Yolanda Hernández Curulla, esquiadora de montaña catalana de 53 años y cabo de la Guardia Urbana de Tarragona, ha perdido la vida tras quedar sepultada por un alud en la zona de Ushguli, situada en la región de Svaneti,en el corazón de las montañas del Cáucaso de Georgia. Natural de Tarragona y vecina de la Selva del Camp (Baix Camp), Hernández formaba parte de un grupo de seis esquiadores catalanes que realizaban una travesía en esta remota región, conocida por atraer a montañeros que buscan una experiencia auténtica y alejada de los circuitos comerciales. Las autoridades locales georgianas han iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias exactas del accidente mortal.
El Ayuntamiento de Tarragona ha confirmado oficialmente la identidad de la víctima y ha emitido un comunicado expresando «su más sentido pésame por la repentina muerte de la cabo Yolanda Hernández Curulla mientras realizaba actividades deportivas de montaña en Georgia, momento en el que fue sorprendida por un alud de nieve. Tanto la Guardia Urbana como el consistorio lamentan profundamente la pérdida de la cabo por su calidad humana y profesionalidad, y acompañan en estos momentos tan difíciles a la familia, amigos y compañeros».
Descenso individual y alud repentino
El accidente tuvo lugar mientras el grupo descendía una pala de nieve de forma individual, como es habitual en terreno de alta montaña para reducir riesgos colectivos. El alud afectó únicamente a una de las integrantes, que fue arrastrada y quedó completamente enterrada por la nieve. A pesar de los esfuerzos del resto del grupo por rescatarla, la mujer fue localizada sin vida.
Ushguli, enclave remoto
Situado a más de 2.100 metros de altitud, Ushguli es un conjunto de cuatro aldeas medievales ubicadas en la región de Svaneti, al noroeste de Georgia. El lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, combina un entorno alpino de gran belleza con una cultura montañesa profundamente arraigada. En los últimos años, esta región ha ganado notoriedad entre los aficionados al esquí de montaña por su terreno virgen, sus paisajes espectaculares y el aislamiento que ofrece frente a destinos más concurridos. La tragedia ha vuelto a poner de manifiesto los riesgos inherentes a las actividades de montaña, incluso para grupos experimentados.