Las finales de la Copa del Mundo de esquí alpino de Grandvalira funcionaron como un reloj suizo a nivel de competición y contaron un amplio programa de hospitality para el público.
Las finales de la Copa del Mundo de esquí alpino finalizaron con éxito deportivo y récord de asistencia de espectadores, tanto en la pista de l’Àliga, sede de las pruebas de descenso, como en l’Avet, de las técnicas. A falta de los datos definitivos, el director general de las Finales 2023, David Hidalgo, destacó que se colgó el cartel de completo todos los días de competiciones y avanzó que se superó de largo la cifra de los 6.000 asistentes tanto el sábado como el domingo, unas cifras “espectaculares” y “una demostración de la respuesta que tuvo la sociedad hacia un deporte tan importante como es el esquí”.
Hidalgo reconoció que la valoración de las Finales es excelente y que “incluso nos hemos superado respecto a las de 2019, ya que los comentarios de todos, tanto corredores, espectadores o directivos de la FIS, fueron unánimes elogiando el evento. Por tanto, es un éxito colectivo, de toda Andorra, y ahora debemos seguir trabajando para alcanzar objetivos aún más ambiciosos”. Andorra está trabajando la candidatura para poder optar a los Campeonatos del Mundo de esquí alpino del año 2029.
El World Cup Village funcionó a tope a los pies de la pista Avet
La gran novedad de la organización de la Finales fue el montaje del World Cup Village, la alternativa para vivir la Copa del Mundo, que durante los días fuertes de competición -sabado y domingo. Funcionó a los pies de la pista Avet. Hubo mucho ambiente y actividad ininterrumpida para todos los públicos. Stands con merchandising de las principales marcas de esquí del sector, espacios habilitados para juegos, talleres de manualidades y puntos de gastronomía, entre otros.