◄ El músico noruego Håkon Erlandsen, conocido en las redes sociales como Jazzathlete, subió con su saxofón a la cima del Everest y se puso a tocarlo.
El triatleta y músico noruego Håkon Erlandsen, conocido en las redes sociales como Jazzathlete, hizo cumbre en el Everest el pasado miércoles 22 de mayo. Fue el mismo día que Nirmal Purja tomo la fotografía que escandalizó al mundo del alpinismo con una cola más de 300 personas en el último tramo de acceso a la cima.
La imagen de Erlandsen tocando el saxo en la cima del mundo pondrá los pelos punta a más de uno. Es frívola y lamentablemente viene a confirmar que hollar el Everest se ha convertido en un negocio para la industria turística local. Desde hace años la masificación y el acceso de montañeros sin nivel ha desmitificado la montaña más alta del planeta. Las autoridades del Nepal deberían poner control a este grave problema de masificación y gestionar con prontitud algunos mecanismos para frenar el acceso a la cima. Håkon Erlandsen es sólo un ejemplo de hasta dónde llegar las ganas de notoriedad.
En su descargo debemos decir que no es la primera vez que lo hace, ya que está realizando lo que se conoce como las “Seven Summits”. Coronar las siete cimas más altas de cada uno de los seis continentes, añadiendo además la más alta de Norteamérica. Håkon Erlandsen ya se ha hecho fotos de esta guisa en el Aconcagua y el Klimanjaro. El músico noruego nos recuerda a la montañera e influencer taiwanesa Gigi Wu, de 36 años, fallecida cuando subía al Monte Mabolasi. Wu llegaba a una cima se cambiaba y se retrataba en bikini y rápidamente subia la foto a su instagram.
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