfuerzo, entrenamientos, trabajo constante. Así que, aunque duro, lo afronto como un reto más. Y sí, como dices, quizá sea el reto más importante que me ha puesto la vida. No es solo un ligamento; es una lesión muy seria que va a requerir mucho tiempo y trabajo.

 

Aymar Navarro llegando a Vielha
A su llegada a Vielha, Aymar Navarro fue recibido por amigos y compañeros de los Pompièrs de la Val d’Aran. El apoyo de los suyos, clave en el arranque de su recuperación. (Copyrigh/Team Aymar)

Sobre su mentalidad luchadora
«Me considero luchador. Nadie me ha regalado nada. Todo ha sido con esfuerzo, entrenamientos y trabajo constante»

¿Y cómo se afronta ese tipo de recuperación cuando sabes que va para largo?

– La clave está en mantener la actitud positiva y las ganas de tirar adelante. Eso, para mí, ya es un plus. Estar mentalmente fuerte te ayuda a enfrentarte a las horas de rehabilitación con la máquina, doblando poco a poco. De momento todo va bien, aunque por las noches sigo teniendo dolores que no me dejan dormir más de tres o cuatro horas. Pero lo demás va en marcha, siempre respetando los límites que me marca el doctor. Trabajo con el fisio y con las máquinas como la Kinetec o la Game Ready. Ahora mismo estoy completamente centrado en esto. Es mi objetivo y lo estoy dando todo.

Sobre el proceso de rehabilitación
«Trabajo seis o siete horas al día con máquinas, frío, presoterapia… esto también es un proyecto»

La caída fue en Alaska, el lugar con el que siempre habías soñado esquiar. ¿Cómo digieres emocionalmente que el accidente más grave de tu carrera ocurriera precisamente allí?

– Bueno, al final una lesión es una lesión, te puede pasar en Baqueira o en cualquier otro sitio. Pero sí que es verdad que fue en un momento muy bueno de mi carrera. Lo que más rabia me da es eso. Estaba esquiando con madurez, con confianza, sin locuras. Ya no era el joven impulsivo que baja a fondo sin pensar. Mis líneas estaban muy meditadas, bien ejecutadas, y me sentía cómodo, sin dudas. A nivel técnico y mental estaba en uno de mis mejores momentos. Por eso da tanta impotencia, pero bueno, no puedo cambiar lo que pasó. Mirar atrás solo añade negatividad, y eso no me va a ayudar. Toca pensar en positivo e invertir todo lo necesario , tiempo, esfuerzo, dinero, en este nuevo proyecto. Porque al final, esto también es un proyecto; fuerte, exigente, pero es lo que hay.

 

Aymar Navarro
La recuperación se presenta larga y exigente, pero Aymar Navarro afronta el proceso con determinación y una rutina diaria marcada por la constancia y la disciplina.
(Copyrigh/Team Aymar)

Sobre el impacto emocional de la caída
«Estaba en mi mejor momento, con confianza, madurez… por eso da tanta rabia lo que ha pasado»

¿Recuerdas cómo fue exactamente la caída?

– La caída fue justo después de una línea preciosa. Recuerdo perfectamente los giros en la parte alta, fueron una delicia. No era una línea extrema, al contrario: una pendiente amable, con nieve perfecta, que te permitía apretar sin riesgos. Y esa sensación, ese momento tan especial, es ahora mi gran motivación. Quiero recuperar la pierna para volver a sentir eso, volver a vivirlo.

Sobre su motivación para volver
«Quiero recuperar la pierna para volver a sentir esa nieve perfecta. Esa sensación lo es todo»

A nivel médico, fue una intervención compleja. ¿Qué te han explicado los profesionales sobre el proceso de recuperación? ¿Tienes ya una hoja de ruta clara?

