Ferran Latorre cerró el círculo y completó su proyecto vida y deportivo, CAT14x8000, tras dos años muy intensos en los que su prioridad profesional fue coronar las catorce cimas de más de 8.000 metros del planeta. El sueño comenzó el año 1992, hace 25 años, ascendiendo al Shisha Pangma Central, (8.013 m) junto a la leridana Araceli Segarra, y tomó forma tras coronar el Gasherbrum I, en julio de 2015, su undécimo ochomil sin oxígeno suplementario.
A partir de aquí y para dar mayor visibilidad a su gesta deportiva y poder sufragar sus expediciones Latorre decidió crear el proyecto CAT14 X8000 para afrontar sus últimas tres montañas. El año pasado sorprendió al mundo alpinistico haciendo en una misma temporada el Makalu (8.463m), mayo, y el Nanga Parbat (8.126 m), julio. Las circunstancias vitales y deportivas habían hecho que a Ferran Latorre el Everest le hubiera quedado pendiente. No es lo habitual ya que, a pesar de la masificación, el Everest sigue teniendo una áurea especial y por tanto suele ser un objetivo preciado e inicial de cualquier alpinista. No obstante, Ferran, que podría escribir un libro de su relación de amor y odio con la montaña icono, ha necesitado siete tentativas para hollar el techo del mundo por la ruta tradicional que abrieron Tenzing Norgay y Edmund Hillary, el 29 de mayo de 1953. Latorre cierra un ciclo vital y alpinístico brutal, -menos de 50 personas lo han conseguido- y ha hecho realidad un sueño de infancia.
En el último tramo sólo le ha acompañado el austríaco Hanz Wenzl, ya que los otros dos compañeros de cordada, el francés Yannick Graziani y el sherpa Dawa Sange, han retrocedido sobre los 8.500 metros hacia el campo 4, a 7.900 metros, dadas las duras condiciones meteorológicas. La expedición había partido el viernes sobre las seis de la tarda -GMT +1 hora- desde el Campo 4 a 7.900 metros para afrontar los casi 1000 metros de desnivel que los separaban de la cima (8.848m).
Cuatro horas después de hollar la cima -04:15 horas GMT +1 hora o 08.00 h local- Ferran Latorre, todavía bajo los efectos de la hipoxia, ha manifestado a nuestros compañeros de Televisión de Catalunya desde el Campo 4 y vía teléfono satélite que “la ascensión fue muy dura. En el último tramo hizo muy mal tiempo. Nevó y hacia mucho viento e incluso tuve dudas. Al final utilizé oxígeno. Sinceramente tenía ganas de acabar y de volver a casa. Estoy emocionado, son muchos años de mi vida, aunque las emociones fuertes vendrán en el campo base.”
Ha sido una ascensión complicada, de gran exigencia y al límite de lo aconsejable para no correr más riesgos de los necesarios ya que el mismo Ferran Latorre ha manifestado que “no sólo ha sido difícil, sino que ha sido un milagro «.
El alpinista no tuvo premio en forma de visibilidad, pero si pudo hollar una montaña que casi se había convertido en una obsesión para el alpinista barcelonés. Y si me lo permiten no ha querido toda la “gloria” para él. El hecho de que en su último catorce ocho mil haya utilizado oxigeno suplementario va a permitir al veterano montañero Oscar Cadiach, 63 años, cerrar su reto de los catorce 8.000m con la posibilidad de convertirse en el primer catalán de haberlo conseguido sin utilizar oxígeno. En breve, parte para intentar coronar en el que será su cuarto intento al Broad Peak su montaña maldita para culminar su objetivo deportivo, que comenzó hace treinta años coronando el Everest.
Ferran Latorre y sus catorce 8.000m
1. Annapurna (8.091 m), 29 abril de 1999
2. Shisha Pangma (8.013 m), 4 octubre de 2005
3. Broad Peak (8.051 m), 12 julio de 2007
4. Dhaulagiri (8.167 m), 1 de mayo de 2008
5. Manaslu (8.156 m), 5 octubre de 2008
6. Kangchenjunga (8.586 m), 18 de mayo de 2009
7. Gasherbrum II (8.035m), 31 de julio de 2012
8. Lhotse (8.516 m), 22 mayo de 2013
9. Cho Oyu (8.201m), 26 setiembre de 2013
10. K2 (8.611 m) – 26 de julio de 2014
11. Gasherbrum I (8080 m), 24 de julio de 2015
12. Makalu (8481 m), 23 de mayo de 2016
13. Nanga Parbat (8126 m), 25 de julio de 2016
14. Everest (8848 m), 27 de mayo de 2017
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