Dos montañeros portugueses fallecieron tras precipitarse mientras ascendían el Espolón de los Franceses, una exigente vía de escalada situada en el macizo central del Parque Nacional de los Picos de Europa, en su vertiente cántabra. El accidente ocurrió en esta imponente pared rocosa que da acceso a Peña Vieja y que se alza frente al Chalet Real y al Refugio de Áliva, en el municipio de Camaleño (Liébana). Desde la explanada de este histórico edificio, construido para el rey Alfonso XIII, y el refugio se aprecia con claridad la verticalidad del recorrido donde se produjo la caída.
El aviso fue recibido por el servicio de emergencias 112 de Cantabria pasadas las 12 del mediodía a través de las señales automáticas de un reloj inteligente y un teléfono móvil. Minutos más tarde, un testigo presencial alertaba también del suceso. Hasta el lugar se desplazaron de inmediato efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil, un helicóptero del 112, y una médico que se encontraba fuera de servicio en la zona y acudió voluntariamente para prestar ayuda. Se desconocen por el momento las causas del trágico accidente, y las autoridades no han confirmado ninguna hipótesis sobre lo ocurrido.
El Espolón de los Franceses, una vía clásica
El Espolón de los Franceses es una de las grandes rutas clásicas de escalada en España, abierta en 1967 por los alpinistas franceses Pierre Forn y Bernard Trouvé. Su recorrido asciende hasta la cima de Peña Vieja (2.613 m), la montaña más alta de la vertiente cántabra de los Picos de Europa, y ofrece un desnivel total de unos 1.000 metros, de los cuales 650 corresponden a la escalada propiamente dicha.
Aunque su grado técnico no es extremo (máximo Vº), se trata de una vía muy larga, exigente en lo físico y mental, con tramos desequipados y roca fragmentada en algunas secciones. El tiempo estimado de escalada hasta la cresta final, conocida como “Los Gendarmes”, ronda las siete u ocho horas para una cordada de nivel medio. A este esfuerzo se le suma la travesía de la cresta hasta la cima, que puede llevar otras dos o tres horas, y cuya complejidad no debe subestimarse.
Una clásica exigente que no admite descuidos
En palabras de alpinistas con experiencia en la vía, el Espolón de los Franceses requiere moverse con agilidad en terreno de alta montaña y gestionar bien el tiempo. El cansancio acumulado y la exposición al sol en la parte final suponen un riesgo añadido. No son raras las cordadas que, por haberse retrasado, se ven obligadas a vivaquear antes de alcanzar la cima.
El recorrido combina tramos de trepada, travesías expuestas y pequeñas simas, en un entorno de gran belleza natural sobre los verdes pastos de Áliva. El descenso habitual se realiza caminando por la ruta normal de Peña Vieja a través del Collado de La Canalona.
El trágico suceso pone de nuevo sobre la mesa la dureza y el compromiso que entraña la escalada en vías de envergadura como el Espolón de los Franceses. A pesar de su popularidad entre montañeros de toda España, sigue siendo un itinerario exigente, que requiere experiencia, preparación, y una buena gestión del horario.