◄ Primera ascensión a la pared de 470 metros de la cara sur de la montaña Huanka Punta (4.760 m), situada al sureste de la Cordillera Blanca del Perú.
Eneko e Iker Pou junto con Manu Ponce continúan abriendo nuevas vías en su periplo peruano de los Andes. Los tres escaladores españoles firmaron la primera ascensión de los complicados y selectivos 470 metros de la cara sur del Huanka Punta (4.760 m). La montaña está situada al sureste de la Cordillera Blanca del Perú y es vecina al Cerro Tornillo (4.900 m) donde realizaron también la primera ascensión de su cara norte.
La escalada discurre sobre una roca caliza fantástica, tan buena, que la ascensión es una de las más bonitas que hemos realizado en nuestra vida
La cordada necesitó dos días para la nueva apertura, que llamaron “Cabeza Clava” -6c+ /470 m.- Durante la primera jornada abrieron los cuatro primeros largos, y en la segunda culminaron el ascenso a la cara sur del Huanka Punta, tras un día maratoniano, que comenzó a las nueve de la mañana y culminó a las siete de la tarde, bajo la luz de los frontales. En ambas jornadas, además de las dificultades técnicas cercanas al séptimo grado, tuvieron que capear el frío reinante de esta cara sur por encima de los 4.500 m. Los tres escaladores al unísono reconocieron que “fue como estar metidos en el frigorífico durante diez horas”.
Sobre la nueva vía de la cara sur del Huanka Punta (4.760 m) destacaron que «la mayoría de los 9 largos de la ruta quedaron protegidos con material flotante -friends y fisureros que pone el primero y recupera el segundo- y solo en tres de ellos nos vimos obligados a colocar algún seguro expansivo. Toda la escalada discurre sobre una roca caliza fantástica, tan buena, que la ascensión sobre estos órganos perfectos, es una de las más bonitas que hemos realizado en nuestra vida. Creemos que es la primera vez que abrimos en alta montaña una ruta de tal calidad y belleza. Estamos felices”.
El mayor problema de la ascensión no fue la vía sino las bajas temperaturas. En este sentido reconocieron que “el frio-entre 0º y -5º- nos atenazaba los dedos de pies y manos y nos resultaba muy duro progresar en estas condiciones. Solo con una motivación a prueba de bombas conseguimos llegar hasta la cumbre”.
Tanto los hermanos Pou como Manu Ponce son conscientes de que haber descubierto un nuevo paraíso para la escalada libre.
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