La snowboarder Núria Castán sobrevivió a una avalancha que la tuvo diez minutos enterrada bajo la nieve. La experiencia traumática le obligo a recibir tratamiento psicológico.
Núria Castán, 26 años, poco a poco vuelve a la normalidad, tras ser víctima de una experiencia traumática, que le obligó a pedir ayuda e iniciar tratamiento psicológico. La rider de Reus sobrevivió a una avalancha de nieve en Verbier (Suiza), el pasado 4 de abril, tras permanecer enterrada diez minutos bajo un manto de nieve. El alud se produjo cuanto Castan en compañía de otra rider se dirigían al portillón de salida de la tercera y última prueba del FWT Challenger.
Todavía no hace un año del accidente, pero Núria ya se ve en condiciones de volver a la competición. La rider participará en la prueba inaugural del Freeride Wolrd Tour que se celebra el 27 de enero en Baqueira Beret. Turiski mantuvo una conversación con la snowboarder que esta temporada vuelve al circuito del FWT.
Núria Castán: «Es una cuestión de superación personal, de vencer el miedo y de volver a competir»
Has mencionado que llevas diversos meses trabajando con un profesional para superar el trauma que te causó la avalancha del año pasado. ¿Cómo te sientes respecto a volver a competir en el Freeride World Tour de Baqueira Beret?
– Hace mucho tiempo que trabajo en el trauma y es un reto volver a competir. Es una cuestión de superación personal, de vencer el miedo de volver a competir y de confiar en mi vida. Me lo tomo con ganas de ver dónde están mis límites. Fue un momento difícil cuando fui sorprendida por esa avalancha en Verbier. Me costó procesar que estaba viva. Cuando estaba enterrada, acepté que tal vez era mi último día. No sabía si me había visto alguien. Solo podía relajarme y esperar.
Has reconocido que tuviste que recibir tratamiento psicológico para superar las secuelas emocionales de ese accidente. ¿Cómo ha sido ese proceso y cómo te sientes ahora?
– Sí, he tenido que someterme a un tratamiento psicológico. Me afectaba tanto el día a día que no podía dormir, no me podía concentrar ni controlar las emociones. Durante tres o cuatro meses fui inútil. Paré de entrenar y todo. Necesitaba un reset. Pero ahora, hace meses que trabajo en ello y vengo con ganas de competir.
La snowboarder se enfrentó a secuelas emocionales que la llevaron a someterse a tratamiento psicológico. Durante meses, lidió con dificultades para dormir, falta de concentración y control emocional
Además de superar tus propios desafíos personales, eres considerada pionera de este deporte en España y un referente para las jóvenes que se inician en el snowboard fuera de pista. ¿Qué significa para ti este reconocimiento?
– Es un orgullo ser considerada pionera de este deporte y un referente para las niñas que dan los primeros pasos en el snowboard fuera de pista. Cuando comencé no había prácticamente seguimiento y el freeride como deporte era totalmente minoritario. Celebrar un evento internacional por tercer año consecutivo en nuestro país nos da una visibilidad que cuando yo empecé con 13 años no existía.
La rider, considerada pionera en España, se enfrenta a nuevos desafíos y metas en el Freeride World Tour
En la prueba inaugural del circuito del FWT del año 2022 disputada en Baqueira Beret aprovechaste muy bien el el wild card de la organización y acabaste en segunda posición, hasta ahora tu mejor resultado en el circuito de élite. ¿Qué objetivos te planteas para esta temporada?
– Tengo un recuerdo especial y muy bonito de mi segunda posición en Baqueira, y este año mi objetivo es superar ese logro. Esta prueba significa mucho para mí, la siento muy mía y la encaro con una ilusión inmensa. Además, este año ya formamos parte de la RFEDI, lo que añade un extra de emoción. Estoy convencida de que el ambiente en Baqueira el próximo fin de semana será espectacular.
Reflexion postraumática de Núria Castán
Núria Castán vive en el Tirol austríaco, pero antes de viajar a Barcelona para desplazarse a Baqueira Beret regresó a Verbier para empezar a cicatrizar heridas e iniciar el crecimiento postraumático. Por su interés reproducimos la totalidad de su reflexión.
«Inicios de año que saben a despedida. Despedidas que son para bien. Aunque no todo fue malo, este pasado 2023 no ha sido uno de mis mejores años. Así que decidí empezar enero cerrando capítulos y ciclos importantes en mi vida, y uno de ellos fue irme a Verbier, donde tuve el accidente de la avalancha el pasado 4 de abril. Hacía tiempo que sentía la necesidad de ir al lugar donde tuve una de mis experiencias más traumáticas de mi vida.
¿El objetivo? Procesar, aceptar, soltar y cerrar ese ciclo que tanto me había afectado tantos meses para poder continuar. Cuando estaba observando desde arriba fue momento de abrirme en canal y soltar todas las emociones para dejar todo el dolor allí. Así que lloré, grité, reí y también lo celebré.
Aunque volví al mismo lugar donde casi pierdo la vida, me di cuenta de que ya no soy la misma persona y que el lugar tampoco lo es. Algo en mi se quedó ahí enterrado, pero para bien. Que las cosas cambian, que eso ya fue, que es pasado. Confiar en el camino de la vida, en cada paso que das. Después de todo la vida son cambios constantes, ella te va a guiar y tu solo debes caminar.
Cada uno tiene su camino, su ritmo y sus desafíos. Y la única cosa que permitirá encontrar el sentido entre todo este caos es el paso del tiempo, la aceptación del pasado y el aprender a soltar».
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