El alpinista alemán Jost Kobusch, quen lleva años persiguiendo su ambicioso proyecto de escalar el Everest en invierno, en solitario y sin oxígeno suplementario, vivió momentos de gran tensión cuando el terremoto de magnitud 7.1 sacudió la región entre el Tíbet y Nepal el martes 7 de enero. Kobusch, que el 27 de diciembre había alcanzado los 7.537 metros en la arista oeste de la montaña, un logro notable en su expedición, se encontraba de nuevo ascendiendo. En concreto, Jost Kobusch descansaba en su pequeña tienda del Campo 1, a 5.700 metros de altitud, cuando la tierra comenzó a temblar violentamente. Este campamento marcaba un punto clave en su expedición invernal al Everest, ubicado estratégicamente a medio camino entre la base de la montaña y el Collado Lho La (6.000 m), el primer gran desafío en su ascenso por la desafiante arista oeste.
Bloque grande de hielo impacta en la tienda
En sus propias palabras, “durante la madrugada me despertó un terremoto en mi campamento a 5.700 metros de altitud. Las avalanchas descendían a toda velocidad, arrastrando trozos de hielo y rocas por todos lados. Una onda de presión causada por la explosión de un serac colapsado golpeó la tienda, al punto de que tuve que apoyarme contra ella”, relató Kobusch.
El impacto del terremoto fue tal que su tienda sufrió daños considerables. “Mi tienda sufrió daños. Se perforó en varios lugares y una ventana fue arrancada”, explicó. Sin embargo, tras la calma momentánea, decidió mantenerse en la tienda y esperar antes de evaluar la situación.
A primera hora de la mañana, Kobusch descubrió la magnitud del evento gracias a mensajes satelitales recibidos en su dispositivo de comunicación. “Solo cuando estaba preparando el desayuno por la mañana, recibí muchos mensajes satelitales en mi dispositivo Zoleo y me di cuenta de que realmente había sido un terremoto serio”, señaló.
Consciente del peligro que podrían representar las réplicas en la montaña, optó por iniciar su descenso hacia zonas más seguras. “Esperé unas horas a que las cosas se estabilizaran y luego comencé mi descenso. Definitivamente no quiero experimentar réplicas allá arriba”, concluyó Kobusch.
Afortunadamente, Kobusch ha confirmado que se encuentra en buen estado y ya está instalado en su campamento base. Descansa en un refugio con forma de pirámide de cristal, ubicado en la estación científica The Pyramid, a los pies del Everest. Este lugar, situado a 4.800 metros de altitud, ofrece un entorno seguro y protegido de los peligros de la montaña. Allí, el alpinista cuenta con las comodidades necesarias para recuperar fuerzas y analizar las condiciones antes de decidir si retomar los campamentos de altura o dar por concluida su expedición invernal al Everest 2024-2025
Hito previo y retirada prudente
Apenas una semana antes del terremoto, Kobusch había logrado un hito importante en su expedición al alcanzar los 7.537 metros en la arista oeste del Everest, un tramo técnicamente exigente y raramente transitado, especialmente en invierno. Este logro reafirma su compromiso con un proyecto que ha enfrentado condiciones extremas y desafíos constantes.
El terremoto de 2025 no es la primera experiencia sísmica de Kobusch en el Himalaya. En 2015, a sus 22 años, vivió el devastador terremoto de magnitud 7.8 que causó numerosas avalanchas y dejó al menos 24 muertos en el Everest, experiencia que marcó profundamente su carrera como alpinista.
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