– Sí, fue una operación compleja, de tres horas y media, con mucho trabajo por hacer. El equipo médico se lo curró muchísimo, había mucho daño interno. Estoy muy contento con el trato recibido, tanto en la clínica Teknon como por parte del doctor Juan Sánchez Soler y todo su equipo, que han estado pendientes en todo momento. Sobre la hoja de ruta… No tengo una clara, ni la quiero. Mi único plan ahora mismo es pensar en el día siguiente, como mucho en pasado mañana. Objetivos a muy corto plazo y que sean realistas. No quiero obsesionarme con si en dos meses podré andar o montar en bici. Lo primero es que la rodilla quede bien, fuerte, estable, para poder llevar una vida normal. Y a partir de ahí, ya se verá. Ahora estamos muy lejos de esos objetivos.

 

Aymar Navarro junto cirujano Juan Sánchez Soler
Aymar Navarro junto al cirujano que lo operó, el doctor Juan Sánchez Soler, responsable de la Unidad de Rodilla de Barcelona Trauma Institut, en el Centro Médico Teknon de Barcelona. (Copyrigh/Team Aymar)

Sobre la rutina de rehabilitación
«Es como un rompecabezas: cada lesión necesita una cosa distinta, y hay que ajustar todo según sensaciones»

¿En qué consiste ahora tu día a día?

– Ahora me centro en ir ganando grados de flexión con la máquina Kinetec. Paso muchas horas al día con ella, intentando doblar un poco más cada jornada, según lo que me marcan el doctor y los fisios. Después, presoterapia, frío… porque se inflama mucho. Hay que tener en cuenta que tengo tres lesiones diferentes: meniscos, tendón rotuliano y ligamentos. Cada una requiere un tratamiento distinto. Una necesita inmovilización, otra movimiento. Es como un rompecabezas: tienes que ir ajustando según sensaciones, sin forzar, sin querer correr. Todo paso a paso, escuchando al cuerpo.

Sobre su trayectoria y estilo personal
«Siempre he sido muy fiel a mi estilo, muy coherente con mis ideas»

Eres la gran referencia o, si me lo permites, el icono de la comunidad freerider española. Primero en el Freeride World Tour y posteriormente por tu esquí extremo. ¿Qué te motiva ahora para salir adelante?

– Ya sabes que nunca me ha gustado considerarme referente o alguien importante. Yo he hecho mi camino, he esquiado como me gusta y he intentado compartirlo. Habrá a quien le haya gustado mi manera de entender la montaña y a quien no. Pero siempre he sido muy fiel a mi estilo, muy coherente con mis ideas. Nunca he hecho una línea porque alguien me dijera cómo debía esquiar o qué debía hacer. He seguido lo que yo sentía, lo que me motivaba. Desde que dejé el Freeride World Tour, mi esquí fue evolucionando hacia líneas más expuestas, nuevas, buscando otros desafíos. En Alaska, de hecho, habíamos vuelto un poco a los orígenes, con líneas rápidas y saltos potentes.

 

Aymar Navarro en el hospital Tecknon
Los 20 días en el hospital ya son un recuerdo, pero a Aymar Navarro todavía le queda un largo camino de recuperación por delante (Copyrigh/Team Aymar)

Sobre su filosofía diaria
«Ese es el pensamiento con el que me levanto cada día: que ojalá haya Aymar para rato»

¿Y qué le dirías a quienes te siguen desde hace años?

– Que hay que meterle huevos a la vida. Esto es un golpe muy duro para mí, sí, pero hay gente que está pasando por cosas mucho más graves. Mi lesión tiene solución. Solo requiere tiempo, trabajo, paciencia… y, sobre todo, actitud. Ojalá quede Aymar para rato. Al menos mentalmente estoy a tope. Ahora espero que la rodilla responda bien a todo lo que le estamos haciendo. La voy a cuidar al 200%, la voy a hacer más fuerte que antes. Y ojalá pueda volver a esquiar, a disfrutar, y a hacer disfrutar a los que seguís mis aventuras. Porque al final todos tenemos nuestros problemas, y aunque para mí este sea grande -porque mis piernas son mi herramienta de trabajo-, saldremos adelante. Con motivación, con lucha, con ganas.

 

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  • Miquel Ribas

    Periodista y Editor de Turiski