La operación de rescate de los cuerpos de Kazuya Hiraide (1979-2024) y Kenro Nakajima (1984-2024) finalizó ante la imposibilidad de hallarlos con vida. La empresa japonesa de material deportivo Ishii Sports, esponsor de los alpinistas, anunció el fin de las labores de rescate para recuperar los cuerpos de Kazuya Hiraide y Kenro Nakajima, que fueron dados por muertos.
Adiós en la cara oeste del K2
Kazuya Hiraide y Kenro Nakajima, dos figuras legendarias del alpinismo japonés, desaparecieron mientras intentaban abrir una nueva ruta en la cara oeste del K2. Su último contacto se registró el 27 de julio. La cordada estaba ya en su cuarto día de escalada, sobre una pared de extrema dificultad, cuando sufrió una caída, a una altitud aproximada de 7.500 metros. La alarma fue dada por Thibaut Marot, un piloto de dron francés que trabajaba para el alpinista Benjamin Vedrines, que ascendía por la ruta normal del K2. La información desencadenó los esfuerzos de búsqueda y rescate para Kazuya Hiraide y Kenro Nakajima. Un helicoptero de rescate del ejército pakistaní logró avistar dos figuras inmóviles que se creyó que podrían ser ellos, pero las extremas condiciones climáticas y la inaccesibilidad del terreno hicieron imposibilitado su recuperación.
Las autoridades paquistaníes están preparadas para declarar oficialmente a Hiraide y Nakajima como fallecidos. Esta noticia marca el final de una búsqueda desesperada que ha mantenido en vilo a la comunidad alpinista internacional. La pareja, conocida por su estilo alpino y sus impresionantes logros en el mundo del alpinismo, ha dejado un legado imborrable.
El Legado de Hiraide y Nakajima
Kazuya Hiraide, ganador de tres Piolets d’Or, y Kenro Nakajima, de dos de esos premios, se enfrentaban a una de las rutas más desafiantes del K2, siguiendo su pasión por explorar lo desconocido y superar los límites del alpinismo. Su desaparición es un recordatorio de los riesgos inherentes a este deporte extremo y del respeto y admiración que merecen quienes se atreven a enfrentarse a rutas inexploradas y virgenes.