◄ El Parque Natural de l’Alt Pirineu forma parte de una de las dieciséis áreas de Europa seleccionadas para estudiar los efectos del cambio climático dentro del proyecto de Adaptation of European Landscapes to Climate Change de la Unión Europea.
El Parque Natural de l’Alt Pirineu fue elegido entre los dieciséis lugares de toda Europa para estudiar y analizar los efectos del cambio climático. El parque se incorporado al proyecto Adaptation of European Landscapes to Climate Change, (AELCLIC-Pathfinder), cofinanciado por EIT-Climate-KIC, que es la entidad pública-privada más importante de la Unión Europea para abordar el cambio climático. El objetivo es definir y elaborar planes de adaptación al cambio climático tomando como referencia 16 paisajes europeos, a partir de la creación de redes regionales y locales de trabajo, que puedan ser replicados en paisajes similares. El parque natural, creado en agosto de 2003, esta situado entre las comarcas del Pallars Sobirá y el Alt Urgell. Es el más extenso de Cataluña, 69.850 hectáreas y representa el 55,5% del territorio total del Pallars Sobirá.
Es el tercer ámbito de Catalunya que se suma a esta iniciativa, en la línea de la lucha desde el gobierno de la Generalitat para hacer frente a la emergencia climática. Los otros dos espacios son la Serra d’Ancosa (Anoia, Alt Camp y Alt Penedes), y el tramo final del río Besós, en el Área Metropolitana de Barcelona.
Según el informe «El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidad y adaptación», publicado por el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático, algunos de sus efectos ya detectados son un incremento de temperatura elevado, la reducción del manto de nieve, y la pérdida de demasiado en los glaciares. También se prevé el desplazamiento de zonas de vegetación, el aumento del riesgo de plagas y enfermedades forestales que podrían provocar una importante pérdida de biodiversidad, y cambios en la disponibilidad de agua, que afectarían la economía, especialmente el turismo de nieve y la actividad hidroeléctrica. También afectaciones a infraestructuras y núcleos urbanos, derivadas de episodios de inundaciones y desprendimientos. El problema del calentamiento global en la montaña es motivo de diferentes investigaciones.
El Parque Natural de l’Alt Pirineu es la tercera área de estudio que se suma a esta iniciativa, tras la Serra d’Ancosa (Anoia, Alt Camp y Alt Penedes), y el tramo del río Besós, en el Área Metropolitana de Barcelona.
Modelo para replicar
El proyecto AELCLIC se distribuye a partir del tándem de cuatro universidades (Aalto University de Finlandia, Wageningen University en los Países Bajos, Universidad Politécnica de Valencia y Universidad de Bolonia, en Italia) y redes locales y regionales socias del EIT Climate-KIC, el órgano público-privado europeo más relevante que trabaja para construir una economía de cero emisiones de carbono mediante el emprendimiento y la innovación. El EIT Climate-KIC, que cuenta con el apoyo del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT), pretende la mejora de la forma de vida en las ciudades, promover los productos industriales respetuosos con el medio ambiente y la entorno, y optimizar los recursos existentes.
El proyecto en marcha quiere definir y probar modelos proactivos y catalizadores para la definición de planes de adaptación del paisaje al cambio climático, que incluirán políticas, estrategias, acciones piloto e iniciativas a nivel local y regional para promover la adaptación al cambio climático. Los modelos generados en estos países piloto son después testados y adaptados en un conjunto de paisajes piloto multiplicadores, con el apoyo de redes regionales y locales de nuevos países.
En todas las áreas piloto, los principales actores (ONG locales, empresarios, administraciones, equipos investigadores, ciudadanía, etc.) trabajan juntos para comprender el impacto del cambio climático en sus paisajes y formas de vida. Una vez elaborado un primer diagnóstico, se acuerdan los retos y agendas para los futuros planes de adaptación de los paisajes, y los recursos y compromisos necesarios para la elaboración y cumplimiento de estos planes.
Una vez terminados todos los planes piloto, se prevé una declaración de acuerdo conjunto en la que todos los miembros de la red de trabajo regional y local se comprometan en la preparación de un plan de adaptación del paisaje al cambio climático.
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