La renuncia de Barcelona a optar a los Juegos Olímpicos de Invierno del 2026 era un secreto a voces, que el ayuntamiento barcelones ha ido espaciando en el tiempo para evitar polémicas. La crisis económica, las malas relaciones institucionales entre España-Catalunya o viceversa, la falta de deportistas de nivel y el gobierno municipal que dirige Ada Colau, que a nivel de imagen no quiere saber nada con los deportes de invierno, han sido determinantes para finiquitar el sueño olímpico blanco del Pirineo. El teniente de alcalde del consistorio Jaume Collboni ha oficializado la renuncia manifestando que “ha sido una decisión consensuada y fundamentada. No se da un paso atrás porque no se había dado un paso al frente. Si Barcelona presenta una candidatura ha de ser ganadora y para ello es necesario el consenso político y social, que ahora no parece que exista”.
En cómodos plazos
Tras cinco años funcionando, en julio de 2015 se cerraba la Oficina Técnica de la candidatura olímpica Barcelona Pirineos 2022/2026 de la que fueron sus máximos responsables técnicos dos ex deportistas. Oscar Grau, director de la Oficina, y Mónica Bosch como responsable de deportes. El cierre unilateral hizo saltar todas las alarmas y las presiones del territorio pirenaico -subsedes-, Federació Catalana d’Esports d’Hivern y de la Generalitat –no hay que olvidar que ante el Comité Olímpico Internacional la candidatura la presenta la Ciudad no el País- consiguieron que Ada Colau y su equipo se sacaran de la chistera -Pleno extraordinario municipal del 24 de julio del 2015- la creación de la Comisión no Permanente del Consejo Municipal de estudio de la candidatura Olímpica y Paralímpica de los Juegos de invierno de Barcelona-Pirineos 2026. La Comisión de perfil técnico muy bajo ha estado presidida por Jaume Collboni (PSC) e integrada por Jaume Asens (Barcelona B Comú), Maite Fandos (CiU) Juanjo Puigcorbé (ERC) y Santiago Alonso (Ciudadanos).
En la comisión no ha participado ningún representante del grupo municipal de la CUP Capgirem y del Partido Popular. Precisamente, el presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández, ha manifestado que “la comisión ha sido una pérdida de tiempo ya que en ella se ha ratificado la decisión que tomó la alcaldesa Ada Colau hace 14 meses y se han reiterado los trabajos de la oficina técnica de la candidatura, que costó 2.568.000 euros en sus 5 años de existencia”.
Sin querer molestar a nadie, pero diciendo las cosas por su nombre. Esta comisión ha sido como un sainete con el que se ha cerrado la precandidatura olímpica de Barcelona a los Juegos de Invierno. Y se ha hecho con el siguiente INFORME FINAL Comissió no Permanent del Consell Municipal d’estudi de la candidatura Olímpica i Paralímpica dels Jocs d’hivern de Barcelona-Pirineus-. Más de dos años -31 meses- para mantener siete sesiones de trabajo con cuarenta expertos algunos de dudosa credibilidad, a pesar de sus cargos, y acabar ofreciendo las siguientes conclusiones en el informe no dice mucho a favor de esta comisión.
Las conclusiones
Las valoraciones de todas las personas que conforman la Comisión, así como las de todas las personas comparecientes, nos han ayudado a conocer profundamente el proyecto y valorar de forma objetiva; todo permitiéndonos ser capaces de posicionarnos de manera clara y argumentada.
– Se considera adecuado aplazar la presentación de una candidatura de la ciudad de Barcelona. una nueva candidatura, lógicamente, debería ajustarse a las nuevas directrices del COI, y asegurar la viabilidad del proyecto en tiempo y forma.
– Independientemente de si Barcelona acoge, o no, en el futuro los JJOO de Invierno, se considera necesario mantener el actual Plan de Promoción de los deportes de invierno en cooperación con el Plan Estratégico que impulsa la Generalitat de Catalunya, así como planificar la dotación necesaria de infraestructuras deportivas en la ciudad. Preservar este legado deportivo será la mejor manera de mantener encendida la llama olímpica.
– Será igualmente necesario colaborar en las acciones de potenciación de los deportes de invierno que la Generalitat, la Federació Catalana d’Esports d’Hivern, y las otras instituciones implicadas lleven a cabo con el fin de incrementar su nivel deportivo.
– La ciudad de Barcelona, en ejercicio de su capitalidad, mantiene su compromiso en el desarrollo económico, ambiental, deportivo y cultural de los municipios del Pirineo a través de acciones de promoción y colaboración con el conjunto del territorio.
– Y por último, sugerimos que para seguir valorando la oportunidad de un futuro proyecto de estas características, sería necesario que la Generalitat lidere una nueva comisión de trabajo donde estén presentes el Ayuntamiento de Barcelona, los Ayuntamientos del Pirineo, las Diputaciones, las Federaciones deportivas, las diferentes instituciones y agentes que se consideren oportunos.
Digan lo que digan, y a pesar del interés del Ayuntamiento por comunicar a la opinión pública que Barcelona mantiene puerta abierta a pedir los JJOO de Invierno, pero no los de 2026, hay que decir claramente que se ha dado carpetazo a los Juegos de Invierno.
Aquí no se aplaza nada. Ya basta de jugar con las ilusiones del Pirineo y sus gentes. Ahora ya están desencantados, pero en un primer momento se lo llegaron a creer. Lamentablemente al ayuntamiento de Barcelona no le interesa este proyecto de país -no le da votos- y por mucho que nos pese tampoco tenemos dirigentes vinculados a Barcelona con liderazgo en el ámbito deportivo internacional.
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