Masella celebra el cincuentenario con un inolvidable bajada de antorchas

◄ Para los esquiadores más veteranos la celebración del cincuentenario de Masella ha estado cargada de recuerdos y vivencias.

Masella vivió un día muy especial. La estación de esquí de la Cerdanya celebró su cincuentenario con sus fieles y entusiastas clientes. 3.000 esquiadores participaron en el espectacular descenso de antorchas conmemorativo e iluminaron la montaña de la Tossa d’Alp y sus pistas de esquí. La noche era fría pero había mucho calor en la montaña y ganas de vivir un descenso inolvidable. Para algunos de los participantes ha sido un día histórico ya que de niños aprendieron a esquiar en estas pistas. Entre ellos algunos antiguos alumnos del colegio de la Escola Pia de Puigcerdà que fueron los primeros en disfrutar en grupo de las nuevas pistas de esquí.

Ha llovido mucho desde que, a iniciativa de Josep María Bosch i Aymerich (1917-2015), se puso en marcha, un tres de enero de 1968, la estación de esquí de Masella. Para los más veteranos ha sido una jornada de recuerdos, vivencias y experiencias pasadas. No era momento de nostalgia, pero a más de una se le escapó una lagrima.

La fiesta se inició temprano, a las tres de la tarde, en el Pla de Masella, con música a cargo del DJ Jordi Vèliz de Radio Flaix FM. La celebración propiamente dicha comenzó a las 16.30h cuando los periodistas Toni Real y Anna Cervantes subieron al escenario habilitado para celebrar la efemérides y conducir la fiesta. Uno de los primeros personajes invitados fue el saxofonista Pep Poblet que acompañado de su inseparable saxo deleitó a los presentes con varias actuaciones musicales. Poblet llegó esquiando y acompañado de su inseparable instrumento musical.

Tras la llamativa bajada de antorchas que ha iluminado la Cerdanya se celebró un espectacular piromusical que puso el broche de oro a la multitudinaria celebración del cincuentenario. Y como no hay fiesta de cumpleaños sin pastel, Xavi Noya, director de la estación, y Maite Martí, directora comercial, en representación de sus compañeros soplaron las velas del cincuenta aniversario. En realidad para algunos no fue el final de fiesta, ya que acto seguido aprovecharon para disfrutar del esquí nocturno, que excepcionalmente se alargó hasta las diez de la noche.

Desde estas líneas deseamos felicitar a todo el equipo humano que hace posible que la estación de esquí de Masella funcione como un reloj de precisión suizo y siga manteniendo ese interés por ser cada temporada la primera estación de abrir y cerrar del Pirineo.

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