Benjamin Védrines encadena las tres grandes caras norte de los Alpes en una semana y de forma sostenible

Benjamin Védrines encadena las tres grandes caras norte de los Alpes en una semana y de forma sostenible

Noticia

Una travesía de leyenda entre el Eiger, el Cervino y las Grandes Jorasses, guiada por la amistad, la historia del alpinismo y la fuerza de las piernas

Benjamin Védrines
Benjamin Védrines, en primer término, junto a Léo Billon, celebrando la conquista de una de las tres grandes caras norte de los Alpes.

Con una mezcla de determinación, respeto por la tradición y una visión pura del alpinismo, el francés Benjamin Védrines completó una hazaña inédita en los Alpes: la concatenación de las tres míticas caras norte del Eiger, el Cervino y las Grandes Jorasses en menos de una semana, sin recurrir a ningún medio de transporte motorizado. Junto a su amigo y también alpinista Léo Billon, firmaron una nueva página en la historia del alpinismo moderno.

Benjamin Védrines,
Benjamin Védrines, en plena escalada de una de las míticas caras norte por los Alpes. (Copyright/Quentin Degrénelle)

La Trilogía Norte a la manera Védrines

Conocida como la North Face Trilogy, este tridente alpino representa lo más simbólico y desafiante del alpinismo europeo. Sin embargo, Védrines quiso dar un paso más allá. No sólo escalarlas, sino unirlas por sus propios medios. Ni coches, ni remontes, ni helicópteros. Solo esquís, parapente, bicicleta, y mucha voluntad. “Libertad en estado puro”, lo definió él mismo.

El viaje comenzó el domingo 6 de abril en Grindelwald, con el Eiger y su temida cara norte. Védrines y Billon escalaron la clásica vía Heckmair en 4h10, en condiciones secas y técnicas. Desde allí, descendieron hasta el glaciar de Aletsch y, entre esquí y parapente, llegaron a Fiesch.

Benjamin Védrines
El parapente como broche final: Védrines despega desde las Grandes Jorasses rumbo a Chamonix tras completar la North Face Trilogy en formato sosotenible.(Copyright/Quentin Degrénelle)

El 8 de abril, tras una transición en bicicleta, esquís y a pie hasta el refugio Hörnli, atacaron la cara norte del Cervino o Matterhorn por la vía Schmid (5h40). Esta emblemática pared aún no había sido escalada en todo el invierno. Otra jornada, otra cumbre.

El tercer y último reto llegó el 11 de abril: las Grandes Jorasses. Desde Visp pedalearon hasta Montenvers y subieron a pie hasta el pie de la pared. Allí les esperaba la vía McIntyre-Colton, referencia indiscutible del alpinismo moderno, que resolvieron en 4h20. Para rematar la travesía, regreso a Chamonix en parapente. Una forma poética de cerrar el círculo.

Benjamin Vedrines
Benjamin Védrines, emocionado y consolado por su compañero tras completar la última cima de la North Face Trilogy. (Copyright/Quentin Degrénelle)

Más que metros y horas: una filosofía de montaña

Benjamin Védrines no quiso convertir esta proeza en los Alpes un simple reto cronometrado, sino en un acto simbólico. “Avanzaba con la fuerza de mis piernas, impulsado por la amistad, el deseo y la historia del alpinismo”, escribió en redes sociales. Consciente del valor histórico de las rutas elegidas, reivindicó un estilo depurado, sin presión, sin cronómetro, guiado por la pasión y los lazos con su compañero de cordada.

Según explicó el propio Védrines, Léo no podía asumir tanto esfuerzo físico debido a las sesiones de entrenamiento de fuerza que había planificado para la escalada. Así que se unió a él únicamente en las ascensiones, y mientras Benjamin pedaleaba entre una cumbre y otra, Léo colgaba de una tabla de entrenamiento para fortalecer los dedos. Un trabajo en equipo curioso y eficaz. El apoyo logístico del también alpinista y cineasta Quentin Degrénelle permitió documentar esta travesía que promete dejar huella. Según confirmó el propio Védrines, habrá imágenes de esta aventura singular: una mezcla de épica, esfuerzo y amistad.

North Face Trilogy
Las tres vías utilizadas por Benjamin Védrines en su travesía alpina sostenible de la North Face Trilogy: la Heckmair en la cara norte del Eiger, la Schmid en la cara norte del Cervino (Matterhorn) y la Colton-McIntyre en las Grandes Jorasses. (izq. a derd). Tres rutas míticas que resumen la esencia del alpinismo clásico y comprometido. (Copyright/Quentin Degrénelle)

La trayectoria de Védrines brilla de nuevo en los Alpes

Esta concatenación se suma a una larga lista de logros del incansable alpinista y guía de montaña francés. En febrero ya sorprendió con la primera invernal en solitario de la vía BASE en los Drus, y el verano pasado batió el récord de ascenso al K2  por  la via normal y sin utilizar oxígeno desde el Campo Base Avanzado: 10 horas, 59 minutos y 59 segundos.

Ahora, tras esta trilogía alpina a la antigua, con aroma clásico y ejecución moderna, Benjamin Védrines se consolida como uno de los grandes nombres del alpinismo actual, y no solo por sus tiempos, sino por su ética, su estilo y su forma de entender la montaña.

La cronología de una aventura humana y deportiva

6 de abril: Grindelwald – Eigergletscher en esquí
7 de abril: Eiger, cara norte (vía Heckmair, 4h10) + transición a Fiesch (esquí/parapente)
8 de abril: Fiesch – Hörnlihütte (bicicleta/esquí/caminata)
9 de abril: Cervino/Matterhorn, cara norte (vía Schmid, 5h40) + transición a Visp (esquí/bicicleta)
10 de abril: Visp – Montenvers (bicicleta + caminata 1.000 m)
11 de abril: Grandes Jorasses, cara norte (vía Colton-McIntyre, 4h20) + regreso a Chamonix en parapente

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  • Miquel Ribas

    Periodista y Editor de Turiski