El invierno ha vuelto con fuerza a La Molina, y con él, la mejor versión de esta emblemática estación de esquí del Pirineo catalán. Las recientes nevadas y el trabajo incansable del equipo de montaña han permitido la apertura de todos los sectores, ampliando las opciones para los amantes de la nieve.
El sector de Alabau, la clave para una apertura total
La Molina registra actualmente hasta 60 cm de nieve en las cotas altas, lo que ha facilitado la apertura del sector de Alabau, permitiendo a los esquiadores disfrutar de 32 pistas y 33 kilómetros esquiables. Además, 10 remontes están operativos para garantizar una movilidad ágil y cómoda dentro de la estación.
Para quienes buscan algo más que esquí alpino, la estación también ofrece la posibilidad de disfrutar de las zonas de Snowpark y Funpark, así como del Parc d’Aventura en los árboles. Por otro lado, el Centro de Deporte Adaptado (CEA) sigue plenamente operativo, ofreciendo actividades accesibles para personas con discapacidad.
Après-ski y gastronomía: el toque final a una jornada en la nieve
El esquí es solo una parte de la experiencia en La Molina. Cada sábado, los visitantes pueden disfrutar del après-ski en La Placeta, un espacio situado junto al Telecabina donde la gastronomía local, las bebidas y la música en directo crean el ambiente perfecto para relajarse tras un día en la nieve.
Además, todos los puntos de restauración de la estación están en funcionamiento, incluyendo la Brasería Alabau, el renovado restaurante El Bosc, el acogedor refugio Niu de l’Àliga, el práctico Autoservicio Telecabina y la Cafetería Costa Rasa.
Alp 2500 ya ofrece 75 km y 71 pistas
La Molina y Masella refuerzan su oferta conjunta con la apertura del dominio Alp2500, que ya ofrece a los esquiadores 75 kilómetros y 71 pistas. La dos estaciones están conectadas gracias al Telecabina Cadí-Moixeró, que en solo 20 minutos recorre casi tres kilómetros hasta alcanzar los 2.537 metros de altitud en la Tosa d’Alp, proporcionando una de las mejores vistas panorámicas del Pirineo.