Hacía meses que los trabajadores de las estaciones de esquí de Espot y Port Ainé habían manifestado abiertamente a la dirección de Turisme y Muntanya de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya que querían las mismas condiciones laborales que el resto de estaciones del Grupo. Al amparo de la crisis económica y los recortes de la Administración las reivindicaciones de equiparación habían caído en saco roto. Si a eso añadimos la falta de un buen interlocutor en la dirección de Turisme y Muntanya para saber gestionar este agravio económico, entenderemos en parte el malestar de los trabajadores de los centros invernales del Pallars. La temporada pasada ya afloró la problemática aunque no llego a traducirse en ninguna convocatoria de huelga. Si uno rasca un poco y pregunta llega a la conclusión que los antiguos trabajadores de Gran Pallars, que el “caciquismo” local se encargó de torpedear -eso es otra historia que habrá que explicar algún día- se sienten «personal de segunda”. Dicho así puede parecer una exageración por mi parte, pero les repito que ese es el sentimiento generalizado. Y esa desazón no se arregla con dinero.
El comunicado difundido por el mismo Comité de empresa -ver información- es muy claro al afirmar que “desde la asamblea de trabajadores de Ski Pallars y desde el Comité de Empresa (únicamente representado por UGT-Terres de Lleida) encontramos inadmisible el agravio comparativo que sufrimos los y las que trabajamos en las estaciones pallaresas ya que a pesar de que realizamos el mismo trabajo, trabajamos para la misma empresa y evidentemente lo hacemos en el mismo país, nuestras condiciones de trabajo y remuneración salarial no son las mismas que los compañeros y compañeras que trabajan a poco menos de 100 km. de distancia, por el simple hecho de tratarse de estaciones de esquí situadas en la comarca con menor densidad de población y la más falta de infraestructuras y servicios públicos de toda Cataluña. Resulta evidente darse cuenta, tras lo expuesto, porque los trabajadores de las estaciones de esquí pallaresas nos sentimos doblemente maltratados.”
Por su parte Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) ha hecho público un comunicado –ver en PDF– en el que ha destacado que “FGC quiere hacer saber que, aunque no dispone de capacidad legal para asumir la reivindicación del Comité de Empresa, ha presentado una petición formal a la Administración para que valore la incorporación del personal de Espot y Port Ainé en el convenio colectivo de Turismo y Montaña de FGC.”
Nervios en el sector de hostelería
El anunció de huelga en las estaciones de Espot y Port Ainé durante el periodo navideño -26 de diciembre al 6 de enero- ha cogido fuera de juego al sector de la hostelería y de servicios del Pallars que ve impotente como la campaña de Navidad pude complicarse. En este sentido el presidente de la Asociación de Hoteleros de Sort, Josép Ramón Aités, nos reconocía “que nos sentimos como los invitados de piedra de una situación que nosotros no controlamos. Estos días lo primero que preguntan los clientes antes de hacer las reservas es si podrán esquiar. Esta indefinición no se puede alargar y esperamos una solución rápida por parte de la Administración”.
Huelga desconvocada por unanimidad
Tras 48 horas de reuniones y mucha «presión» politica de las instituciones y ayuntamientos del Pallars, FGC anunció -19 diciembre- que habia encontrado una solución para que los trabajadores de Espot y Port Ainé se integraran a partir del 1 de enero del 2015 en el convenio colectivo de Turismo y Montaña de FGC. El mismo viernes por la tarde la Asamblea de trabajadores de Ski Pallars reunidos en una sala cedida por el ayuntamiento de Rialp votaron por unanimidad desconvocar la huelga, tras la propuesta de FGC, que desde hacia años venian reclamando a la dirección de FGC.