La muerte y la agonía de Muhammad Hassan en el cuello del K2, mientras otros alpinistas pasaban por encima de él, levantó una ola de justa indignación que trascendió del mundo del alpinismo.
por Aitor Tilla, montañero
Las imágenes del K2, donde una fila de personas pasó literalmente por encima de un porteador paquistaní que agonizaba, sin auxiliarle, sólo por alcanzar la cima, ha desatado una ola de justa indignación que ha trascendido del mundo del alpinismo. Por eso creo que es necesario explicar algunas cosas. En estas expediciones comerciales las agencias procuran atraer cuantos más clientes mejor. Ello hace que la mayoría de ellos no tengan nivel suficiente para ser autónomos en la montaña.
¿Por qué los mejores sherpas no pararon e intentaron el rescate? Por una única razón: el dinero
La carencia de habilidades técnicas se suple con medios, equipando la montaña con cuerdas fijas desde el campo base hasta la cima. Para ello, las agencias componen un equipo -llamado de fijación- que suele estar formado por sherpas muy fuertes y técnicamente capaces. Como todas las agencias se benefician de la fijación, suelen colaborar aportando gente al equipo. Hassan fue designado para asistirlos, cubriendo la cuota de Seven Summit Club al equipo de fijación. Mal equipado e inexperto, los gastos sanitarios de su madre le empujaron a ello.
Climbers crossing the most dangerous part of K2; The Bottleneck & the laying man in black & yellow dawn suit is reportedly Muhammad Hassan from Tissar Skardu, who died there and 130 climbers crossed over his body on ascent & descent.
This is gift of commercial climbing #Climbing pic.twitter.com/m7J22AvqtJ— The Northerner (@northerner_the) August 5, 2023
Como todos sabemos, sufrió un accidente en la peor zona: el cuello de botella. Es una travesía estrecha a 8.200m bajo un gran serac y, aunque fue subido de nuevo a la vía, ahí fue abandonado a su muerte mientras decenas de personas le pasaban por encima para llegar a la cima. Muchos argumentan que si te pasa algo a esa altitud y no te puedes valer por ti mismo estas muerto. Eso sin duda es algo que todo el que quiera subir un ochomil tiene que tener claro a la hora de tomar decisiones -empezando por ir allí-, pero no es excusa para no ayudar.
Es verdad que los clientes no son autónomos y, como he leído, van como zombis, sin tener capacidad para auxiliar. Además, los sherpas que los acompañan deben priorizar la seguridad de sus guiados. Pero se obvia que los más cercanos era el propio equipo de Hassan, el de fijación.
Cada montañero antepuso sus propios e insustanciales intereses a la vida de un hombre que trabajaba precisamente para que pudieran lograrlos
Se trata como hemos dicho de los mejores sherpas, con capacidad técnica y sin clientes a los que guiar. ¿Por qué no pararon e intentaron el rescate? Por una única razón: el dinero. Si ellos no cumplen su misión, ni un solo cliente sube a la cima y adiós a incentivos por cumbre. Mayor responsabilidad tienen sus jefes, dueños de las agencias, que no les mandaron parar y ayudar -otra vez el dinero-. Los clientes tampoco se libran, en caso de no poder ayudar, debieron dar la vuelta y liberar recursos en forma de guías u o²… cualquier cosa menos seguir.
Algunos señalan casos similares donde no se pudo hacer nada… pero también nos contaron que Sajid bajó solo con ayuda de Ayaviri el cuerpo de su padre, Ali Sadpara –fallecido en la ascensión al K2 invernal-, por esa misma zona hasta C4. Con esto no quiero decir que hubieran salvado a Hassan. De hecho, creo que lo tenía muy difícil. Pero lo que sí es seguro es que ni lo intentaron y eso es lo verdaderamente grave y triste. Cada uno antepuso sus propios e insustanciales intereses a la vida de un hombre que trabajaba precisamente para que pudieran lograrlos.
Ver las fotos de cumbre posando exultantes, las felicitaciones en redes por las cimas o las celebraciones en el campo base es indignante y bochornoso. Ya no es la esencia de la aventura o el estilo, es más profundo, ¿dónde quedó el más mínimo atisbo de conciencia o humanidad?
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