Neus Ballester (Palma de Mallorca, 2003) tuvo un papel destacado en el Sail Team BCN de la America’s Cup, al que llegó de puntillas y acabó asumiendo un rol crucial. La regatista balear está iniciando su campaña de vela olímpica en 470, mientras continúa con sus estudios de psicología. Mallorquina como sus padres, Neus es hija de dos destacados regatistas. Ha vivido y mamado vela toda su vida.
Su madre, Nuria Bover, preparó campañas olímpicas en 470 enfrentándose a la imbatible Theresa Zabell, logrando medallas en Mundiales y Europeos en 1990. Su padre, Pepote Ballester, participó en tres Juegos Olímpicos en la clase Tornado, consiguiendo la medalla de oro en Atlanta 96, además de cinco medallas en Mundiales y Europeos junto a Fernando León.

Tras sus inicios en Optimist, Neus culminó su palmarés en la clase 420 ganando el Mundial Juvenil 2021, después de un brillante 2019 en el que fue campeona del mundo Sub 17, subcampeona mundial y europea Sub 19. Nadie duda de su talento ni del prometedor futuro que le espera. Competitiva, humilde y trabajadora como pocos regatistas a sus 20 años, solo ella sabe hasta dónde podrá llegar. De momento, centra su carrera en la clase 470, con una mirada tímida hacia el circuito SailGP. “Ahora estoy navegando poco. Aprovecho el tiempo para estudiar porque tengo muchos exámenes. Me faltan dos años para terminar la carrera de psicología. Vamos navegando un poco en Mallorca, preparando el Trofeo Princesa Sofía”, explicó al comienzo de la entrevista.
Sobre su llegada al Sail Team BCN
¿Cómo llegó al Sail Team BCN?
Cuando empezó a hablarse de la Youth y la Women’s America’s Cup, gracias a la relación familiar, Guillermo Altadill me comentó que habría una selección abierta y que podía intentarlo. Se hicieron varias pruebas en Sitges en un M32 y finalmente me seleccionaron.
¿Fue la única en ambas tripulaciones? ¿Lo vivió como una complicación o una doble oportunidad?
En el equipo femenino estaban Silvia Mas, Tara Pacheco y Paula Barceló, rivales muy fuertes para poder estar a bordo. Ya sabía que no tendría opciones y mi rol sería de reserva. Con los chicos, al final siempre dominan las tripulaciones, así que también fui reserva. Fue duro, porque tenía dobles sesiones de entrenamiento, en simulador y en el mar con el M 32. Trabajaba el doble que los demás.

¿Le sirvió al menos para practicar el doble?
Al final, esas dobles sesiones me ayudaron a dominar el simulador mejor que ellos.
¿Cuándo se decidió que quedaba solo en el equipo femenino?
Cuando Tamara dejó el equipo, poco antes de empezar las regatas. Me tocó sustituirla, así que aflojé un poco mi dedicación con el equipo masculino para centrarme en el femenino.
¿Las reglas permitían competir en ambas categorías?
Sí, de hecho dos regatistas lo hicieron. Hubiera sido muy bueno para mí y para el equipo competir en ambas, sobre todo por el conocimiento extra del AC40. Pero bueno, fueron decisiones del equipo… A nivel personal, habría sido increíble haber competido en las dos.

Valoración de la Women’s America’s Cup
¿Qué balance hace tras unos meses de la Women’s?
Fue increíble, la verdad. El equipo era como una familia, nos llevábamos genial. Aprendí muchísimo, tuvimos dos entrenadores excelentes y Xabi Fernández también nos ayudó mucho. Con 20 años, poder competir en la America’s Cup y navegar con Paula (Barceló) y Silvia (Mas) fue impensable. A veces todavía no me lo creo. Lo hicimos muy bien. Ganamos dos de las cuatro regatas de semifinales y terminamos terceras. Un resultado fantástico, sobre todo teniendo en cuenta que solo dos equipos semifinalistas no teníamos nuestro propio AC40, que era nuestro caso.
¿Tendrá continuidad el equipo?
Nos dijeron que sí, que querían seguir. Pero de momento no sabemos nada más. La sede de la 38ª AC será clave para repetir experiencia.
Su presente en la clase 470
¿Cómo va la campaña olímpica en 470?
Es complicado. En un barco doble hay que ponerse de acuerdo y además compaginarlo con mis estudios no es fácil. Estamos entrenando.
¿Con rivales como Jordi Xammar y Silvia Mas es casi imposible ganarles?
Es una barrera, sí. Pero ellos han cambiado de tripulantes y pueden pasar muchas cosas. Ser más joven es una ventaja; sufren desgaste de campañas anteriores. Los dos han ganado Mundiales, pero lo vamos a intentar.

