Beatriz Flamini, de 50 años, permaneció 500 días aislada en una cueva de motril a 70 metros de profundidad.
¿Se imaginan permanecer aislado a 70 metros de profundidad en una cavidad durante 16 meses? La espeleóloga madrileña Beatriz Flamini batió el récord del mundo de permanencia bajo tierra al estar 500 días en una cueva de Motril (Granada) y completamente aislada del exterior. La deportista entró el pasado 20 de noviembre de 2021 y salió el 14 de abril. Flamini de 50 años superó ampliamente el anterior registro que estaba en poder del serbio Milutin Veljkovic (1935-2011) que permaneció 463 días en la cueva Samar, a 17 km de la ciudad de Svrljig (Serbia). Ingresó a la cueva el 24 de junio de 1969 y la abandonó 15 meses después, el 29 de septiembre de 1970. En muchos escritos aparece un día más, en concreto 464, pero el tanto el Guinness World Records como la organización Record Holders Republic contabilizan 463.
El récord de 500 días encerrada en una cueva es una auténtica locura, pero podria no validarse, ya que durante el reto fue evacuada a una tienda de campaña
La espeóloga y escaladora resistió sin aparentes problemas físicos su aislamiento, tanto físico como social, y demostró una fuerza mental y emocional excepcionales. Beatriz Flamini contó con el apoyo de un equipo desde el exterior de la cueva. Su mayúsculo reto fue monitorizado ya que ella se prestó antes de entrar en la cavidad a participar en diversos estudios científicos. A su salida de la cueva y antes de darse una relajante ducha dio una multitudinaria rueda de prensa. Durante la misma destacó su día a día y destapó un aspecto que hasta ahora se mantuvo en secreto.
La deportista tenía un ordenador con el acceso «capado» a los buscadores y sólo preparado para cumplimentar los datos sobre su estado de cara al seguimiento de su persona. No obstante, tras prácticamente un año bajo tierra, el rúter se estropeó y la contaminación electromagnética de sus ondas empezó a causarle dolores de cabeza. El equipo de seguimiento decidió evacuarla de forma aislada y resituarla en una tienda de campaña a oscuras. Según la organización, estuvo ocho días y después regreso a la cueva. Este percance podría invalidar el récord, ya que Beatriz salió de la cueva.
Ha utilizado tonelada y media de materiales y alimentos, 1.000 litros de agua y ha leído 60 libros. La montañera estuvo un año y casi cinco meses, sin saber qué pasó fuera durante todo este tiempo. Beatriz Flamini es un espíritu solitario y de alguna forma, salvando las distancias, nos recuerda a un lobo solitario de lo extremo, como lo fue Fernando Garrido en su juventud. El alpinista aragonés tiene el récord de permanencia en altura con 62 días a 7.000 metros de altura desde el año 1986.
Las primeras reflexiones de Beatriz Flamini, tras 500 dias en la cueva
«Vivo como quiero vivir. Sola y autosuficiente. Todo lo que piensan de mí es problema de quien lo piense. Soy feliz así. Cuando estás tú sola tienes que empezar a hablar contigo misma, y es muy duro todo el proceso hasta que te conoces y te aceptas. Cuando se retiran todas las distracciones, porque estamos sobreestimulados, el cerebro comienza a funcionar.»
«Tienes que tener un equilibrio y una fortaleza mental… tal… ,creo que es evidente… Debes mantenerte sana y nutrida o sea esto -señalando su cuerpo- como materia orgánica que necesito, ¿que necesita? pues ese es el aporte que yo le doy, pero tanto para el cuerpo como para la mente, si tú comes, tienes la tripa calentita, tu mente funciona.»
«Nunca llegué a pensar en abandonar, yo estaba bien, no quería salir. Lo más duro fueron las moscas. Hubo una invasión de moscas, pusieron larvas y no lo controlé. Pero todo ha sido estupendo. No me ha pasado nada de lo que dicen que podía pasar, excepto las alucinaciones auditivas. Esto ha sido un entrenamiento para lo que está por venir»
«Si tú proyectas en pasado y en futuro, es decir, si tú estás en dónde estás, en tu presente, pero tu mente está en lo que dejas atrás o es lo que vas a encontrar en el pasado, entras en ansiedad ¿no? y entonces el truco está en el aquí y en el ahora.»
«Si, sin comunicación, es sin comunicación con todas las consecuencias tanto para mí como para la parte en la que ocurre esto. Va a ocurrir igual este o no esté ya me enteraré cuando salga.»
(que hizo) «Comer, leer, tejer, escribir mucho, proyectar, elaborar nuevos proyectos.»
«Tuve que ponerme un límite y cada cinco cacas iba al intercambio y ahí me encontraba que ya habían sacado ellos, porque hay sacar la basura y… como los dioses… yo dejo mis ofrendas y ellos me daban comida.»
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