Grandvalira ha inaugurado el nuevo y emblemático edificio de servicios del telecabina de El Tarter. Se trata de una construcción sostenible que dinamizará este sector y mejorará la atención de los esquiadores. Ensisa, la sociedad explotadora, ha invertido casi 4 millones de euros con el objetivo de centralizar los servicios a pie de pistas y mejorar la funcionalidad de los esquiadores. Las nuevas instalaciones pueden acoger a más de 4.500 personas durante una sola jornada, lo que en días de fuerte afluencia asegura la confortabilidad de los esquiadores.
El estudio andorrano de arquitectura Felix Vicente Solà y la constructora Grupo Heracles han sido los encargados de diseñar y realizar el edificio, que está completamente integrado con el paisaje gracias a la utilización de materiales típicos de la zona y a unas formas orgánicas que siguen la orografía del terreno. Una de las principales novedades que presenta es la cantidad de servicios que concentra en su planta baja de 2.300m2, convirtiéndolo en el centro de servicios más grande de los Pirineos. La interiorista Rosa Colet ha sido la encargada de diseñar el espacio donde los visitantes encontraran nuevas taquillas, una cafetería, guarda esquís, una oficina de atención al cliente, un nuevo centro médico y una nueva escuela de esquí donde se podrán adquirir clases de esquí, cursos de freestyle y otras actividades. En la parte exterior, el telecabina también presenta una nueva imagen renovada gracias a una nueva cubierta metálica compuesta por 10.000 losetas de tonalidades verdes y ocre que se fusionan visualmente con el entorno y establecen un diálogo entre la arquitectura y la naturaleza privilegiada del valle.
Las nuevas instalaciones han sido oficialmente inauguradas por el presidente de Ensisa y cónsul de Canillo, el Hble. Sr. Josep Mandicó, el Padre Ramón de Canillo, el director general de Crèdit Andorrà y el director general de Ensisa, Conrad Blanch.
Mandicó ha destacado a los presentes “la importancia de las nuevas inversiones que se están llevando a cabo y que permiten dar el impulso necesario a Grandvalira para posicionarse como destino de primer nivel”. Por su parte, Conrad Blanch, ha querido hacer hincapié en “la singularidad de un proyecto completamente integrado en el entorno” y “la necesidad de seguir invirtiendo para conseguir la excelencia en materia de servicios.»