¿Quién es su tripulante?
Navego con Alejandro de Maqua, que vive en Barcelona. Tenemos la suerte de estar en categoría Sub21 y este verano ganaremos experiencia en el Europeo y Mundial, que serán en Murcia y Oporto.
El papel de la psicología
¿Las vistas están puestas en 2032?
Si empiezo con ese objetivo fijo, no empezamos bien. Trabajo con psicólogos que me aconsejan no obsesionarme. Tengo que esforzarme más que Jordi y Silvia para acercarme a su nivel.
Usted que estudia psicología puede hablar con propiedad sobre la aportación de los psicólogos deportivos ¿Qué aportan?
Para mí es fundamental. También lo creen otros navegantes. Es imprescindible su figura como apoyo. Cada vez se va perfeccionando todo en el deporte, navegamos muchas más horas y muchos más días, en mi caso debo compaginarlo con otras obligaciones. Nosotros vemos las cosas desde dentro, metidos en la rueda, y el psicólogo tiene una perspectiva más amplia. Nos acercan a la realidad y nos ayudan con métodos de trabajo El psicólogo te da una perspectiva más amplia, nos ayuda con métodos de trabajo y nos acerca a la realidad.
¿A veces se contradicen entrenador y psicólogo?
Lo ideal es que trabajen juntos, si no, es un caos, risas. A veces uno quiere apretar más y el otro pide parar. Al final, decido yo en función de a quién le creo más.

Otros proyectos y sueños
Hábleme de otros proyectos deportivos que esté considerando
Hace poco estuve en SailGP en Sídney porque Nicole van der Velden se lesionó en Auckland y no sabían si estaría totalmente recuperada. Diego Botín me llamó para suplirla si finalmente Nicole no podía navegar. Fui a Australia, entrené dos días en el barco, pero finalmente Nicole pudo navegar. Yo, súper feliz de que hubieran contado conmigo, de haber estado allí y vivido la experiencia.
¿Qué le pareció el barco?
Buah, increíble. Es una bestia. Nada que ver con el AC40. Impresiona la fuerza G. Navegaba muy a popa y en las maniobras hay que sujetarse fuerte. La bañera es más abierta y cambias más de lado, las sensaciones son mucho más intensas. Creo que no lo hice mal, risas.
¿Y con barcos de quilla?
Me haría ilusión. La Copa del Rey es una buena oportunidad porque es en casa y una regata muy buena. Le voy a pedir a mi padre que me ayude con sus contactos, risas.

¿Se plantea el circuito TP52?
Tengo demasiadas cosas. Estudios, campaña olímpica… y si me llaman de SailGP, ya no me da. Son muchos días.
Si en algún momento tuviera que enfrentarse al dilema de elegir entre una campaña en SailGP o en el circuito TP52, ¿por cuál se decantaría?
SailGP. Me atrae más, y el TP52 también supone muchos días fuera.
¿Alguna inquietud más?
Me gustaría navegar en Moth. Es un gran barco, perfecto para foilear. Es individual, dinámico y en Santander hay un grupo interesante con Botín, Trittel, Nicole… pero es muy caro. Ahora mismo no me lo puedo permitir porque supone una inversión económica importante que en este momento me resulta imposible cubrir.
Regreso al Trofeo Princesa Sofía
Tras su experiencia internacional y sus primeros pasos en el circuito profesional, Neus vuelve a centrarse en su preparación olímpica con la mirada puesta en el Trofeo Princesa Sofía, una de las citas clave del calendario mundial que se disputa en aguas de Mallorca y que reunirá a la élite de la vela ligera.
Volviendo a la realidad, ¿qué objetivo tiene en el Trofeo Princesa Sofía?
– Quiero mejorar técnica, hacer buenas salidas y consolidar la base. Nada raro, salir bien, buena velocidad… Habrá mucho nivel porque la flota no ha parado desde los últimos Juegos.