Carlos Soria y Sito Carcavilla descienden al campo base, tras conocer la predicción meteorológica, y esperan otro momento para alcanzar la cumbre del Dhaulagiri.
(Actualizado 20-4-2022)
La predicción meteorológica frustra el primer intento de Carlos Soria, 83 años, y Sito Carcavilla a la cima del Dhaulagiri, 8.167 m. Los dos alpinistas que se hallaban en el C3, por encima de los siete mil metros, decidieron suspender el ataque final y regresar al campamento base.
Las informaciones recibidas son escuetas y sólo destacan que “tras recibir los pronósticos del tiempo, Carlos Soria y Sito Carcavilla han decidido descender al campo base para esperar una oportunidad más favorable. Durante estos días han conseguido una aclimatación inmejorable y solo queda aguardar con paciencia el mejor momento para alcanzar la cumbre del Dhaulagiri”.
Junto a Soria y Carcavilla regresó la totalidad del equipo de seis sherpas -Mikel Sherpa, lider, Nigma Sherpa, Nawang sherpa, Nigma Tenjen Sherpa, Dawa sherpa y Dorjey Sherpa- de la agencia local Seven Summit Treks- que los acompañaban en el tercer ataque a la cima del Dhaulagiri en lo que llevamos de temporada de primavera. Las primeras cumbres se consiguieron el pasado 9 de abril. Fue un grupo liderado por Mingma G junto con diez montañeros y una docena de sherpas de la agencia Imagine Nepal. La segunda cima finalizó en tragedia. El 12 de abril el alpinista griego Antonios Sykaris, 59 años, falleció cuando descendía de la cumbre en compañía de Dawa Sherpa. El montañero griego sufrió un edema pulmonar de las alturas muy cerca del campamento 3.
Carlos Soria:»la montaña estaba vacía, para nosotros solos, y eso era un lujo que no queríamos perdernos»
A su llegada al campo base Carlos Soria hizo un relato pormenorizado de su ascensión que por su interés reporoducimos. “Hoy -20 abril- hemos llegado al campo base después de cinco días por los campamentos de altitud. La previsión del tiempo era buena, nuestro estado de forma también y nuestros sherpas estaban muy motivados, así que, aunque llevábamos solo cuatro días en el campo base, decidimos subir tan alto como se pudiera. Además la montaña estaba vacía, para nosotros solos, y eso era un lujo que no queríamos perdernos. La subida al Campo 1 (5700 m) fue muy bien, con nieve poco profunda y grietas abiertas pero bien visibles. Pero esa tarde cayó una nevada considerable que dificultó nuestra subida al Campo 2 (6450 m) con nieve profunda, cuerdas enterradas y grietas al límite de lo que somos capaces de saltar. Al día siguiente, la subida al Campo 3 (7300m) fue más dura de lo que pensábamos, con nieve costra, polvo y hielo, según las zonas. Las cuerdas se habían enterrado y se perdió mucho tiempo en sacarlas. Como suele ocurrir y aunque el parte era bueno, llegamos al campo 3 en plena ventisca. Era ya demasiado tarde como para hidratanos mínimamente y reponernos antes de salir hacia la cumbre con garantías mínimas de seguridad.
«Muy contentos de este intento. Ahora a descansar unos días y a esperar que el tiempo y la montaña nos den otra oportunidad”
La noche fue dura porque apenas se pudo montar la tienda en la mini-repisa y más que dormir pasamos el rato aguantando la ventisca lo mejor que se pudo. Dos de nuestros sherpas llegaron incluso dos horas más tarde que nosotros al Campo 3 por el esfuerzo realizado. Ni nosotros ni ellos estábamos en condiciones de mucho más. Al día siguiente bajamos al Campo 1 y hoy ya al base, cansados pero muy contentos de este intento y de nuestros sherpas, que nos ayudaron en todo lo posible. Ahora a descansar unos días y a esperar que el tiempo y la montaña nos den otra oportunidad.”
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