Por primera vez la delegación española acude a unos Juegos Olímpicos con diversos deportistas, en concreto cinco de los veinte, con posibilidades de acceder a una final olímpica o a un podio. Son cinco atletas -Javier Fernández, Carolina Ruiz, Queralt Castellet, Lucas Eguibar y Regino Hernández- que por ranking y por resultados personales pueden acceder a la gloria olímpica. La historia del deporte español de los deportes de invierno está llena de clarooscuros. De dirigentes deportivos nefastos, de programas deportivos sin continuidad, de talentos malgastados, y de un ente federativo, la Real Federación Española Deportes de Invierno (RFEDI), que hasta enero del 2006 tuvo el monopolio de todas las disciplinas invernales. Este aspecto ha lastrado durante décadas a los deportes de hielo, que nunca tuvieron el tratamiento que se merecían. Disciplinas infravaloradas y sin practicantes por falta de una federación especifica. Y eso que Joan Antoni Samaranch fue un gran valedor tanto desde el aparato franquista, cuando dirigía la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes (1967-1973) como cuando llegó a la presidencia del Comité Olímpico Internacional (1980-2001). A Samaranch, por ejemplo, se debe que a finales de los años 60 el Real Madrid y el FC Barcelona estrenaran sendas pistas de hielo financiadas con partidas de la Delegación Nacional. Años más tarde y ya como presidente del CIO insistió en la necesidad de segregar los deportes de hielo. En 2006, la creación de la Federación Española de Deportes de Hielo supuso una bocanada de aire fresco para los deportes de cuchilla que siempre fueron el pariente pobre de la RFEDI. La pequeña Federación, que preside su hija María Teresa Samaranch y con sede en Barcelona, tiene sólo 1.500 licencias y 12 pistas de hielo homologadas en toda España.
De ahí que casi se pueda hablar de “milagro deportivo”. En sólo 8 años ha conseguido revolucionar el patinaje dando oportunidades y medios al talento. Sólo así se explica la aparición de la figura de Javier Fernández, 22 años, o de la pareja de danza formada por la también madrileña Sara Hurtado y el barcelonés Adrià Díaz que en Sochi vivirán su primera participación olímpica con el objetivo de meterse en la final a la que acceden 20 de las 24 parejas clasificadas. Todos están entrenando en Toronto y en el caso Javier, doble campeón de Europa, lo hace desde el 2011 de la mano de Brian Orser, doble medallista de plata olímpico, que lo acompañará en la cita olímpica. Javi Fernández ha preparado un programa muy potente en el que no faltan dos saltos cuádruples, su mejor pirueta y al alcance de muy pocos patinadores. La coreografía de su ejercicio está basada en la música que Henri Mancini compuso para la serie televisiva norteamericana “Peter Gunn” de los años 1950.
Carolina, la veterana
Carolina Ruiz, 32 años, es la deportista más veterana de la delegación española. La esquiadora andaluza afronta sus cuarta cita olímpica en la madurez deportiva y situada en el ranking de primera serie de las especialidades de velocidad o lo que es lo mismo las esquiadoras que siempre salen entre las 15 primeras. El año pasado ganó su primer descenso en Meribel y está a temporada ha obtenido varios TOP 10.
Otra de las outsiders es la catalana Queralt Castellet, 24 años, y que a pesar de su juventud participa en sus terceros juegos. Con tan sólo 16 años se estrenó en Turín 2004. En Vancouver 2010 era, junto a la ya retirada María José Rienda, la gran esperanza española de medalla. La rider cumplió y se clasifico con la tercera mejor puntuación para la fina de half pipel. Una caída en el calentamiento, con conmoción cerebral incluida, le privo de optar a medalla. Ahora, cuatro años más tarde sigue estando entre las mejores y tiene opciones de meterse en la final del medio tubo. La medalla dependerá de muchos factores. No hay que olvidar que aquí no manda el crono sino lo que puntúan unos jueces.
Y por último destacamos a dos de los tres componentes del equipo de snowboardercross con nivel para entrar en la final. Se trata del vasco Lucas Eguibar, 19 años, y actual campeón junior de la modalidad y el andaluz Regino Hernández, 22 años, que esta temporada ya se han clasificado en dos finales a seis de la copa del mundo. Regino consiguió una cuarta posición en Motafon (Suiza) y Lucas lo hizo en la última prueba antes de los juegos celebrada en Vallnord (Andorra) donde acabó segundo.
La delegación más numerosa
España es la primera vez que envía 20 deportistas a unos Juegos. Hasta ahora nunca había sobrepasado los 18 atletas, cifra que se había repetido en tres olimpiadas: Grenoble 1968, Albertville 1992 y Vancouver 2010. La menor participación se remonta a Saporo 1972 con tres esquiadores -Paco Fernández Ochoa, Aurelio García y Conchita Puig-, pero que hasta la fecha es la más recordada por la medalla de oro en slalom del desaparecido Paco. Su hermana Blanca cosechó en Albertville una medalla de bronze en eslalon. Hasta la fecha este es el exiguo y pírrico bagaje del deporte español en los Juegos olímpicos de invierno. Eso sino queremos recordar la azarosa incorporación del alemán nacionalizado español Johann “Juanito” Muehlegg que en Salt Lake City ofreció todo un recital de trampas. Ganó tres medallas de oro en esquí de fondo -50 km, 30 km y persecución-, aunque posteriormente las perdió por dar positivo en EPO.
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